Proyecto fotográfico personal cuyo medio de difusión es la web y las redes sociales, dedicado a todas las personas que sufren la enfermedad de alzhéimer (o a todas aquellas que son dependientes) y se merecen el mejor cuidado por parte de sus familiares y de la sociedad en general. Las imágenes se fueron publicando paulatinamente de dos en dos cada día hasta completar la galería. Todo un ejemplo para los millones de personas de las cuales depende un enfermo y como ejemplo también, de que sí se puede. Que se puede hacer y hacerlo bien.
Y como muestra, 24 horas, 39 imágenes y momentos preciosos.
Un Día de Alzheimer
«Este es un proyecto dedicado a todas aquellas personas dependientes. Aquellas que cuidaron de nosotros y nos permitieron ser todo lo que somos hoy. Aquellas a las que cuidar no supone ningún esfuerzo, aunque estemos agotados al final del día, porque nuestra recompensa siempre será su felicidad. De forma particular quiero dedicar esto a mi abuela. Sin ella yo no estaría en este mundo. El mejor regalo, su sonrisa.
En cada una de las fotos que publicaré a lo largo de estos días, se aprecia su esencia, su valentía y su manera de luchar.
Simplemente gracias, Rosa.»
8:00 am. Abuela, hay que levantarse para ir al cole. Despierta que ya han pasado las burras de leche. ¡¡¡Corre!!!
¡Buenos días Guapa! ¿Has dormido bien? Parece que sí ¿no?
Porque estás sonriendo mucho… Eso es que sí.
Tú lo que quieres es que te cante la canción del abuelo, pues allá voy.
♫
Cuándo mi relojito las siete da,
va mi madre a llamarme pá trabajar,
yo me doy media vuelta, sigo durmiendo,
y cuando me levanto todas las mañanas,
salgo corriendo.
No me da tiempo a almorzar,
tengo que salir corriendo.
Llego a la maquinilla ya se ha marchaó,
cojo la carretera muy cabreaó,
y yo sólo me digo, al ir corriendo…
jódete Zacarías eso te pasa por ser tan perro.
Madruga un poquito más, y no tendrás que ir corriendo.
♫
Venga, hazme un sitio que me meto contigo. Vamos a cabrear a mamá, que hoy tiene prisa. Jijijiji. ¡Mamá, mira! ¡¡¡No nos queremos levantar!!!
Anda que…será que no es guapa «Tu Rosita» (como tú la llamabas) eh?? Yo no sé a quién ha salido esta chica, de verdad. Venga, Rosita, vamos a la silla.
Vamos al baño, abuela. ¡Que se nos hace tarde!
Toma, sujeta la toalla, porfa.
Desde luego… cómo te gusta que todo esté perfecto y sin una arruga ¿eh?.
Ale, estíralo tú como tú quieras que ahora te lo pongo.
Muy bien abuela, yo te sujeto y tú te lavas las manos como dios manda.
Que a ti siempre te ha gustado estar limpia, resplandeciente. ¿Te acuerdas de cuando estabas en tu casa y te habías bañado en la bañera y me decías… Mira, mira como me brillan las rodillas?
Eso es, pon las manos debajo del grifo para que se aclaren bien. No está muy caliente ¿verdad? Seguro que no, porque si estuviese caliente ya me habrías gritado, jajaja. Y si estuviese fría ni te cuento. Sí tú ríete, pero… ¿a que es verdad?
Ea.
Hay que ver lo que te gusta un espejo hija.
Joe, qué dientes tienes abuela. Yo no sé como lo has hecho para tener 92 años y que todos los dientes sean tuyos. Eres única. La mayoría de la gente que llega a tu edad usa dentadura postiza. ¡Olé mi abuela!
Y presumidilla un poco nada más ¿Eh? … ¡GUAPA!
Pero bueno, baja la pierna que sino no podemos darle la vuelta a la silla para salir del baño, ¡Cacho Pan! … (A ver por qué le dará por subir la pierna derecha todo el rato a esta mujer, se le queda rígida y es que ni se da cuenta la pobre mía).
Qué de cosas cuentan esos ojos, abuela, qué de cosas…
Dios mío chica, ¿todo eso vas a desayunar? Pues claro que sí. Como dice mi padre… De los que comen, ¡algunos se salvan!
Venga sí, inténtalo tú. ¡Que tú puedes!
Parte las galletas y échalas en la leche como a ti te gusta.
¿Un donut de chocolate? Abuela, en la vida te ha gustado el chocolate… y ahora te lo comes doblado. De verdad, eres la monda.
Venga Rosa –dice mi madre– la medicina te la tienes que beber entera.
¡Que te pongas fuerte!
Y termínate la leche. ¡Que te pongas grande!
Venga, ya lo último, la pastillita y te dejamos en paz de tanta medicina.
De verdad. No te cabrees…
¿Te gusta esto para ponerte hoy? Porque tú tienes que ir de punta en blanco, si no estás todo el día con el morro torcido… ¿Estos pendientes? ¿Sí? ¡Perfecto!
El reloj y la pulsera que no falten. Primero los pantalones y ahora la parte de arriba.
Venga que ya casi estamos, Rosa – dice mi madre– enseguida llega la furgo para ir al cole.
Pero qué guapísima estás madre mía. Seguro que eres la más guapa de todo el Centro de Día. ¿Sí o no?. ¡Pues claro, coño! Jajaja. No te rías… Lo que nos gusta decir tacos en esta familia ¿eh?.
Venga, agárrate para colocarte bien el cinto. ¡No te enfurruñes que enseguida nos vamos!
Pero bueno… ¿ya has vuelto? Joe y yo sin darme cuenta, abuela, si es que me gustan mucho las siestas y me quedo grogui. ¿Qué estás pintando? Oh! ¡Qué chuli!
Esa sonrisa me mata. Tú eres guapa.
Hay que ver lo que te gusta ver el fútbol por las tardes con «Tu Harry», sentadita en el sofá… Siempre fuiste muy futbolera, y muy madridista también. ¿Te acuerdas de Raúl? ¡Era tu favorito! ¿Y de aquella vez en el piso de Benidorm que el Real Madrid marcaba un gol cada vez que te salías a la terraza?Jajaja.
Mira como se ríe con su «hijito» anda que… con la mala leche que gasta cuando quiere, y con «Su Harry» nada más que risitas. Qué jodía.
A cenar se ha dicho, señorita.
Da gusto ver lo bien que comes… y más cuando te lo da «tu hijito».
Conmigo parece que te entra más mala leche, ¿No abuela?
Esto es para que vayas al baño más a menudo, que de no poder andar se está paralizando el tema. Así que hay que tomárselo porque sino… ¡Mal asunto!
¿Tú me quieres abuela? Al paleto de tu hijo ya sé que sí, pero… ¿Y a mí?
Tienes ganas de irte al nono ya… Espera que preparo la cama.
Con su barandilla para que no te caigas por la noche y duermas tranquilita.
Cuando veías a alguien beber mucha agua le decías… ¡Bebe agua, Paco! A saber por qué decías eso y quién era ese tal Paco, pero eso te digo yo… ¡Bebe agua, Paco! Que la necesitas. Sólo te queda un riñón y tenemos que cuidarlo.
Muy bien. Qué gustito estar ya en la camita.
Un besito. Hasta mañana abuela, y como tú solías decir… ¡Hasta mañana si Dios quiere y la burra no se muere!
Soy auxiliar de enfermería y trabajo en una residencia de ancianos y me gustaría que la gente que dice que mi trabajo es limpiar culos y quitar cacas vean noticias como esta!! que hace ver que es un trabajo totalmente sentimental que por muchos pañales que cambie nadie me quitará la sonrisa de agradecimiento que te dan después y ese beso que quieres que sea eterno cuando acaba tu turno.
Usted sola la que puede valorar su trabajo hacia los demas. Estoy seguro, que no va a dejar a nadie interfiera en sus sentimientos y el amor a su trabajo. Usted puede estar orgullosa de lo que hace diariamente, a pesar de las cacas del pensamiento de algunos, que no ven mas lejos de sus narices. El amor que percibe de los abuelos que cuida es el tesoro que lleva cada dia a su casa. Ese tesoro es suyo, con todo mi respeto reciba mis saludos.
Como se parece al dia a dia con mi abuela, mi abuela tiene 92 años y demencia senil ya casi ni nos conoce, hace meses que no se puede poner en pie porque le salieron escaras en los talones, y poco a poco ha ido perdiendo masa muscular, es totalmente dependiente y no puede comer sola, come triturado. Todos los días voy a casa de mi madre a ayudarla con la abuela, la levantamos y la llevamos al aseoen una silla con ruedas, que aunque usa pañal, la ponemos un par de ves al día en el wc, luego la sentamos en su sillón y a esperar a que llegue la hora de comer, merendar y por último cenar y luego a acstarla de nuevo. Y esa es su vida durante este ultimo año yo intento pasar el maximo tiempo que puedo con ella me satisface enormemente cuando le doy de comer o le hablo y me echa una sonrisa, su rostro la mayoría del tiempo es inexpresivo está en su mundo, pero yo mientras que ella viva haré todo lo que esté en mi mano se lo merece, ella lo ha hecho con nosotros mientras ha estado bien . He tenido una superabuela….va por ti…..te quiero mucho abuela. Un consejo….disfrutad de vuestros mayores aunque tengan demencia entienden perfectamente el lenguaje de los mimos, los besos y los abrazos y eso es muy gratificante.
Vaya, como me he acordado de mi abuela viendo las fotos y leyendo esta publicación. Y es que este día se parece mucho a los que nosotros vivíamos, excepto por lo del centro de día que dónde vivimos ahora ya hay pero cuando ella estaba con nosotros no teníamos.