Uno de los principales problemas de la enfermedad de Alzheimer es que se detecta tarde, es decir, cuando la patología neurodegenerativa está muy avanzada. De ahí que sea tan importante hallar herramientas fidedignas que permitan un diagnóstico precoz.
La investigación incluye test de memoria adaptados a la realidad nacional, resonancia nuclear magnética y análisis molecular
Por ello, un grupo de investigadores liderados por la doctora Andrea Slachevsky, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se adjudicó recientemente un proyecto Fondecyt Regular que le permitirá validar pruebas diagnósticas utilizables en la etapa leve, esto es, cuando el daño cerebral no es tan significativo y las capacidades cognitivas, particularmente de memoria, aún no invalidan al paciente.
Los científicos trabajarán en tres campos: el primero son los test de memoria que fueron adaptados a la realidad nacional, traducidos al castellano e incluso diseñados para población analfabeta. “Vamos a trabajar con dos herramientas que, de acuerdo a estudios previos, controlan bien la atención y evalúan adecuadamente la capacidad que tiene el sujeto para mantener la información en su mente. Esto es muy relevante porque algunos test fallan cuando la persona presenta problemas de atención o está deprimida, alterando los resultados. Por eso queremos validar los más sensibles y específicos para Alzheimer”, explica dpctpra Slachevsky, académica del Departamento de Ciencias Neurológicas Oriente y del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM).
La segunda área de estudio serán las neuroimágenes, específicamente Resonancias Nucleares Magnéticas (RNM), que utilizarán técnicas muy avanzadas para detectar la atrofia cerebral del hipocampo. Asimismo, permitirán llevar a cabo un análisis cuantitativo de los resultados, correlacionándolos con los rendimientos obtenidos en los test de memoria.
El tercer campo de acción también es muy innovador, ya que se emplearán marcadores moleculares en sangre que estudiarán alteraciones específicas propias de la etiopatogenia del Alzheimer: modificaciones anómalas de las proteínas TAU y beta amiloide. Esta herramienta diagnóstica fue producida en Chile por el doctor Ricardo Maccioni y su equipo.
Actualmente, lo que se usa a nivel mundial es un método invasivo que consiste en realizar una punción para rescatar líquido cefalorraquídeo a partir del cual se miden los niveles de beta amiloide y proteína TAU. “Nosotros desarrollamos un procedimiento alternativo en que a partir de una simple muestra de sangre se rastreará la alteración de estas proteínas. Lo interesante es que para ello usamos específicamente las plaquetas”, comenta el doctor Maccioni, director del Centro Internacional de Biomedicina (ICC).
DIAGNÓSTICO NO INVASIVO
Este marcador podría dar origen a un kit diagnóstico confiable y rápido que pudiese ser empleado a nivel asistencial para determinar si la persona sufre de un deterioro cognitivo leve, más avanzado o severo. “Esta herramienta está en un nivel de desarrollo bastante adelantado pero gracias a este proyecto podremos validarla, sobre todo porque correlacionaremos los datos con los test de memoria y las neuroimágenes”, señala el doctor Maccioni.
En el Fondecyt, que se llevará a cabo durante tres años, participarán 70 pacientes con Alzheimer leve y 70 controles, es decir, personas sin patología. “Estas personas se beneficiarán con la realización de estudios que son muy costosos y que les resultarán totalmente gratuitos, mientras que con su aporte la investigación nacional y la salud pública chilena seguirán avanzando en mejorar la calidad de vida no sólo de los pacientes, sino de todo el grupo familiar que debe convivir con la patología”, explica la doctora Slachevsky.
Si bien aún no hay fármacos que reviertan la enfermedad, una intervención temprana puede dilatar la aparición de los síntomas y la gravedad de los mismos. “Si logramos demostrar que nuestras herramientas son útiles para el diagnóstico de Alzheimer leve, uno podría aspirar a diseñar un segundo proyecto orientado esta vez a la etapa pre clínica”, dice la académica.
El doctor Maccioni agrega que uno de los grandes inconvenientes que han debido enfrentar las empresas farmacéuticas que trabajan en el desarrollo de medicamentos contra el Alzheimer, es que los estudios clínicos se efectúan con pacientes que ya tienen la enfermedad declarada. Esto se debe a la falta de un diagnóstico precoz: “No hay suficientes herramientas de monitoreo cuantitativo, esperamos que este proyecto nos ayude a mejorar esta situación”.
Finalmente, la doctora Slachevsky destaca que Chile está en deuda con las patologías neurodegenerativas: “Muchos países con menos recursos que el nuestro han instaurado planes nacionales para abordar el Alzheimer, nosotros, en cambio, en esta materia estamos al nivel de Senegal y Uganda, por eso valoramos el apoyo a este proyecto que une las ciencias básicas y clínicas en beneficio de los adultos mayores”.
En la iniciativa participan el Servicio de Salud Metropolitano Oriente (Hospital del Salvador e Instituto de Neurocirugía), el Departamento de Ciencias Neurológicas Oriente de la Facultad de Medicina, el ICC, el ICBM y el Servicio de Neurología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
POR AGENCIAS – 19/04/2010 – 18:06
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