COLOMBIA PÁEZ
ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
El Alzheimer es una enfermedad debilitante y progresiva que no discrimina etnia ni condición económica o social, cuyo pronóstico de incidencia para el año 2050 es de más de 13 millones de afectados. Sin embargo, estas cifras podrían decrecer gracias a los avances tanto en exámenes oculares de detección temprana, como al desarrollo de una vacuna cuyos resultados en las pruebas clínicas han sido promisorios.
En el Miami Jewish Center Health Systems se realizan diferentes estudios clínicos con el objetivo de frenar o disminuir la progresión de la enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia que termina incapacitando a la persona hasta llevarla a la muerte.
“Sabemos que la enfermedad empieza años y posiblemente décadas antes de que se presenten los síntomas y creemos que la causa central es la formación de dos toxinas en el cerebro”, explica el doctor Marc Agronin, director de la Unidad de Salud Mental e investigador clínico del Jewish Center Health Systems. “Una es llamada Beta-Amylod y la otra es una formación anormal de la proteína conocida como TAU. El problema es que no se puede detectar la formación de estas proteínas y no se sabe entonces quiénes están en riesgo a desarrollar la enfermedad. Cuando el paciente presenta síntomas es porque la enfermedad obviamente ya se ha desarrollado, haciendo difícil reversar el proceso o remediar el daño que ya se ha presentado”.
En el pasado la única forma de detección era la extracción de una muestra de tejido cerebral, “pero obviamente esta no es forma realista de hacer el diagnóstico”, agrega el especialista.
En los últimos años se ha incrementado la investigación sobre esta enfermedad y se ha desarrollado un tipo de escáner cerebral que permite identificar las proteínas tóxicas que la desencadenan.
“Lo más novedoso que hay ahora es un tipo de examen ocular por medio del cual se puede detectar la presencia de esas proteínas perjudiciales”, explica el doctor Agronin. “Estamos haciendo pruebas clínicas con el test de ojos Sapphire II, que nos permite detectar huellas de la proteína Beta-Amyloid. Esta es una forma más sencilla para detectar la presencia de la enfermedad”.
Explica que la razón más importante de estas pruebas, es poder iniciar un tratamiento en las etapas más tempranas de la enfermedad, cuando aun no se han empezado a presentar síntomas, y frenar su desarrollo.
Un método que se ha propuesto para detener la progresión del Alzheimer cuando ya se han detectado las proteínas tóxicas, es usando el propio sistema inmunológico.
“Así como las células blancas están entrenadas para reconocer, atacar y eliminar bacterias y virus de nuestro cuerpo, la idea es enseñar a nuestro sistema inmunológico a identificar estas proteínas y de hecho lo hemos logrado con ratones aplicándoles una vacuna que limpia el cerebro de esas toxinas”, explica el investigador. “Con los humanos es más complejo: hay dos formas diferentes de abordar el problema. Una es suministrando al paciente la vacuna para enseñar a su sistema inmunológico a reconocer las proteínas tóxicas, reaccionar en contra y deshacerse de estas. La otra forma es mediante el uso de anticuerpos. En este caso sería un anticuerpo que se le pegara a las proteínas tóxicas en el cerebro para que las células inmunológicas vayan tras ellas y las ataquen”.
En algunos casos ya se ha aplicado el recurso de anticuerpos, haciendo que disminuya el desarrollo de la enfermedad, dice el doctor Agronin y enfatiza que las vacunas y las pruebas de ojos han sido desarrolladas por una compañía farmacéutica.
Añade que aunque hay diferentes medicinas en el mercado para la enfermedad de Alzheimer, estas producen mejoría de los síntomas pero no frenan su progreso, mientras que con estas nuevas pruebas se detendría su progresión.
El doctor Agronin destaca que el Miami Jewish Health Systems es un centro donde se tratan diferentes problemas de salud. “No hacemos solamente estudios clínicos, somos un centro de atención de la memoria y atendemos a pacientes con problemas de comportamiento. Proveemos apoyo y ayuda a quienes padecen problemas ligeros con la memoria”.
De acuerdo con el último informe entregado por la Alzheimer’s Association en el reporte Facts & Figures 2013, en Estados Unidos una de cada tres personas mayores muere con Alzheimer u otro tipo de demencia, habiéndose incrementado en un 68 por ciento la mortalidad por esta causa. En la Florida viven 450,000 personas con esta enfermedad. Los costos en cuidados de salud relacionados con esta condición alcanzarán los $203 billones de dólares este año.•
Fuente | http://www.elnuevoherald.com/2013/04/17/1455390/avances-en-la-deteccion-del-alzheimer.html
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