Un total de 1,5 millones de personas padecerá Alzheimer en España en 2050 a consecuencia del progresivo envejecimiento de la población, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), que señala que esta demencia es padecida en la actualidad en el mundo por 36 millones de personas y en España por unas 800.000 personas. En general, en 2050, podría haber más de 113 millones de afectados en todo el mundo. Con el objetivo de disminuir la incidencia de esta enfermedad en la población, los expertos apuestan por tomar medidas preventivas como practicar ejercicios físicos y de entrenamiento cognitivo, seguir una alimentación adecuada y controlar correctamente los factores de riesgo vascular.
«Un estilo de vida dirigido a cuidar los factores de riesgo vascular, estimular la actividad mental y fomentar la interacción social, favorece la formación de nuevas neuronas y a nuevas conexiones», ha precisado el coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Pablo Martínez-Lage. De esta forma, en palabras de este experto, se contribuye a incrementar la reserva cerebral sobre la que se basa la capacidad del cerebro para defenderse de un proceso patológico como el Alzhéimer y permite retrasar la aparición de la enfermedad. Por tanto, «este tipo de intervenciones podrían en un futuro reducir el número de casos», ha precisado. Este experto ha apostado también por potenciar la investigación sobre la detección del proceso fisiopatológico del Alzhéimer en personas asintomáticas y los factores que en ellas se asocian al desarrollo de los síntomas con el objeto de sentar las bases de una futura prevención específica de la enfermedad mediante estrategias terapéuticas dirigidas a modificar los mecanismos y el curso de la enfermedad.
El diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer en fase de demencia leve sigue siendo una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes. «No se trata de preocuparse si, en un momento dado, no se recuerda un dato o se olvida lo que estaba haciendo o pensando, sí se debe acudir al médico cuando se detecten fallos reiterados en la memoria reciente. Acudir pronto al neurólogo es otra de las claves para poder tratar y, así, ralentizar esta demencia», ha argumentado Martínez-Lage. Pese a que todavía esta enfermedad no tiene cura, existen fármacos que han demostrado eficacia a la hora de mejorar los síntomas cognitivos, conductuales y funcionales e incluso estabilizar entre seis y dieciocho meses la evolución de los síntomas. Desde la Sociedad Española de Neurología creen necesario instaurar un plan estratégico anti-Alzheimer, «semejante al que existe en Francia, en Gran Bretaña o en Alemania». «Sería fundamental para optimizar el diagnóstico y el tratamiento, mejorar el acceso y gestión de los recursos y promover la investigación», ha apostillado este experto.
No tienen un tratamiento adecuado
Por otra parte, más de 170.000 personas sufre Alzheimer en fase leve y el 45 por ciento sufre Alzheimer en fase moderada, según los últimos estudios de las Asociaciones de Familiares de enfermos de Alzheimer. Sin embargo, las personas que sufren esta enfermedad en fase leve carecen de recursos terapéuticos adecuados y se ven obligados a esperar a que la enfermedad avance para acceder a un Centro de Día en el que puedan recibir terapias que mantengan su autonomía y su funcionalidad, denuncia la fundación Vianorte-Laguna.
En general, el 70 por ciento de las personas entre 65 y 90 años que sufren esta enfermedad son mujeres. Actualmente, los esfuerzos de investigación relacionados con la enfermedad de Alzheimer se centran en conseguir marcadores diagnósticos preclínicos precisos y eficientes y tratamientos protectores para individuos en riesgo, señala el director Científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer, creada por la Fundación Reina Sofía y gestionada por la Fundación CIEN, el doctor Pablo Martínez Martín.
Fuente: Europa Press
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