El día menos pensado
La pèrdida de la madre es uno de los mayores traumas que debemos afrontar, pero hay algo todavìa más duro, que la mujer que nos dio la vida desconecte de la realidad para quedar varada en el olvido, la terrible sombra del Alzheimer.
El escritor valenciano Alberto Gimeno viviò ese drama por partida doble, su madre y su tìa enfermaron casi al mismo tiempo, y ha tenido la valentìa de volcar la terrible experiencia en una novela que tiene tambièn un doble propòsito. Un exorcismo para èl y un lenitivo destinado, principalmente a los hijos varones de las enfermas de Alzheimer.
«El germen de la novela fue un diario de 40 pàginas que escribì en el 2002, cuando mi madre empezò a manifestar los primeros sìntomas de la enfermedad», dice Gimeno. «Pero no se trata de un mero testimonio filial sino de un relato concebido como un ‘thriller’ con una progresiòn dramàtica y narrativa«.
Aparte de una terapia personal para èl mismo, Gimeno ha escrito esta novela pensando, sobre todo, en los hijos varones de madres con Alzheimer. «Mi mensaje es que se desvinculen emotivamente para no sufrir demasiado. El Alzheimer es un suicidio afectivo, uno se mata como hijo. Hay que enfrentarse a un sentimiento visceral de desconexiòn con lo que significò la idea de madre, romper por segunda vez el cordòn umbilical».
En la piel de Mario Martín, protagonista de su libro y funcionario pùblico como èl, Gimeno describe el irreversible proceso que experimentan su madre y su tìa, desde una fase inicial de despistes y desvarìos, que tiene un componente humorìstico y surrealista, a la progresiva decadencia fìsica, que culmina en un estado vegetativo, aunque èl prefiere usar la palabra ‘larvario’, pues los vegetales tienen cierta vida.
Gimeno comenta el evidente paralelismo de su libro con ‘Arrugas’, el exitoso còmic de Paco Roca llevado al cine. «Arrugas refleja el Alzheimer en un hombre y en un ambiente de residencia, mientras mi novela se sitùa en un domicilio particular y la enferma es una mujer. Son las dos caras de la misma terrible moneda, pues el enfermo de Alzhèimer es un màrtir que martiriza».
Debido a su dramàtica situaciòn, la familia de Gimeno fue una de las primeras en obtener ayudas derivadas de la Ley de Dependencia, pese a ello fueron seis años de calvario para los tres hermanos.
«Cuando se presenta en la familia la enfermedad, una de las decisiones màs importantes que hay que tomar es si hay que llevar al enfermo a algùn centro o cuidarlo en casa, comenta Gimeno. «Mi consejo es que sòlo se adopte la segunda vìa si los hermanos se llevan muy bien, pues en caso contrario surgiràn constantemente conflictos. Si hay buena relaciòn pasar por esta experiencia fortalece la uniòn entre los hermanos«.
Alberto Gimeno obtuvo, en 2003, el premio de narrativa Blasco Ibàñez por la novela La Sagrada Familia, escrita en colaboraciòn con Cèsar Gavela, y en 2009, una menciòn especial del jurado en la vigèsima ediciòn de los Premios de la Crìtica Literaria valenciana por Hotel Dorado. Tambièn ha publicado poesìa y artìculos de ensayo y crìtica literaria en distintos medios.
Fuente: El Mundo.
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