Quiero que leas esta carta (VI)

«Cartas del Alzheimer»

Estoy escribiéndote a ti; es cierto, no me conoces, no te conozco. Sin embargo, más importante que conocernos es saber que existimos y que a alguien le importamos. Me gustaría que tú fueses permeable al amor y que sientas esto como algo especial y solo para ti. Hoy eres el protagonista de esta historia! ¿Qué tiene de particular todo esto? Nada, simplemente quiero acercarme a tu corazón y hacerte saber que en algún lugar del mundo hay una persona que hoy, está pensando en ti… aún sin conocerte. Todo lo demás dependerá del modo en que mires las cosas.

Hay varias posibilidades y si consigues comprenderlas, harán siempre de ti una persona capaz de vivir el día a día sin importarle recordar el ayer. Puede haber un mañana sin memoria pero nunca habrá un ayer sin recuerdos. Y ojalá jamás olvides que hay un ser que guía nuestras vidas y al que llamamos Dios y que Él siempre nos conduce por caminos tal vez incomprensibles para nosotros, pero los mejores caminos para nuestro porvenir. Que lo que realmente importe sea tu forma de sentir, vivir y disfrutar la vida; y que este día a día que tenemos delante de nosotros sea el mas importante.

Por lo tanto cuida siempre lo que sucede en tu interior y muéstrales a quienes te rodean, tus sentimientos al desnudo; pues así ellos podrán comprenderte y brindarte con amor, todo lo que necesites. Siempre deja una puerta abierta a la esperanza. De la misma manera que permíteles saber todo lo que sientes, para que juntos puedan transitar tus recuerdos y tus olvidos, ellos son parte de tu vida y harán la diferencia. Pues esa persona que cuida de ti, que te acompaña, desea que estés bien y te sientas mejor. Permite decirte entonces, que no importa si nunca nos cruzamos o tal vez que tampoco vayas a recordarme, porque lo que verdaderamente importa es que me has permitido llegar hasta ti y que siempre recordaré esta carta que te escribo. Habiéndote dicho todo esto y esperando me hayas comprendido, solo me resta agradecerte el haberme permitido llegar a tu corazón con esta pequeña carta, en la que he puesto mi amor.

Alguien, a quien si gustas puedes llamar amiga,

Yayi