«La Vitamina D3 ayuda a eliminar las proteína amiloidótica en la enfermedad de Alzhéimer potenciando el sistema inmunitario de los macrófagos»
La falta de un tratamiento eficaz en una enfermedad en la que el agente infeccioso empieza a darse como productor evidente, nos anima a pensar que al menos es posible la potenciación del sistema inmunitario de una forma tan fácil como aportar vitamina D3.
Parece no caber duda que la dieta mediterránea y el ejercicio físico por lo menos retrasan la evolución de EA.
El sello mas característico de la EA es el depósito de proteínas en el cerebro y de ellas la más abundante es la amiloidòtica Ap-42. Recientemente “, Milàn Fiala, MD, de la Escuela de Medicina David Geffen en la Universidad de California en Los Àngeles, Alz Dis. 2012;29:51-62. Abstract y divulgada a través de Medscape por Megan Brooks ( Studies Show How Vitamin Helps Clear Amyloid in AD March 15, 2012). “La Dra. Fiala afirma que la vitamina D3 protege al cerebro a través del sistema inmunológico siempre que se mantengan altos niveles de Vitamina D3 (25-hidroxi vitamina) independientemente de la falta de sol ” El estudio también apoya la creciente evidencia de que los niveles adecuados de vitamina D “puede ser un factor clave en la prevención de la EA”, dicen los investigadores. Su trabajo fue publicado 6 de marzo en el Diario de la Enfermedad de Alzheimer.
Los macrófagos inmunes innatos son necesarios para el aclaramiento de la proteína AP-42 y para el mantenimiento de la función normal del cerebro. Este proceso de fagocitosis es defectuoso en los pacientes con EA.
En estudios de laboratorio anteriores, el Dr. Fiala y sus colegas identificaron 2 tipos de macròfagos en los pacientes con EA, macròfagos tipo I y tipo II. Ellos encontraron que la función de los macròfagos de tipo I puede ser mejorada mediante la adición de vitamina D3 y curcuminoides, una forma sintética de la curcumina, un compuesto químico presente en la especia cúrcuma. Los macròfagos tipo II por otro lado, se mejoran solamente por la adición de vitamina D3. Sin embargo, el mecanismo exacto de estos efectos sigue sin estar claro, hasta ahora.
En sus últimos estudios de laboratorio, el equipo aisló los macrófagos de las muestras de sangre tomadas de pacientes con AD y controles sanos. Se incubaron las células durante la noche con Ap-42, algunos en presencia de la vitamina D3 y / o curcuminoides y observaron que la vitamina D3 activa un canal específico del cloro, CLC-3,
Se desprende de este trabajo que la vitamina D3 puede “sintonizar de nuevo los macròfagos para fagocitar la Ap-42 soluble en la AD mediante la regulaciòn de la funciòn de ambas proteìnas extranucleares (es decir, la señalización no genómica, sino la potenciación del sistema inmunitario innato y parece que las formas activas de la vitamina D “atenúan los efectos nocivos de la Ap-42 en la señalización celular en las neuronas corticales y células inmunes.” Estos hallazgos apoyan la “recientes especulaciones de que la suficiencia de vitamina D puede ser un factor clave en la prevención del Alzheimer”, aunque la adicción de Curcuminoides sòlo activa dèbilmente este canal de cloruro, y sòlo en el tipo I de los macròfagos.
La vitamina D3 también ayuda a activar la transcripciòn genètica del canal de cloro y el receptor de la vitamina D3 en los macròfagos de tipo II.
Se pidieron comentarios a David J. Llewellyn, PhD, de la Universidad de Exeter, dijo: “Este estudio esclarecedor se suma a la evidencia emergente que la vitamina D puede desempeñar un papel neuroprotector importante en el ser cerebro humano “.
El Dr. Llewellyn y sus colegas recientemente aportaron a Medscape evidencia que la deficiencia de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de deterioro cognitivo en personas de edad avanzada. Los suplementos nutricionales con vitamina D3 también se ha demostrado que protege contra el declive cognitivo en los ancianos.
La relaciòn con la alimentaciòn de las enfermedades demenciales son motivo de un continuo comentario, aunque ninguno parece interesarse por su primera etiologìa que muy posiblemente està en el virus del herpes tipo 1. No cabe duda que este germen nos afecta muy precozmente y habita en un alto porcentaje de cerebros de personas mayores, despuès sigue un curso tòrpido y y dependiendo de nuestra inmunidad y de estrès adquiridos, se reactiva el virus y el fenòmeno inflamatorio cerebral en general
No obstante estas son las armas que tenemos en la actualidad y hay que usarlas.
Fuente: Dr. Enrique Rubio
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