Uno de cada cinco mayores que viven en un geriátrico está atado.
España supera la media en el uso de inmovilización, casi uno de cada cinco ancianos que residen en la actualidad en alguno de los geriátricos asistidos de Cataluña vive permanentemente sometido a sujeciones físicas, en muchas ocasiones de forma innecesaria.
Así lo ha apuntado el informe interno «Uso racional de las contenciones físicas», elaborado por el Servicio de Inspección y Registro del Departamento, que data exactamente la cifra de las personas mayores en esta situación en un 17,8 %, una cifra que se eleva al 35,5% si se tiene en cuenta sólo a aquellos que padecen algún tipo de demencia.
El estudio, que ha recogido datos de 150 geriátricos asistidos privados y 14 públicos en los que residen un total de 8.654 ancianos –lo que representa un 16,3 % del total de residencias asistidas de Cataluña– señala además que la mitad tienen diagnosticada alguna demencia.
El informe también recuerda que la legislación contempla pocos supuestos en los que se deba utilizar la contención física, y por ello recomienda «retirar las medidas de sujeción inadecuadas, e incorporar actividades de dinamización o terapéuticas y la atención digna a la incontinencia» para mejorar el bienestar de los residentes».
Así, para evitar estas situaciones, proponen alternativas como la estimulación física, con paseos diarios, deambulaciones asistidas, ejercicios de psicomotricidad o masajes; la utilización de butacas ergonómicas; el incremento de los cambios posturales y una revisión del estado de salud para averiguar las causas reales que motivan las caídas o la agresividad de los ancianos.
Por otro lado, muchos inspectores han denunciado que a veces, aunque las familias y los profesionales teóricamente están en contra de las inmovilizaciones, no se lo cuestionan a fondo y se generaliza su práctica. Esto se debe a que España está habituada al uso de la inmovilización, por lo que su media respecto a otro países del mundo es superior.
Así lo ha apuntado el informe interno «Uso racional de las contenciones físicas», elaborado por el Servicio de Inspección y Registro del Departamento, que data exactamente la cifra de las personas mayores en esta situación en un 17,8 %, una cifra que se eleva al 35,5% si se tiene en cuenta sólo a aquellos que padecen algún tipo de demencia.
El estudio, que ha recogido datos de 150 geriátricos asistidos privados y 14 públicos en los que residen un total de 8.654 ancianos –lo que representa un 16,3 % del total de residencias asistidas de Cataluña– señala además que la mitad tienen diagnosticada alguna demencia.
El informe también recuerda que la legislación contempla pocos supuestos en los que se deba utilizar la contención física, y por ello recomienda «retirar las medidas de sujeción inadecuadas, e incorporar actividades de dinamización o terapéuticas y la atención digna a la incontinencia» para mejorar el bienestar de los residentes».
Así, para evitar estas situaciones, proponen alternativas como la estimulación física, con paseos diarios, deambulaciones asistidas, ejercicios de psicomotricidad o masajes; la utilización de butacas ergonómicas; el incremento de los cambios posturales y una revisión del estado de salud para averiguar las causas reales que motivan las caídas o la agresividad de los ancianos.
Por otro lado, muchos inspectores han denunciado que a veces, aunque las familias y los profesionales teóricamente están en contra de las inmovilizaciones, no se lo cuestionan a fondo y se generaliza su práctica. Esto se debe a que España está habituada al uso de la inmovilización, por lo que su media respecto a otro países del mundo es superior.
La Razón, 29 Abril 2012
Image | Heraldo Sanitario de OREGÓN
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