Somos criaturas musicales de forma innata
desde lo más profundo de nuestra naturaleza.
Stefan Koelsch
¿Qué dice la neurociencia sobre las emociones evocadas por la música?, ¿Cómo el cine se aprovecha del poder de la música para dirigir a los espectadores?. Punset entrevista a Stefan Koelsch, prof. de psicología de la música, Freie Universität Berlin.
El cantante Manolo García nos explicará la unión que experimentan los músicos con su público en los recitales.
Eduard Punset: El gran músico Stephan Koelsch, músico y psicólogo y el mejor neurólogo, es el que nos ha puesto de manifiesto que nada influye tanto, tiene un impacto tan trascendental sobre el cerebro, como la música.
Sabes, algunos de tus amigos me dicen que nada tiene más impacto sobre el cerebro que la música en el sentido de que afecta la memoria, incluso afecta el movimiento, las emociones, lo afecta prácticamente todo. Quiero decir, ¿la música es tan importante o crees que no hay para tanto?
Stefan Koelsch: Creo que es muy importante y que, de hecho, se le podría dar la vuelta a la pregunta y plantearnos si hay alguna parte del cerebro que no se vea influida por la música. Así pues, ¿qué está ocurriendo en el cerebro de los que hacen música?
Mientras producen sonidos, los escuchan y los coordinan con sus propios movimientos y con su propia producción de sonidos, recuerdan lo que han producido antes, así como lo que producirán después. Quizás recuerden la canción, la letra… Se miran, se genera actividad emocional. En general, cuando la gente compone música en común, se lo pasa bien, disfruta estando con los demás, disfruta comunicándose con los otros y todos esos procesos diferentes hacen que el cerebro humano se comprometa con toda su riqueza y colorido, por decirlo de alguna manera.
Eduard Punset: Este mundo de la música parece tan dirigido por las emociones… Según parece, has llevado a cabo unos experimentos en Camerún. Lo que intentaste demostrar en aquel experimento fue que la cultura, una cultura concreta, no afectó las emociones inspiradas por la música, es decir, juntaste un aborigen, un ingeniero muy sofisticado, procedentes de dos hemisferios del mundo totalmente distintos y, sin embargo, reaccionaron igual.
Las emociones y la música
Stefan Koelsch: Fue un estudio sobre el reconocimiento de las emociones en la música. Uno de mis estudiantes de doctorado viajó al norte de Camerún e hizo una investigación con personas que nunca habían escuchado música occidental antes.
Estas personas fueron capaces de decir: “esta pieza suena bastante alegre, esta otra bastante triste y aquella bastante aterradora”. Suponemos que es porque en la tradición musical occidental la música triste imita la prosodia de una voz triste: tonos bajos que van disminuyendo el timbre, por ejemplo, un tempo que no sea rápido, sólo pequeñas variaciones de tono. Parece ser que cuando se codifica en forma de música, aunque nunca hayamos escuchado dicha música antes, somos capaces de reconocer qué emoción expresa la pieza en cuestión.
Eduard Punset: Déjame que te haga otra pregunta. ¿Por qué cuando estoy triste y me siento solo –algo que me ocurre muy raramente, pero a veces puedo sentirme triste y solo– por qué la música me anima si es algo, sabes, movido, “pam pam pam pam”?
Y, en cambio, cuando estoy muy excitado, ¿por qué pasa al revés, la otra música me calma?
Quiero decir, ¿cómo puede ser que la música te anime o, por el contrario, te tranquilice? No me parece demasiado lógico.
Quiero decir, ¿cómo puede ser que la música te anime o, por el contrario, te tranquilice? No me parece demasiado lógico.
Stefan Koelsch: Eso nos muestra que, en primer lugar, la música tiene esa capacidad de ayudarnos a cambiar nuestro estado de ánimo, si lo deseamos. Desde la neurociencia sabemos que la música es muy poderosa a la hora de activar cada una de nuestras estructuras emocionales en el cerebro. Cuando llevamos a cabo experimentos neurocientíficos, vemos que podemos modular la actividad en prácticamente cualquier estructura cerebral emocional gracias a las emociones que despierta la música.
Esto significa que la música es capaz de evocar el núcleo mismo, el núcleo de las estructuras cerebrales responsables y creadoras de nuestro universo emocional,algo muy importante también para las terapias donde podemos intentar aplicar la música para ayudar a aquellos pacientes que padecen trastornos de sus estructuras cerebrales y que están relacionados con las emociones, que tienen algo que ver con las emociones, no sólo la depresión sino también el trastorno provocado por un estrés post-traumático, en parte también los trastornos por ansiedad, los individuos que han padecido traumas a causa de abusos u otras causas, por lo que tenemos un amplio horizonte a la hora de aplicar de forma más sistemática y generalizada la música como terapia.
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