Detección precoz del Alzheimer mediante biomarcadores
Los procesos patológicos que llevan a la aparición clínica de demencia tipo Alzheimer (depósitos de amiloide, deposito de proteína Tau forforilada, pérdida de sinapsis, muerte neuronal) se inician en el cerebro alrededor de dos décadas antes que la enfermedad sea evidente críticamente.
Daniel Seinhart, jefe de evaluación Cognitiva del Anciano del Hospital Italiano, explicó que «durante este periodo, clínicamente silencioso, se van acumulando estas alteraciones hasta que, cuando alcanzan determinado umbral, aparecen los síntomas». «Cuando aparecen los síntomas estos son, en realidad, equiparables a una «insuficiencia del órgano», en este caso el cerebro», indicó Seinhart.
En vivo
El especialista remarcó que «las alteraciones preclínicas mencionadas se conocen desde hace muchos años, fundamentalmente por estudios de autopsia». «La novedad es que en los últimos años se han desarrollado técnicas que permiten detectarlas en vivo, en el momento que las alteraciones se están produciendo», comentó el médico.
Seinhart destacó que en la actualidad el principal uso de biomarcadores «es la investigación, no estando definido aún su rol en la clínica cotidiana en el diagnóstico de Alzheimer». Al respecto, añadió que «por el momento el diagnóstico de esta enfermedad se sigue haciendo sobre bases clínicas, con apoyo de los métodos complementarios tradicionales».
«Existen propuestas de incorporar los biomarcadores al diagnóstico de Alzheimer, lo que permitiría definir la presencia de la enfermedad cuando la misma este dando sus primeros síntomas», puntualizó.
Etapa previa
El especialista destacó que los pacientes con Alzheimer cuando empiezan con síntomas «pasan por una etapa previa de deterioro cognitivo leve hasta que sobreviene la demencia, pero también pacientes depresivos o con otras condiciones no progresivas que afectan el rendimiento cognitivo pueden reunir criterios de ser catalogados como portadores de deterioro cognitivo leve, de modo que esta entidad carece de especificidad diagnóstica».
«En otras palabras, dentro del espectro de deterioro cognitivo leve se ubican pacientes con enfermedades progresivas como el Alzheimer y pacientes con condiciones no progresivas como, por ejemplo, la depresión u otros trastornos que afectan la esfera cognitiva», enfatizó. En ese sentido, el especialista explicó que «no existe hasta ahora una forma de diferenciar, con la suficiente precisión, que pacientes con deterioro cognitivo leve tienen, como causa del síndrome, enfermedad de Alzheimer y quienes no».
«La diferencia en el pronóstico y el tratamiento entre un tipo de paciente y otro amerita un esfuerzo adicional para lograr esta diferenciación», comentó….
Biomarcadores
Para Seinhart, el uso de los biomarcadores en esta etapa «podría ser de utilidad» y puso como ejemplo a Bruno Dubois, un destacado investigador francés, que «propuso en 2007 que los pacientes con deterioro cognitivo leve de tipo amnésico (variante del deterioro cognitivo leve en donde la falla cognitiva radica en la memoria) que tengan un biomarcador positivo no deberían ser catalogados más en la clínica asistencial como portadores de deterioro cognitivo leve, sino como portadores de enfermedad de Alzheimer en etapa pre-demencia, llamando a esta etapa Alzheimer prodrómico«.
«Actualmente estamos haciendo diagnóstico de Alzheimer exclusivamente cuando el paciente esta ya en etapa de demencia, pero la enfermedad ya está presente desde décadas antes del diagnóstico», manifestó Seinhart.
El especialista dijo que «si esta situación se diera en otras ramas de la medicina solo haríamos diagnóstico de hepatitis cuando el paciente ya tiene cirrosis complicada o solo haríamos diagnóstico de enfermedad coronaria cuando el paciente ya tiene miocardiopatía dilatada isquémica».
«Es evidente que en Alzheimer se requiere un cambio de paradigma y eso es lo que se está produciendo actualmente, con ayuda de los biomarcadores», concluyó.
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