Un canadiense de 84 años enfermo de Alzheimer permaneció durante tres semanas recluido en un centro de detención del aeropuerto londinense de Heathrow y acabó muriendo esposado.
Se llamaba Alois Dvorzac, era canadiense y no tenía papeles. Sufría una demencia severa cuando fue detenido el pasado mes de enero en el aeropuerto de Gatwick mientras intentaba pasar a Reino Unido. El médico que examinó al «frágil» anciano estableció que no era apto «para ser detenido o deportado; requiere asistencia social». Aún así fue enviado a Harmondsworth. Y aunque los papeles de la deportación ya estaban listos en ese centro, el médico truncó los planes de Inmigración al prohibir que el paciente cogiera un avión.
El centro penitenciario está siendo investigado por otros muchos casos
MÉDICOS HABÍAN AVISADO SOBRE SU SALUD
Es uno de esos «casos chocantes en el que se perdió toda humanidad», lamentaba el servicio de inspección general de la administración penitenciaria (HMIP) en un informe que redactó tras una visita, en agosto, al centro de detención de Harmondsworth, cerca del aeropuerto.
Los médicos habían avisado que el estado de salud de este canadiense no permitía que fuera detenido ni expulsado, pero finalmente no fue liberado y su caso no fue remitido a los servicios sociales. Finalmente, el anciano murió en el hospital tras pasar tres semanas en el centro de detención y cuando llevaba esposado cinco horas, asegura el informe.
El centro penitenciario está gestionado por la empresa privada GEO, que ya se ha defendido argumentando que los «detenidos no son sistemáticamente esposados»; por su parte, la justicia británica ya ha abierto una investigación para esclarecer las causas que se encuentran detrás del suceso.
El secretario de Estado de Inmigración, Mark Harper, consideró que el uso de esposas «en un caso semejante parece completamente injustificado y no debe repetirse». «Está claro que la gestión de la empresa a cargo de Harmondsworth no responde a las normas establecidas», añadió, asegurando que «vigilarán de cerca» el centro.
El informe menciona otros casos, como el de una persona en silla de ruedas que fue esposada en el trayecto al hospital sin que hubiese motivo y el de un hombre -que estaba sedado- al que también le fueron colocadas unas esposas mientras se le practicaba una angioplastia en el hospital.
Además, el informe cita el caso de once personas que llevan más de un año en el centro -una dos años y medio- pese a que han renunciado a entrar en el Reino Unido y quieren volver a sus países.
Más de 100 detenidos hicieron huelgas de hambre en los seis meses que precedieron la inspección, constata el informe.
Publicado el 16 Enero 2014
Fuentes: AFP
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