Más de 1.100 melillenses se beneficiarán de la Ley de Dependencia en 2011

La Ley de Dependencia entra en su cuarto año de desarrollo y Melilla contará en este 2011 con más de mil cien beneficiarios, según la directora territorial del Imserso, Francisca Coll, al incorporarse los dependientes moderados (Grado 1 nivel II), que se suman a los grandes dependientes y los severos de los primeros años de la ley. En este cómputo total de beneficiarios se incluyen los aproximadamente 500 cuidadores familiares no profesionales que perciben una ayuda mensual por su servicio; el resto, hasta los 1.100, son personas que disfrutan o disfrutarán de prestaciones económicas y servicios como ayuda a domicilio, teleasistencia, o acogimiento residencial.

Explicó la responsable del Instituto de Mayores de Melilla que en este 2011 continúa desarrollándose la aplicación de la Ley de Dependencia que entró en vigor en 2007. De acuerdo al calendario de aplicación de la ley, este año se incluyen en las ayudas (prestaciones económicas y servicios), los dependientes moderadores (Grado 1 nivel II), que podrían ser unas doscientas personas, que se sumarán a los que ya se atienden, como son los grandes dependientes y los dependientes severos.

Se estima que con la incorporación de estos 200 dependientes moderados, -que a partir de febrero y marzo empezarán a ser beneficiarios de las prestaciones que marque la ley-, serán 1.100 los melillenses que en 2011 serán beneficiarios de la Ley de Dependencia. En este grupo hay que incluir los 450-500 familiares con el reconocimiento de cuidador no profesional, de los que 350 reciben una prestación y están dados de alta en la Seguridad Social. El presupuesto del Imserso en Melilla para hacer frente a todos estos gastos es de 4 millones de euros.

En este cuarto año de aplicación de la Ley de Dependencia, «hemos ido creciendo tanto en el número de prestaciones como en el de beneficiarios». Recordó Francisca Coll los requisitos para ser beneficiarios de la Ley: ser español de cualquier edad, tener reconocido el nivel y grado de dependencia a través del Imserso, residir en Melilla y en el caso de los extranjeros, llevar cinco años en la ciudad. Desde el arranque de la ley, se han recibido en el Centro Base del Imserso un total de dos mil solicitudes de melillenses interesados en ser beneficiaros. Ya se ha valorado el 53% del total y de ellos, se extrae como conclusión que la mayoría son mujeres mayores de 65 años.

Comentó que el Consejo Territorial de Discapacidad trabaja ya para establecer los servicios y prestaciones a los que podrán acceder los nuevos beneficiarios de la ley. Manifestó Francisca Coll que con este colectivo de personas, el de los dependientes moderados, se va a incidir muy mucho en una vía de actuación concreta como es la prevención, «que va a ser una prioridad para mitigar el agravamiento de su estado».

Asimismo, en función de sus necesidades, podrían ser perceptores de los servicios de «promoción de la autonomía personal, teleasistencia, ayuda a domicilio y centro de día, y las prestaciones económicas vinculadas al servicio o relacionados con los cuidados al entorno familiar». También «vamos a incentivar» la promoción de la autonomía personal por cuanto busca desarrollar «la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por iniciativa propia, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias, así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria».

Aunque aún no se han definido las prestaciones que recibirán los dependientes moderados, se baraja la inclusión de las terapias ocupacionales, las de atención temprana que actualmente se desarrollan para niños de 0 a 6 años en el Centro Base, las de mantenimiento y recuperación de la autonomía personal, las de recuperación psicosocial para personas con discapacidad intelectual, y también los cuidados en alojamientos personales. Lo que sí está claro es que todos ellos serán beneficiarios del servicio de teleasistencia, que será complementario a todas las prestaciones que se dispongan en el programa personal de cada una de estas personas. También el programa de ayuda a domicilio, buscando que los beneficiarios puedan seguir en sus hogares.

Además se mantienen los servicios del centro de día. «Las prestaciones económicas oscilarán entre los 300 y los 180 euros dependiendo de si son vinculadas al servicio y las del cuidador del entorno familiar».

Francisca Coll comentó que en estos cuatro años de la aplicación de la Ley de Dependencia también se han llevado a cabo actuaciones paralelas dirigidas a las personas dependientes, como las ayudas para apoyar los trabajos de accesibilidad o adaptación del hogar, o los cursos de formación que ha impartido Cruz Roja en los que han tomado parte unos 300 cuidadores no profesionales «y en los que vamos a incidir». En estos trabajos se incluye, pero ya de cara al futuro, en especial dirigido a la atención de los dependientes moderados, la apertura en 2012 del nuevo centro de recursos para la promoción de la autonomía personal de las personas con discapacidad física, que se ubicará en la antigua residencia de Polavieja.