Hay un fantasma
duerme, en nuestro presente
no se esconde en el altillo
para asustar a la gente
este, es muy pillo
se esconde, en nuestra mente.
Espera agazapado
siempre, tan apurados
ignoramos, su presencia.
Pasa el tiempo, él, descansa.
Sin darnos cuenta
empezamos, a sentir ausencias
ahí, en el ocaso, empieza su trabajo.
A destajo y sin miramientos
nos va robando la memoria
nos confunde el pensamiento.
Quedan nuestros recuerdos
rodando, como en la noria.
Caen hacia adelante, solo los de antes
se nos pierden, en aguas oscuras
los recuerdos del ahora.
Fantasma, que te alimentas
de mi cerebro desvaído.
Omnipotente, latente
haciéndote el distraido
esperaste, avanzaste.
Fantasma, impiadoso
tarde, te descubrí.
Alzheimer, triste demencia senil
hiciste, de mí, un ambages
del que no puedo salir.
Maribel
http://poesiamas.net
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