Dos artículos publicados en el último número de JAMA en relación con la información destapada en el litigio del rofecoxib, han provocado la indignación de la revista en un editorial firmado por su Editora Jefe y su Editor adjunto. Con el título “Impugning the integrity of Medical Science: The adverse effect of industry influence” denuncian la manipulación que sufre la investigación científica en las revistas médicas y su relación con los intereses de compañías con ánimo de lucro.
El artículo de Psaty y Kronmal, refiere la manipulación a la que se sometieron los datos de mortalidad de los tres ensayos de rofecoxib en pacientes con Alzheimer. Según sus autores, los datos publicados y los facilitados a la FDA omitían datos fundamentales para valorar el riesgo real de este medicamento y concluían asegurando la buena tolerancia del rofecoxib. Sin embargo internamente, la compañía identificaba un claro incremento de la mortalidad en estos pacientes (HR 2,99; IC95% 1,55-5,77).
El segundo artículo, de Ross y cols. registran y cuantifican los casos de “escritores fantasma” en las publicaciones del rofecoxib aparecidas en la literatura médica. En este caso, el litigio contra el Vioxx ha resultado ser una un pieza clave para el acceso a los 250 documentos estudiados. Según sus autores los empleados de Merck trabajaron independientemente o a través de empresas especializadas, para elaborar los manuscritos y reclutar posteriormente a investigadores académicos para que figuraran como autores (generalmente como primer o segundo firmante).
Visto lo visto, la Editora Jefa de JAMA plantea una serie de propuestas para evitar este descrédito, y anuncia futuros cambios en el manejo de los conflictos de intereses de su revista.
Artículo original de www.hemosleido.es
16 de abril de 2008
16 de abril de 2008
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