Índices Dependencia: una app evalúa la pérdida de memoria para la detección precoz del alzhéimer
‘Índices Dependencia’ es una nueva aplicación diseñada en Granada por la empresa Grupo Trevenque que recoge todos los índices que se utilizan para evaluar la pérdida de memoria o el nivel de dependencia de una persona. Está dirigida a cuidadores y familiares con personas a su cargo, y sirve para la detección precoz de enfermedades como el alzhéimer u otras demencias relacionadas.
Índices Dependencia (puedes descargarla del siguiente enlace) es la herramienta móvil que le permite calcular los principales valores funcionales, psicoafectiva y socio-familiar de los usuarios o pacientes de residencias, centros de día, ayuda domiciliaria, etc.
Incluye los 8 indicadores consensuados por profesionales del sector de Trabajo Social: Barthel, Lawton, Test de Zarit, Índice de esfuerzo del cuidador, Escala Gijón, Cuestionario de Pfeiffer, Depresión Geriátrica de Yesavage y Valoración Cognoscitiva de Lobo.
GLORIA ZAPATA OSORIO | FISIOTERAPEUTA DE EULEN SOCIOSANITARIOS PARA EL CRE DE ALZHEIMER
Serie de ejercicios funcionales para corregir y controlar la postura en sentado y de pie, levantarse y sentarse, pedalear con manos y piernas, subir y bajar escaleras, y realizar paseos. Dado que todos ellos complementan y aumentan los beneficios que obtienen las personas con los tratamientos de fisioterapia, a este conjunto de actividades se le denominó Programa de Refuerzo.
G-noma es un grupo de metal progresivo español (Lanzarote) formado en 2006. Hoy os traemos el video oficial de «Un cristal rompiéndose» que pertenece al álbum «CAUCES» y que desde hace sólo tres días se puede escuchar en youtube, ya con más de 1200 reproducciones.
El videoclip está un poco más abajo, en esta misma ENTRADA
«Un cristal rompiéndose» cuenta una desgarradora historia que para todos vosotros no es desconocida. Un gran trabajo con una letra impresionante y una calidad musical que nos os dejará indiferentes.
Que lo disfrutéis
Letra:
Cada recuerdo es un espacio vacío que hay en mi…
Cada día es la eternidad que no logro vivir…
Cada aliento es una frágil emoción que un día pude sentir.
Intento luchar pero no soy yo… y me pierdo sin más.
La soledad ya ha tomado el control
(ha tomado el control)
No escucho tu voz, apenas puedo hablar
mientras el mundo gira marcha atrás.
Enterrando segundos… renegando ver que el olvido frena mis pies…
Me pierdo entre el mañana y el ayer…
entre el antes y el después.
No te quiero olvidar pero mi memoria es un cristal rompiéndose.
Esperando al fin de la vida que vi comenzar
obligado a no ver lo que un día pude contemplar
miedo a ser la sombra de una luz que no puede brillar.
No escucho tu voz, apenas puedo hablar…
y me pierdo sin más
Enterrando segundos… renegando ver que el olvido ciega mi fe…
Me pierdo entre el mañana y el ayer…
entre el antes y el después.
No te quiero olvidar…
…pero mi memoria es un cristal rompiéndose.
Despierto y ya no soy yo…
Despierto y ya no soy yo…
Intento luchar pero no soy yo… y me pierdo sin más.
La soledad ya ha tomado el control
(ha tomado el control)
Enterrando segundos… renegando ver que el olvido ciega mi fe…
Me pierdo entre el mañana y el ayer…
entre el antes y el después.
No te quiero olvidar…
…pero mi memoria es un cristal rompiéndose.
Me cuesta recordar quien pude ser…
a quien herí o a quien amé…
Yo no quiero olvidar
…pero mi memoria es un cristal rompiéndose.
Video Oficial «Un cristal rompiéndose» del nuevo álbum de G-noma Cauces.
Producido por: G-noma
Dirigido por: David Frias
A lo largo del 2003 empezaron a componer intentando fusionar metal alternativo arropado por estribillos melódicos y letras en castellano como venían haciendo en su anterior proyecto. En este punto, la formación de la banda ya no contaba con Israel (Voces y Teclados), quien se habría embarcado en un proyecto personal. Mientras, el resto de la banda consolidaba lo que serían 6 nuevos temas que no entrarían en el estudio a grabarlos hasta finales de 2005. La demo fue grabada en los estudios Neptar por Ane Fernandez y producida por G-NOMA consiguiendo un buen resultado en cuanto a calidad sonora y confiando en sus temas, comienzan a dar conciertos para dar a conocer su nuevo repertorio, compartiendo escenario con bandas como Hamlet, Skunk DF, Species, Kannon, Unfinished Sympathy o Narco. A mediados de 2005 pasa a formar parte de la banda Adrián (Guitarra) para obtener la fuerza que los nuevos temas requerían y con él, continuaron componiendo a lo largo del año 2006. A mediados de 2007 entraron en los estudios Acatife a grabar lo que sería su primer álbum con la ayuda de Eduardo Martínez, y que contaba con un total de 11 temas. Tras unos meses, surgen problemas con el estudio y se ven obligados a abandonar todo lo que habían grabado. Además, se suma la marcha de Yeray (Batería). Después de haber tenido mala suerte con la grabación del álbum, se encierran a componer, esta vez con Israel (voces y teclados) de vuelta a la formación cambiando el sonido de la banda y llevándolo a otros estilos como el metal progresivo o el pop. Una vez finalizada la composición de los temas, deciden comenzar la grabación de los mismos con sus propios medios, creando un Homestudio donde a lo largo de 2010 se encierran para dar forma a su álbum debut Origen, el cual cuenta con 10 nuevos temas que terminarían de grabar a finales de año. A principios de 2011, una vez grabado el álbum, se ponen en contacto con Jericó Santander conocido ilustrador que ha trabajado para grandes marcas para que cree el Artwork del álbum. Actualmente la banda está trabajando para sacar este álbum totalmente grabado y producido por David (Guitarras y Voces) y coproducido por G-NOMA. Ellos confían en el resultado y esperan que todo el mundo tenga la oportunidad de escucharlos y valorar el esfuerzo
Su nombre es Romain Laurent y esta es su forma de expresar el Síndrome de Burnout. Estas son sus «personas humeantes». El proyecto se titula Burnout Syndrome, y es protagonizado por personajes que van dejando una estela de humo a su paso. Podéis visitar su web-exposición en www.romain-laurent.com
Acerca de R. Laurent
Romain Laurent es un fotógrafo y director con sede en la ciudad de Nueva York. Con trabajos muy «frescos», retratos con mucha energía e ideas muy variadas. Romain hace de todo. Nació y se crió en los Alpes franceses, es un apasionado del esquí extremo, y estudió diseño de productos en la Escuela Nacional de Artes Aplicadas Ensaama y fotografía en Gobelins en París.
Ha trabajado a nivel mundial con las mejores marcas, agencias y revistas, incluyendo Xbox, Hilton, Axe, Coca-Cola, Google, Nissan, TBWA, Publicis, Saatchi, Y & R, LLR, BBH, BSSP, Chi & Partners, GQ, WAD, Wired, y un largo etcétera …
Romain también recibió el premio Young Gun X del Club de Directores de Arte de Nueva York.
Hace ya un tiempo os informamos del nacimiento de Neurodidacta, lo hicimos en esta entrada. También creamos y publicamos un vídeo explicando un poco en que consistía. Se publicó en nuestro canal en YOUTUBE
Hoy os traemos algo más, y por si se os ha pasado, os volvemos a informar de que han puesto a disposición de cualquier interesado, un curso donde no sólo vas a aprender, también tienes la posibilidad de obtener una certificación oficial. Pero primero una introducción de cómo funciona el portal web.
Cómo funciona NEURODIDACTA
NeuroDidacta es una plataforma web que aúna a doctores, pacientes y familiares entorno a información sobre enfermedades neurológicas.
La plataforma web está dividida en Comunidades temáticas, siendo cada comunidad una enfermedad neurológica.
Ictus y enfermedad cerebro-vascular
Epilepsia
Enfermedad de Alzheimer y otras demencias
Enfermedad de parkinson y otros trastornos del movimiento
Enfermedades neuromusculares
Esclerosis múltiple
Para poder profundizar sobre cada enfermedad, las comunidades están dividas en cursos y éstos, en módulos. De esta manera, se puede acceder de una forma ágil y rápida a información específica sobre cada enfermedad. Una manera muy útil para que todos los usuarios, y en especial los familiares, puedan conocer un poco más de cerca la enfermedad que les concierne. Además, podrán evaluar el conocimiento que han adquirido realizando un test sobre cada módulo.
Otra vía para acceder a información actual y práctica son los blogs de cada comunidad temática. Éstos están escritos por profesionales, por lo que suponen una fuente de información muy interesante.
La plataforma web de NeuroDidacta cuenta con la opción de registro para todos los usuarios. Aunque no es obligatorio para hacer un uso completo de la web, sí que tiene ciertas ventajas:
Valorar diferentes contenidos de la plataforma: noticias, módulos de comentarios, recursos compartidos, etc.
Comentar noticias de los blogs.
Descargar acreditación emitida por FEEN verificando que ha contestado correctamente al 70% de las preguntas realizadas en los test.
Cuantificar y valorar el resultado obtenido en los módulos realizados.
En este curso sobre la enfermedad de alzheimer y otras demencias podéis estudiar online y saber todo sobre la epidemia del siglo y otras demencias relacionadas, como por ejemplo la demencia alzhéimer, por cuerpos de lewy, etc. Descargar presentaciones en formato power point, y una vez acabado cada módulo, hacer un pequeño examen en formato formulario para ver los conocimientos adquiridos. Se tardan unos dos minutos para cada «examen». Es online, gratuito e impartido por neurólogos y grandes expertos de nuestro país. Os dejamos el primer módulo y el enlace para que lo continuéis en la página. Este módulo está coordinado por el Dr. Marcos Llanero Luque. Neurólogo. Hospital La Moraleja. Madrid, y como podéis ver es información totalmente actualizada.
Si os registráis, podréis valorar cada uno de los cursos y comentar en el blog. Además de poder descargar una acreditación emitida por la Fundación Mapfre y la FEEN (Fundación Española de Enfermedades Neurológicas) que verifica que has contestado correctamente el 70% de las preguntas. Otra de las ventajas de registrarse (gratis) es que al haber realizado varios test de un mismo módulo podremos cuantificar cuántos hemos hecho y qué resultados hemos obtenido en ellos.
El curso consiste de 7 módulos:
MÓDULO 1. La enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Dr. Marcos Llanero Luque. Neurólogo. Hospital La Moraleja. Madrid. MÓDULO 2. La persona con enfermedad de Alzheimer.
Dr. Marcos Llanero Luque. Neurólogo. Hospital La Moraleja. Madrid. MÓDULO 3. El cuidador de la persona con enfermedad de Alzheimer. Necesidades y riesgos. Prevención de riesgos: «Cuidar al cuidador»
Dra. Miriam Eimil Ortiz. Neuróloga. Hospital de Torrejón. Madrid. MÓDULO 4. La prevención en la enfermedad de Alzheimer.
Dra. Miriam Eimil Ortiz. Neuróloga. Hospital de Torrejón. Madrid. MÓDULO 5. Tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Dr. Carlos López de Silanes de Miguel. Neurólogo. Hospital de Torrejón. Madrid. MÓDULO 6. La investigación en la enfermedad de Alzheimer.
Dr. Carlos López de Silanes de Miguel. Neurólogo. Hospital de Torrejón. Madrid. MÓDULO 7. Papel de las Asociaciones de Familiares de Alzheimer.
Dra. Miriam Eimil Ortiz. Neuróloga. Hospital de Torrejón. Madrid.
MÓDULO 1. LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Y OTRAS DEMENCIAS.
Coordinado por: Dr. Marcos Llanero Luque
Actualizado el 16/01/2014
Historia
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa. Fue descrita por primera vez por Alois Alzheimer en 1906.
Auguste Deter fue la primera paciente diagnosticada de Alzheimer. Fue una mujer de 50 años con demencia progresiva.
Conceptos
En muchos casos la población general confunde términos como demencia, enfermedad de Alzheimer o demencia senil. Vamos a intentar aclararlos.
Hablamos de que un paciente sufre una demencia cuando presenta un cuadro de deterioro de su nivel cognitivo (memoria, lenguaje, orientación…) que le impide realizar las actividades habituales de su vida cotidiana (comprar, cocinar…).
La demencia puede afectar a cualquier edad, aunque es más frecuente en los ancianos. Cuando una demencia afecta a una persona en edad anciana se habla de demencia senil. Aunque una demencia puede aparecer también en jóvenes son más raras y suelen ser de causa diferente.
La demencia puede estar provocada por:
Enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer. Esta es la causa más frecuente de demencia, de ahí la confusión demencia-Alzheimer. Podemos afirmar que todos los pacientes con Enfermedad de Alzheimer presentan demencia en el curso de su enfermedad, pero no todas las demencias son provocadas por la enfermedad de Alzheimer (aunque si la mayoría).
Otras enfermedades que afecten al cerebro, son las llamadas demencias secundarias.
Las enfermedades neurodegenerativas son la causa más habitual, sobre todo en los ancianos (demencia senil). La más frecuente es la Enfermedad de Alzheimer, pero no la única, también existen:
Demencia por Cuerpos de Lewy difusos.
La variante conductual de la Demencia Lobar fronto-temporal.
Demencia por Cuerpos de Lewy difusos, consiste en una demencia de perfil similar a la Enfermedad de Alzheimer:
Afecta principalmente a ancianos.
Los pacientes además de la demencia presentan síntomas similares a la enfermedad de Parkinson (torpeza, lentitud…), ver módulo específico.
Presentan alucinaciones visuales con más frecuencia.
Presentan variaciones cognitivas llamativas.
La variante conductual de la Demencia Lobar fronto-temporal:
Afecta a personas más jóvenes que la enfermedad de Alzheimer, sobre los 50-60 años.
Se caracteriza principalmente por cambios de personalidad y conductas inapropiadas.
No suele afecta característicamente a la memoria.
Todas las enfermedades neurodegenerativas se caracteriza por el acúmulo de una “basura” de origen proteico que no se puede eliminar del cerebro, provocando el daño de las neuronas y por tanto los síntomas. Esta sustancia se va acumulando de forma progresiva en el cerebro lo que provoca el empeoramiento gradual del enfermo.
Cada enfermedad neurodegenerativa se caracteriza por el depósito de una sustancia concreta. Esta sustancia por el momento solo se puede detectar en una muestra del cerebro del enfermo. Por tanto el diagnostico exacto de la enfermedad que sufre un enfermo solo se puede hacer comprobando la presencia de la sustancia concreta. Por ello, es tan importante la donación del cerebro de estos pacientes.
Las demencias secundarias más importantes son:
Infartos o hemorragias cerebrales, es la más frecuente de las secundarias.
Infecciones del cerebro, como el SIDA o la sífilis.
Tumores cerebrales.
Traumatismos o accidentes graves que dañen al cerebro.
Síntomas
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la aparición de los siguientes síntomas:
Deterioro cognitivo.
Dependencia funcional.
Trastornos de conducta.
El deterioro cognitivo supone:
Pérdida de memoria, sobre todo olvidos de cuestiones relevantes.
Alteraciones en el lenguaje, con dificultad para encontrar el nombre de las cosas.
Desorientación.
Dificultad para reconocer objetos y personas
Problemas para distinguir lo correcto de lo incorrecto.
La dependencia funcional produce en orden progresivo:
Pérdida de la habilidad para realizar actividades complejas, como ir al banco, o mantener su actividad laboral.
Pérdida de la habilidad para utilizar utensilios o electrodomésticos, cocinar…
Incapacidad para realizar actividades básicas como asearse o vestirse sin ayuda.
Los trastornos de conducta pueden consistir en:
Apatía o indiferencia, es la falta de iniciativa que sufre el enfermo. Es probablemente el síntoma conductual más frecuente. Suele estar presente al inicio de la enfermedad lo que hace que en algunas ocasiones estos síntomas se confundan con una falsa depresión. Si es muy intensa puede ser un síntoma muy incapacitante para la familia, ya que dificulta mucho el cuidado del enfermo, ya que se niega a ser aseado, vestirse o incluso comer. Tiene un tratamiento difícil.
Depresión, a veces se confunde con la apatía. Se refiere a la presencia de tristeza inmotivada en el contexto de la propia enfermedad. Junto con la apatía motiva retrasos en algunos diagnósticos. Por ello es necesario cuando veamos una posible depresión en un anciano de reciente aparición descartar que se trate de una Enfermedad de Alzheimer inicial.
Ansiedad
Irritabilidad y cambios frecuentes de humor, a veces por pequeños motivos.
Euforia o estado de felicidad extrema inmotivada.
Agitación, que a veces puede llegar excepcionalmente a agresividad verbal o física.
Delirios, son pensamientos o creencias no reales, como pueden ser pensar que le roban el dinero, que le envenenan, que los vecinos entran en casa o incluso que la pareja le es infiel.
Alucinaciones, es la aparición de una percepción que no corresponde a un objeto real, es decir es ver (alucinación visual), oír (auditiva), oler o sentir algo que no es real. En las demencias las más frecuentes son las visuales, es decir, ver personas, animales o cosas que no existen.
Desinhibición, o decir o hacer cosas inapropiadas.
Conducta motora sin finalidad, como puede ser levantarse de la cama y andar sin rumbo, revolver cajones…
Trastornosdel sueño, generalmente insomnio o cambios en los hábitos de sueño (dormir de día y estar despierto de noche).
Cambios en el hábito alimentario, lo más habitual comer de forma compulsiva.
A lo largo de la evolución de la enfermedad los síntomas del enfermo van cambiando. Los síntomas cognitivos van empeorando a medida que evoluciona la enfermedad. El paciente cada vez presenta peor memoria, olvida mayor número de palabras o razona peor.
La dependencia funcional al igual que los síntomas cognitivo van empeorando a medida que progresa la enfermedad.
El paciente cada vez presenta mayores dificultades para hacer su actividad habitual de forma autónoma. Por eso es muy importante mantener y fomentar sus habilidades: “Lo que se repite es más difícil que se olvide”.
La síntomas conductuales presentan ciertas diferencias con los cognitivos en cuanto a su progresión durante la enfermedad:
Pueden aparecer o desaparecer durante la evolución.
Pueden no ser más graves cuando evoluciona la enfermedad, de hecho muchos como los delirios son mas frecuentes en enfermedad moderada que en la leve o en la grave.
Pueden precisar tratamiento médico específico.
Diagnóstico
No existe, por el momento, ninguna prueba o test que diagnostique la enfermedad de Alzheimer.
El diagnóstico por tanto se hace con una probabilidad de error, que varia según el caso.
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se debe hacer por médicos expertos que tendrán en cuenta:
Los síntomas que refiere el enfermo y sobre todo la familia.
La exploración del enfermo sobre todo la neuropsicológica.
Además realizará unos estudios encaminados a descartar otras enfermedades.
Los síntomas es un de los pilares más importantes del diagnóstico.
Los pacientes con Alzheimer suelen tener una visión distorsionada de su enfermedad, tendiendo a minimizar sus síntomas, por lo que es muy importante conocer la perspectiva de la familia cercana y de las personas que conviven con la persona.
Una parte fundamental del diagnóstico es la exploración neuropsicológica.
Consiste en una serie de test que realizan preguntas para ver como se encuentra la memoria, lenguaje, razonamiento…
El diagnóstico precoz es fundamental.
Si bien es verdad que no existe tratamiento curativo por el momento el diagnostico precoz produce unos importantes beneficios:
Permite instaurar tratamientos precozmente (farmacológicos y no farmacológicos).
Ofrece beneficios directos al cuidador y al paciente.
Permitirá estar preparados para iniciar tratamientos curativos cuando existan.
El diagnóstico precoz y correcto:
Beneficia al cuidador:
Mejoran la depresión y otros índices de salud mental.
Reducen el Síndrome del cuidador “quemado”.
Mejoran la percepción de los trastornos de conducta.
Y al enfermo:
Reducen la necesidad de medicación para los trastornos de conducta.
Mejoran las actividades de la vida cotidiana.
Tras una primera consulta médica donde se realiza la historia y tras realizar la correcta exploración del paciente. Su médico, si así lo considera oportuno, suele solicitar unas pruebas complementarias que suelen ser:
Analítica de sangre específica.
Prueba de imagen cerebral: Tomografía Axial Computarizada (TAC) o Resonancia Magnética.
Las pruebas complementarias tienen una doble función:
Sirven a su médico para descartar las causas secundarias de demencia (infarto cerebral, tumores, hemorragias…).
Nos pueden aportar algunos datos indirectos sobre la posible enfermedad neurodegenerativa que puede sufrir el paciente.
Una vez terminado el proceso diagnóstico el médico informa al paciente y a aquellos familiares que el desee sobre la posible enfermedad que sufre.
Aunque todos los pacientes tienen derecho a conocer la enfermedad que les afecta el paciente con enfermedad de Alzheimer presenta una serie de características que hacen difícil la comunicación con él:
Tienden a minimizar sus síntomas.
Tienen disminuida la capacidad de razonamiento y abstracción.
Presentan trastornos de memoria, lo que les hace olvidar parte o toda la explicación de la consulta.
Presentan disminuida la capacidad de atención, que les hace distraerse durante la misma.
Por ello es importante el apoyo de la familia durante estos momentos.
Herencia
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad que no se puede considerar como hereditaria.
Solo un 3%, aproximadamente, de los casos se son hereditarios y suelen ocurrir en personas más jóvenes (menores de 55 años) y con múltiples casos en la familia.
En la mayoría de las personas que sufren Alzheimer la presencia de casos en padres o hermanos se puede considerar un factor de riesgo, pero para nada condiciona su aparición.
La autora asegura que nuestro día empieza cuando nos acostamos
«¡Manda cada día tu cerebro al patio del recreo!»
La pedagoga y ‘coach’ Marta Romo publica el libro ‘Entrena tu cerebro’ con claves y prácticas cotidianas para sacarle el máximo partido a nuestra mente
El ejercicio físico, especialmente el aeróbico, es muy sano para nuestro cerebro, pero eso no es suficiente para cuidar nuestra neuroplasticidad, que es la que nos puede dar esperanzas frente a las dificultades del día a día e incluso frente a las enfermedades degenerativas. La pedagoga, coach y psicoterapeuta Marta Romo acaba de publicar el libro Entrena tu cerebro (Alienta editorial), con el que da claves para sacar máximo partido a nuestra mente a partir de unas prácticas cotidianas para incluir en el día a día y que están relacionadas con las emociones, la conexión social, el juego, el sueño, la alimentación, el ejercicio físico e incluso la actividad de no hacer nada. Romo está convencida que el campo de la neuroplasticidad aún queda mucho trabajo por hacer, es por ello que considera imprescindible retar diariamente nuestro cerebro, un músculo con más de 100.000 millones de neuronas, que no sólo se acaban muriendo con el paso de los años sino que, contrariamente a lo que se creía, también se pueden generar de nuevas. La autora asegura que no somos conscientes de que el cerebro está en nuestras manos, y que podemos incidir en él directamente y llegar a una edad adulta con un buen cerebro.
Hay muchas personas que asocian la gimnasia mental con el ejercicio físico. ¿Qué debemos entender por entrenar nuestro cerebro?
La gimnasia mental también está muy vinculada con mover el cuerpo. Cuando trabajamos con el cuerpo lo que buscamos es hacer ejercicio aeróbico porque, desde hace muy poquito, se ha demostrado que hay una proteína, la BDNF, que alimenta el tejido neuronal y hace que podamos generar nuevas neuronas. Para tener nuevo tejido, uno de los ejercicios más potentes es la parte más física.
Pero no nos quedamos ahí…
Ni mucho menos. Hay una parte muy importante que tiene que ver con retar al cerebro. Todos los ejercicios que te hacen coordinar lado derecho con izquierdo, tren superior con tren inferior, ya son retos para el cerebro.
Tradúzcalo en una práctica cotidiana
Prueba de hacer un ocho con el dedo derecho y con la pierna izquierda hacer el mismo número pero en el sentido opuesto. O, simplemente, cambiar cada día la ruta para llegar al trabajo. Son pequeños retos.
¿Qué sucede en nuestro cerebro si hacemos eso?
Si retamos al cerebro lo que estamos haciendo es provocar nuevas conexiones, sino lo que pasa es que el cerebro vuelve a lo de siempre. Si no estimulamos otras partes suyas, al final es imposible que crezca.
En el cerebro también albergamos los pensamientos o emociones como el miedo que, en muchas ocasiones, nos paralizan. ¿Cómo podemos plantar cara a estos saboteadores para que nuestro reto nos obligue a salir de la zona de confort?
Los pensamientos boicoteadores hacen mucho ruido porque están alimentados por creencias que llevan ahí desde hace mucho tiempo y nos acompañan desde que somos pequeños. Estos pensamientos hacen, literalmente, mucho ruido porque los hemos oído tantas veces en nuestra cabeza, que disponen de una especie de autopista para ellos. Mientras que los pensamientos nuevos, que pueden ser estos pensamientos más forjadores o potenciadores, tienen menos conexiones y hacen menos ruido. Poner foco a estos pensamientos con mucha fuerza de voluntad es básico. Tienes que retar cada día a tu cerebro para que esos nuevos pensamientos hagan otra autopista y los escuches con más facilidad.
Entiendo que la repetición es la estrategia básica para adquirir nuevos hábitos…
Completamente. Cerebralmente hablando, lo que hacemos cuando repetimos algo es segregar mielina, que es una especie de aislante que cubre todo el tejido neuronal y hace que la información sea más ágil. Todo lo que tiene que ver con el entrenamiento cerebral está basado en la repetición, trabajar un poco cada día.
Trabajar un poco cada día implica tener mucha voluntad. ¿Cómo podemos alimentarla?
Lo primero es aceptar y entender que la fuerza de voluntad es un músculo que se agota. Muchas veces nos proponemos cosas y llegamos faltos de reserva de fuerza de voluntad porque llevamos todo el día tomando decisiones o gestionando conflictos. Hay que descansar la fuerza de voluntad, jugando o no haciendo nada, porque lo que eso hace es relajar la tensión que tenemos constantemente. ¿Cómo se alimenta? Descansando, con glucosa, hidratación y oxígeno. Con estos elementos el cerebro carga pilas. También recomiendo, de vez en cuando, dejarse llevar.
¿En qué sentido?
Muchas veces, y seguro que a más de uno le ha pasado, te vas a poner a hacer algo importante, pero antes te entran ganas de mirar redes sociales o hacer alguna cosa por casa. Durante ese proceso de distracción, que cuando sucede hace que nos juzguemos mucho, el cerebro está buscándose aliados para cargarse las pilas y poner la voluntad y la capacidad de esforzarse para hacer algo importante. Es necesario respetar esos momentos de distracción.
Tenía entendido que eso nos podía desconcentrar más…
El cerebro es muy sabio, y si te manda como impulso que vayas a la cocina a tomarte algo y descanses es porque lo necesita. Si haces ese descanso, cuando te sientes vas a aprovechar más el tiempo.
¿Cuál es la media de tiempo que nuestro cerebro puede aguantar concentrado y trabajando a ritmo alto?
Se habla de unos 90 minutos y hay que tener en cuenta que si no hay un 100% de atención en lo que haces ya no es atención. De ahí, todo el entrenamiento que tiene que ver con la meditación y el mindfulness, es decir, estar en el momento presente. Si estás en un 99% es que ya hay otra cosa por ahí. El cerebro es un órgano de supervivencia absoluta y de presente, pero la mente está constantemente en el futuro o en el pasado. Cuando conectas el cerebro con esa capacidad de estar en el presente es cuando das lo mejor de ti mismo y tienes esa capacidad de atención plena.
Vimos en un momento en el que el estrés está al orden del día. Usted asegura, incluso, que nuestro cerebro no está preparado para la vida moderna…
No. No es que haya aumentado el estrés, sino los estímulos y la cantidad de información que recibimos por segundo y la cantidad de tareas que somos capaces de hacer y que antes no teníamos la necesidad, y esto es lo que genera el estrés. Ha aumentado la información, la agilidad y la rapidez pero, sin embargo, no hemos regulado los tiempos. Probablemente, nos iría mucho mejor si redujéramos las jornadas de trabajo laboral, por ejemplo. Seríamos más productivos y, en menos tiempo, lograríamos mejores resultados. Es como si el mundo digital fuera por un sitio mientras que el mundo social todavía no se ha sumado a ese carro y hay un desfase brutal que nos provoca todo ese estrés.
Todos hemos escuchado en algún momento de nuestra vida que un buen descanso es básico para afrontar el día pero usted va más allá y asegura que nuestro día empieza cuando nos acostamos. ¿Qué sucede en nuestro cerebro por la noche?
Si hemos llegado hasta nuestros días durmiendo es porque tiene un sentido vital absoluto. Hay muchísimas enfermedades asociadas a la falta o al exceso de sueño. Normalmente, seis horas y media es el tiempo que necesita el cerebro para hacer todos los procesos que tiene que hacer. Lo primero que hace es limpiar: cuando dormimos se contraen algunas células y hay muchísimo más espacio para que el líquido que limpia junto con la adenosina elimine todos los tóxicos que se han ido acumulando a lo largo del día. De hecho, sabemos que hay algunas enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson que están vinculadas a una ausencia de sueño. El cerebro lo que hace en ese momento del sueño es organizar esa información, la coloca en compartimentos por similitud y deshecha la información que considera que no es relevante. De tal manera que, al día siguiente, tienes espacio para recibir nueva información. Si nos has hecho ese proceso, al día siguiente estarás saturado. Por eso digo siempre que el día empieza cuando te acuestas.
También habla de la importancia de no hacer nada, algo que en nuestra sociedad se asocia con la pérdida de tiempo. ¿Qué implica saber no hacer nada?
No hacer nada mejora nuestro estado cerebral, significa mandar al cerebro al patio del recreo. No hacer nada no es ponerse a leer, centrarse en la respiración o meditar. No hacer nada es dejar hacer al cerebro lo que le venga en gana en ese momento, que piense lo que quiera o lo que pida en ese momento. Por un lado estás relajando muchísimo, por otro lado, cuando incorporas en tu día a día esos momentos de no hacer nada te das cuenta que son momentos de lucidez. Como estás quieto, empiezas a oír esas conexiones cerebrales nuevas que en el día a día no escuchas.
Es por ello que muchas veces la inspiración nos sorprende en la ducha, o, incluso, conduciendo…
Exacto. Son actividades automáticas que el cerebro recibe es como si no estuviéramos haciendo nada porque para él es un hábito o una rutina y no tiene que pensar.
No sé yo si nos cuesta más hacer algo o no hacer absolutamente nada…
(Ríe) Creo que cuesta más no hacer nada.
Hábleme de las emociones a las que muchas veces dejamos tan olvidadas. ¿Cómo las debemos gestionar en nuestro día a día?
Hay que saber dejarlas pasar y eso implica varias cosas: ser conscientes de que están, darles un lugar, y después entender por qué ha aparecido esa emoción. Si no entiendes qué información da la tristeza, por ejemplo, difícilmente vas a hacer algo al respecto. Y si no haces algo al respecto, te quedas triste. El proceso sería darse cuenta primero de cómo estás, entender cuál es el sentido de estar así y después moverte. Si alguna de esas tres partes falla, la identificación, la empatía con la emoción o el movimiento, la emoción se queda allí. Los neurotransmisores que se generan con esa emoción se quedan en el torrente sanguíneo y tenemos mucho más toxicidad en nuestro cuerpo si hacemos caso omiso a esas emociones.
Parece que está sociedad occidental da la espalda, de manera especial, a las emociones negativas: no te enfades, no estés triste, no te aburras…
Cierto, cuando el aburrimiento es una emoción maravillosa; fruto de este aburrimiento salen un montón de cosas creativas, por ejemplo en los niños. Es cierto que son emociones muy penalizadas, pero son emociones que están ahí y que tienen un sentido. Darles la espalda no es la solución, al contrario, dan información muy valiosa sobre dónde están tus límites. Las emociones “negativas” son muy positivas (Sonríe).
Introduce también el concepto del juego, algo que, desgraciadamente, parece que perdemos al hacernos mayores. ¿Qué implica seguir jugando y cómo hay que hacerlo para contribuir a tener ese cerebro sano?
Es una pena porque el juego en todos los mamíferos es un indicativo de salud mental. Cualquier animal que deje de jugar, tenga la edad que tenga, es porque tiene un problema mental. Sin embargo, los adultos hemos dejado de jugar y no nos preguntamos si tenemos algún problema, cuando yo creo que sí. El juego es necesario porque nos permite simular la realidad, algo que necesita nuestro cerebro: jugar con lo real de manera imaginaria. Es una forma de entrenarse para que, cuando suceda realmente, tu cerebro ya lo haya podido manipular. Por otra parte, en el juego se permite el error. Cuando entras en modo juego te relajas de tal manera que puedes atreverte a hacer cosas que normalmente no haces o que en el mundo formal no suceden. Finalmente, el juego es la mejor manera que tenemos los seres humanos para aprender. Hay un neurotransmisor que se asocia al juego o al placer, la dopamina, y que es como el pegamento de la memoria, hace que se fijen los recuerdos y todo lo que aprendemos. Si no hay dopamina no hay aprendizaje. En la medida que tenemos juego en nuestro día a día generamos más dopamina y tenemos más receptividad a la hora de aprender cosas.
Algún lector puede pensar ahora mismo: diez minutos al día de juego, diez minutos de meditación, diez minutos de no hacer nada, otros diez de deporte. ¡Esto va camino de ser un estrés!
Hablo de poco tiempo para que no sea estresante, cinco o diez minutos, lo que sí que es importante es que sea cada día. Lo interesante de trabajar con distintas actividades que lo que hacen es activar distintas partes de tu cerebro y distintas ondas, por lo tanto, distinta química, es que tu vas trabajando tu flexibilidad. Si cada día vas incorporando todo esto llega un momento en que vas a tener esa capacidad de estar en cada momento en la tarea que quieras estar. Es simplemente cambiar de frecuencia o de estado mental, porque sino estamos constantemente en ondas beta, que son las que tenemos cuando estamos haciendo tareas, o en ondas zeta cuando te vas a la cama.
¿Es posible engañar a nuestro cerebro?
Más bien es al revés. El cerebro comete muchas trampas para utilizar menos energía, por ejemplo con la vista o con otros sentidos. Se puede engañar a nuestro cerebro más humano que es el neocórtex, que es donde está todo lo que tiene que ver con el pensamiento estratégico, la imaginación, el lenguaje, etc. Al cerebro emocional y visceral, que es el sistema reticular, ya es más difícil de engañar.
Albert Doménech es periodista y autor de esta entrevista de Marta Romo para La Vanguardia. Puedes seguirle en Twitter en @albertdomenech
Ópera prima de la productora «7mo Arte», cortometraje sobre la enfermedad de Alzheimer
Sinopsis:
Don Francisco es un periodista jubilado, quien al enterarse que sufre de la enfermedad de Alzheimer, cae en un dilema existencial y tomará una decisión que cambiará su vida y la de su familia. Al mismo tiempo, Lorena y Luciano, hijos de Don Francisco, tendrán que decidir sobre el futuro de su padre, dejarlo en un asilo o cuidarlo ellos mismos; situación que generará un conflicto entre los hermanos y que finalmente influirá en la determinación de Don Francisco.
Facebook: https://www.facebook.com/7moArteTls
Guión y dirección: Jack Wu
Cámara: Hamer Valladares
Producción: Jimena Tejada y Noelia Bejarano
Dirección de fotografía: Javier Zea
Dirección de arte: Noelia Bejarano
Edición y post-producción: Jack Wu y Hamer Valladares
Sonido: Ada López
Reparto:
Enrique Victoria – Francisco Navarro
Mónica Mora – Lorena Navarro
Kike Mora – Luciano Navarro
Frank Mejía – Javier Pinillos
Música:
Hammerstein Trio – Piano Trio No. 2 in E flat Major, Op. 100, 2nd Movement (Franz Schubert)
Hammerstein Trio – Piano Trio No. 2, 3rd Movement (Dimitri Shostakovich)
Steve Chan – Hopeful thoughts (Freeplaymusic)
Steve Chan – Everlasting sadness (Freeplaymusic)
«El relato, que parte con la promesa de adentrarse en un tema tan actual como la eutanasia, termina siendo un dispositivo que ahonda no sólo en la muerte, sino en las estructuras de poder dentro de una familia patriarcal (razón del título El Huaso), que determinan el actuar de sus integrantes»
El Mostrador
El drama familiar de un hombre que piensa acabar con su vida a causa de un posible Alzheimer
“El Huaso” estará durante todo agosto en Iquique , una obra que invita al espectador a ser parte de un drama familiar sobre la inminente muerte de un ser querido que pocos pueden comprender.
La obra, para quienes no leísteis la anterior entrada, trata de Gustavo, padre de familia quien está dispuesto a terminar con su vida producto de un posible diagnóstico de Alzheimer, enfermedad que mató a su madre hace cinco años y cuyo episodio aún no ha podido superar.
Carlo Guillermo Proto, realizador de esta cinta, hijo del protagonista quien decidió realizar este documental como una manera de plasmar en no más de 78 minutos el relato de su padre como una historia íntima a través de la pantalla y que tiene un final sorprendente.
La película se proyectó entre el 11 y 13 de agosto, (mañana 14 tambien al haberse suspendido la proyeccción del día de hoy) el teatro Estibadores Marítimos ubicado en San Martín 344, con una adhesión de $ 1.000, aunque habrá más pases que podéis ver aquí
Considero la enfermedad de Alzheimer (EA) como una de las más duras para la persona afectada y su entorno. Desde las primeras manifestaciones como tal enfermedad el camino es largo, exigente para la persona y su entorno, tanto familiar como social, siendo cada vez más evidente que el conocimiento del proceso por todos, desde la persona afectada a la sociedad en general, es clave para amortiguar los efectos de su desarrollo. En esto me parece fundamental la labor desarrollada por instituciones como kNOW ALZHEIMER, cuya página web os invito a visitar.
Las primeras consultas por este proceso suelen ocurrir cuando una persona o familiar acude por algunos olvidos, perdida de facultades, cambios de carácter o muy frecuentemente por la noticia de que a un conocido se le ha diagnosticado la EA. Serian los primeros síntomas de alarma que la Alzheimer´s Association ha definido en el siguiente listado:
Cambios de memoria que afectan a la vida cotidiana (de información recién aprendida, de fechas o eventos importantes, repetir preguntas…)
Dificultad para planificar o resolver problemas (liarse con el dinero o no conseguir hacer una receta de cocina…)
Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, el trabajo o en el tiempo libre. (dificultad para jugar al domino, para ir de pesca…)
Desorientación en el tiempo y lugar. (perderse en el barrio, o no saber como ha llegado a un lugar…)
Dificultad para comprender imágenes visuales y relacionar objetos en el entorno (no identificarse ante un espejo…)
Problemas nuevos con el lenguaje oral y escrito. (No reconocer el significado de una palabra, dificultad para leer…)
Colocar objetos fuera de su lugar habitual y ser incapaz de recuperarlo (dejar el mando a distancia en el frigorífico…)
Disminución o falta de juicio para tomar decisiones (descuidar la higiene, compras inadecuadas…)
Pérdida de iniciativa a la hora de tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales (dejan de involucrarse en proyectos o practicar deportes…)
Cambios en el humor o la personalidad (enfado fácil, recelos, depresión…)
Que podéis ver en el siguiente video:
Cuando alguno de estos síntomas está presentes en una persona es recomendable acudir a su médico de Atención Primaria para evaluar y establecer un plan de cuidados y seguimiento por los profesionales más adecuados.
Como ninguno de los síntomas es clave para asegurarnos su presencia, actualmente el diagnostico de la EA es fundamentalmente clínico, basado en la entrevista clínica y la exploración. Y dado que tiene un carácter progresivo es posible que el diagnostico se realice en las fases precoces o en fases avanzadas.
No disponemos de un “test de evaluación del conocimiento” que sea totalmente fiable para el diagnóstico, los existentes tienen muchas limitaciones estando influenciados por la edad, el sexo, el nivel cultural, educativo e incluso social. Los más utilizados son el Mini-Mental State Examination y el examen cognitivo de Lobo, que carecen de evidencia científica para aplicar como test de diagnostico o cribado a la población mayor de 65 años . En mi práctica clínica utilizo mucho la información que puede aportar el familiar o la persona que le cuida , a los cuales les entrego el test del informador (enlace alternativo) para que compare como era el familiar hace 5 o 10 años y como lo es en el momento actual que parece presentar un deterioro de la memoria, siendo el resultado de este test independiente de la inteligencia previa, el nivel de escolarización y de la edad. A la vez lo utilizo esta información como una herramienta de observación y seguimiento del paciente para estar alerta respecto a aquellos aspectos que nos pueden dar la clave para diferenciar el deterioro mental asociado a la edad de los síntomas de EA, y que se refiere en la siguiente tabla de la Alzheimer´s Association
Como en otras enfermedades crónicas y complejas no conocemos la causa exacta, si se han identificado algunos factores de riesgo que están relacionados con el desarrollo de la EA pudiendo realizar recomendaciones para eliminar algunos de estos factores y promover algunos factores de protección frente al deterioro cognitivo.
Poco podemos hacer frente a alguno de los principales factor de riesgo no modificables de desarrollo de una demencia como son la edad, a partir de los 65 años los casos se duplican cada 5 años, y el sexo femenino.
El nivel educativo bajo aparece como uno de los factores de riesgo más presentes en los estudios realizados, por ello elevar el nivel educativo de la población general debe ser una prioridad en la promoción de la salud.
Prevenir y tratar adecuadamente la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado repercutirá en la menor posibilidad de tener enfermedad cerebrovascular y del posterior desarrollo de demencia.
Otros factores considerados de riesgo para la EA son las alteraciones del tiroides, la depresión o el aislamiento social.
Y como factor protector se considera tener “hábitos de vida saludable”, que venimos tratando en el blog y que ya sabemos seria no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico de forma regular y llevar una alimentación sana y equilibrada, especialmente para la EA se recomienda que sea baja en grasa y alta en omega-3, vitamina B12. ácido fólico y antioxidantes, cuyo prototipo lo podemos encontrar en la dieta mediterránea.
Francisco Carlos Carramiñana Barrera – Blogs Hoy Médico de familia en el Centro de Salud de San Roque de Badajoz