Un respiro para los cuidadores
En ocasiones ya hemos hablado de la necesidad que tenemos los cuidadores de tomarnos un respiro, lo que es evidente es que, a menudo, nos resulta imposible tomarnos unas horas libres para poder cuidar de nosotros mismos. Nuestra salud física y mental se pone a prueba todos los días ya que cuidar de una persona que no puede hacerlo por sí misma resulta agotador. A veces deberíamos escuchar a profesionales de la psicología, etc, que nos orientan a que solicitemos el recurso de Centro de Día para que nuestro familiar enfermo se beneficie de:
- Psico-estimulación cognitiva,
- Terapia de Orientación a la realidad,
- Movilizaciones,
- Relación con otras personas…
En relación con ésto hemos encontrado que en los Centros de día STIMA disponen de salas de estimulación multisensorial que aportan muchos beneficios a las personas con Alzheimer
De esta forma los Familiares Cuidadores podemos dedicarnos a otras tareas que de otra manera quedan relegadas al olvido o simplemente cuidar de nosotros mismos para «coger fuerzas» y seguir cuidando en las mejores condiciones de la persona enferma y del resto de la familia.
Podéis decir que es falta de… el dejar a un padre o madre en un centro de día, pero si tenemos en cuenta que los cuidados que van a recibir allí son tan buenos como los que podemos darles nosotros y que tienen personal especializado para poder atenderles en caso que haya que suministrarle un medicamento o de alguna manera obligarlos a hacer ejercicio o simplemente pasear por un patio o parque y que además de ver a otras personas puedan beneficiarse de la aportación de la vitamina D que proporciona un baño de sol.
Por supuesto hay ocasiones donde el síndrome de abandono puede hacernos plantearnos el dejarlos en centro como éstos. Aunque debo decir que aun no siendo todos iguales los hay muy buenos y que podemos estar más que tranquilos.
Si lo miramos con perspectiva veremos que obligamos a nuestros hijos a acudir a guarderías, escuelas o institutos cuando ellos mismos prefieren estar en casa, pero lo hacemos por que realmente les conviene y eso les hará mejores personas y ciudadanos.
En el caso de los afectados por Alzheimer y otras demencias tengamos en cuenta que no todo pasa por tenerlos sentados en un sofá o acostados en una cama, cierto que en ocasiones no queda otra… Pero hasta que llega ese momento el enfermo puede disfrutar de otras muchas cosas como la socialización o el aire libre.
¿Por qué nos posicionamos del lado de los centros de día?
Pues simplemente porque el cuidador necesita esos minutos para poder relajarse, poder cuidar de maridos, mujeres o hijos sin tener que estar pendiente del abuelo que está en la otra habitación. Tienes que poder salir, a ti también te beneficia el ejercicio o el sol, y si quieres ir a la peluquería o tomarte una caña con tus vecinos debes poder disponer de esa tranquilidad que da saber que tienes a tu familia bien cuidada.
Debemos aprender a delegar en profesionales puedan hacerse cargo de todo lo que necesite el paciente, debemos aprender a estar tranquilos mientras no está bajo nuestro cuidado, debemos poder desconectar para retomar nuestras tareas con la mente despejada y las energías recuperadas.
Sal a dar un paseo coge del brazo a tu marido o esposa y salid a la calle disfrutad de vuestro pueblo o ciudad y sobre todo recuerda sonreír… es lo primero que se olvida y lo que se hecha de menos.
Un centro de día no va a curar el Alzheimer, incluso es probable que no necesites llevarle todos los días, pero si no te cuidas acabarás padeciendo mucho más que un ataque de pánico o stress permanente y recuerda que te necesita bien y fuerte.
En el caso que no sepas cómo avanzar en este tema o cualquiera relacionado con el Alzheimer no dudes en contactar e intentaremos darte el soporte que necesitas.
Imagen destacada de Shutterstock por Tyler Olson
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