NASA estudiará Alzheimer en gravedad cero
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La enfermedad de Alzheimer es una preocupación a nivel mundial, por ejemplo en Estados Unidos solamente, más de 5 millones de personas tienen la enfermedad y se realiza un nuevo diagnóstico cada 67 segundos; estos son números que representan apenas una fracción del problema.
Para los investigadores médicos, la enfermedad de Alzheimer es una prioridad absoluta,
Los científicos que trabajan con los astronautas en la Estación Espacial Internacional (página no oficial en español), o EEI, por sus siglas en idioma español (International Space Station o ISS, por sus siglas en inglés), están embarcándose en una misión destinada a descubrir el origen del Alzheimer.
El pasado 10 de enero, una cápsula de carga de la empresa SpaceX fue lanzada a la estación transportando un experimento, llamado SABOL, (Self-Assembly in Biology and the Origin of Life: A Study into Alzheimer’s), que será utilizado para abrir una nueva vía de investigación sobre el Alzheimer, una vía de investigación única que sólo puede darse a bordo de la ISS, brindando esperanzas en el tratamiento del Alzheimer a partir de los resultados de estas investigaciones.
Se cree que el Alzheimer, y otras patologías similares, se originan y avanzan cuando las proteínas tau , forman fibras que se acumulan en el cerebro en forma de placas y ovillos que acaban impidiendo el correcto funcionamiento de las células nerviosas del cerebro. explica Dan Woodard, del Centro Espacial Kennedy, de la NASA. “Las fibras no están activas, así que andarán por allí por siempre porque el cuerpo no tiene manera de deshacerse de ellas”.
El experimento SABOL fue inicialmente concebido para el estudio del origen de la vida y estaba dirigido a avanzar en la comprensión de los procesos biológicos de autoensamblaje mediante el estudio del crecimiento de fibras de proteínas. Dado que, precisamente, el Alzheimer involucra un proceso de autoensamblaje similar, el experimento SABOL se utilizará ahora para intentar descifrar los mecanismos implicados en el origen y desarrollo de las acumulaciones de proteínas responsables de este desorden.
Los conglomerados proteínicos que se piensa que son responsables del Alzheimer tardan décadas en desarrollarse y en acumularse -motivo por el que este desorden está asociado a la vejez-. Por esta razón, los científicos han ideado métodos para que estos agregados crezcan a mayor velocidad en laboratorios y así poder ser estudiados sin tener necesidad de esperar mucho tiempo. Sin embargo, los agregados que se consiguen en los laboratorios en la Tierra sólo pueden alcanzar tamaños relativamente pequeños antes de asentarse por su propio peso en el fondo del recipiente o placa donde se crean, fondo que además impide que estas redes fibrilares crezcan tridimensionalmente en la manera en la que lo harían de forma natural si no tuvieran que estar confinadas sobre una superficie in vitro.
El ambiente equivalente a la falta de gravedad que se experimenta a bordo de la ISS precisamente permite que se logren conglomerados proteínicos de mucho mayor tamaño ya que éstos crecen en suspensión y sin el impedimento que supone estar depositados sobre superficie alguna, lo que facilita un estudio más detallado de su crecimiento.
Las muestras que se crezcan en el SABOL serán analizadas mediante microscopía de fuerza atómica una vez que regresen a la Tierra para, después de su análisis, poder refinar futuros experimentos. Se abre así una nueva vía de investigación en la lucha contra el Alzheimer, una vía que es imposible iniciar en los laboratorios de la Tierra. Sin embargo, las observaciones que se realizaron mediante este experimento, abrirán nuevos caminos y seguramente no resulte de forma directa ni inmediata en una cura de esta enfermedad pero sí contribuirá a su entendimiento y caracterización, lo que se piensa que podrá derivar en progresos dirigidos a detener su avance, a perfeccionar actuales tratamientos en desarrollo o incluso, en el mejor de los casos, contribuir hacia su cura definitiva.
A pesar de que este experimento es solo el primero en lo que seguramente será una serie de investigaciones, Woodard es optimista y espera que pueda ser una experiencia de aprendizaje extremadamente valiosa. Woodard especula que la causa de la enfermedad de Alzheimer podría sorprendernos si es decepcionantemente simple. (Y ojalá no se equivoque!)
“Todos quieren una cura, pero sin saber la verdadera causa de la enfermedad, básicamente es como estar disparando en medio de la oscuridad. No comprendemos el verdadero mecanismo de la enfermedad. Si tenemos suerte, descubriremos si las proteínas se juntan en el espacio.
Únicamente bajo la falta de gravedad se puede producir un ambiente libre de convección; de modo que es posible ver si se forman por sus propios medios. Esperamos ir aprendiendo a partir de esto”. Woodard afirma: “Tiene que haber químicos o procesos que obstaculizan o fomentan el crecimiento de las fibras de proteínas. Quizás sea algo tan simple como la temperatura o la concentración de la sal del líquido del cerebro”.
Extraño pero cierto: La clave para desentrañar la misteriosa causa de la enfermedad de Alzheimer quizás no resida en los recovecos del cerebro humano, sino en la expansión ingrávida del espacio. Si la respuesta finalmente se encuentra, bien podría surgir de la microgravedad de la órbita de la Tierra.
Enlace ISS: www.nasa.gov/content/station-experiment-may-hold-key-to-alzheimers-cause
Fuente: miamidiario.com
María Elena Cruz Vivanco dice
Acuérdate de recordar sus olvidos