Una Silla Vacía…Llena de Recuerdos, por Gloria Martín Díez

Este síndrome de la silla vacía, encierra sentimientos generados por la pérdida de un ser querido y es normal que se intensifiquen las emociones de añoranza por quién ya no está, ni lo volverá a estar.

Hay fechas que hacen que afloren los recuerdos de un pasado, en el que esa mesa estaba llena y ahora empieza a tener unas cuantas sillas vacías y resulta muy difícil combinar la esperanza y la alegría de brindar por la siguiente Navidad, sumado con la tristeza de los que ya no están.