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Hoy queremos rendir un pequeño homenaje a Andrea Guadalupe Quiroz de López, que falleció el pasado día 11 de febrero en Tijuana – México.
Madre de una de nuestras colaboradoras más activas, Magdalena, que no pasaba ni un día en el que una vez terminada su labor de cuidadora y sentada junto a su madre en la cama esperando a que ésta se durmiese, le dedicase unas letras, ya fuese en forma de poema, pensamiento o carta.
Esta Carta que hoy publicamos la escribía Magdalena unos días antes de fallecer su madre para la sección “Cartas del Alzheimer” sin saber que Guadalupe estaba perdiendo la batalla, ni imaginar que el Alzheimer en apenas unas horas le iba a arrebatar a esa madre a la que dedicó su vida ya no solo como hija sino también como cuidadora incondicional con la pasión de pocos.
Magdalena sigue escribiendo, pero a día de hoy lo hace desde la perspectiva del dolor, de la ausencia, de la pena y de la impotencia e incluso desde la culpabilidad por no haber podido haber hecho más. ¿Os suena?…
Desde Alzheimer Universal te queremos agradecer tu dedicación como cuidadora, Magdalena, pero sobre todo por poner tanto amor en esta batalla que todo cuidador sabe de antemano que va a ser dura.
Son momentos de sentimientos encontrados porque sabes que ella ya está en paz y una parte de ti se quiere alegrar por ella, porque ya no sufre y a la vez un profundo vacío por no tenerla aun cerca de ti y seguir con esa misión que se te encomendó y que cumplías a la perfección.
Todo ese amor que has demostrado poder dar todo este tiempo, ahora es momento de reubicarlo y encontrar tu sitio como excuidadora, es tiempo de volcarte en tu hermana Lupe, tu padre, tu familia, y sobre todo, en ti.
Te queremos
Aunque tu mente este ausente y distante no dejas de sentirme porque tu corazón aún late, y es ahí, donde el recuerdo de mis manos tibias, mi voz, mis besos, mis abrazos siguen latentes, porque te quiero y me quieres, porque una sonrisa tuya vale las alegrías de mi pena por perderte cada día, porque la ausencia de tu voz, tu mirada, tu caminar, son tu lenta agonía, que sumada a la mía, parece ser más llevadera.
Te parecerá mentira que a mi edad aún te necesite en mi vida, hay tantas cosas que decirnos todavía, te haz perdido de esa dicha e ilusión qué te hacía ser bisabuela, que hoy en día esa cantidad de bisnietos supera a la de nietos que conocías, que una nuera tuya muy querida se ha ido antes que tú, de otra enfermedad maligna. (cáncer)
Que tus hijos extrañamos tanto el llegar a casa y no encontrarte cocinando, ésa, tu comida que tan rica nos sabia!, y qué decir de esos, tus besos de despedida tan llenos de cariño y dulzura, besos que me contabas que tu no recibías de niña.
Que dura fue y ha sido tu vida, espero que nosotros, tus hijos, te hayamos dado un poco de alegrías, sé que siempre echaste de menos a tu pequeño Jesús, «Chuchito» como cariñosamente le decías, nuestro hermano, que solo estuvo 2 añitos a tu lado antes de que Dios se lo llevara, nos contabas lo tan buen niño que fue que he aprendido a quererlo y extrañarlo aunque no lo conociera, pues falleció años antes de que yo naciera.
Así es el amor de una Madre, tan grande, que saben cómo repartirlo entre cada una de sus crías sin quedarse con las manos vacías.
Que agradecida estoy de poder estar a tu lado y cantarte mientras me miras con ojos de asombro y con una leve sonrisa que escapa de tu labios, labios a los que le robo besos cuando recuerdan cómo darlos, y a los que yo sutilmente me acerco a diario aunque los mantengas cerrados, y que decir de tu mirada tan linda, que me mira unos segundos y después se desvía, quedándose fija, mirando a la nada, quiero pensar que estás en un mundo de hadas, donde tu cuerpo y mente son libres de enfermedad y cadenas.
¿A dónde vas que no me llevas ? suelo decirle a mi Madre, cuando su mirada aparta y se aleja, cuando perderse en el vacío parece ser su sitio favorito, de donde a veces logro sacarla cuando le canto, y si hay suerte, me regalará una sonrisa bella.
La vida esta en sus ojos y si no me miran, si no me veo en su reflejo yo muero poco a poco. Hay días que me quedo esperando su sonrisa y no llega, pero cuando llega ilumina mi alma y mi vida entera, porque una sonrisa suya rompe la rutina.
Una enfermedad no nos separa,
Nos une, nos hace más fuertes.Tu hija que te ama….Magdalena.
Gracias vida, por permitirme cuidar de Ella cuando más me necesita.
Magdalena López Quiroz dice
Gracias Jesús Tj (Cuidador Alzheimer) por ser mi amigo, por todo el apoyo y cariño recibido.
Gracias Alzheimer Universal por toda la información y enseñarme a cuidar de la mejor manera posible, seguiré apoyando y volviendo por aquí porque tengo la esperanza de una cura.
Gracias Café del Alzheimer (Escuela de Cuidadores) por arroparme y no dejar que me sintiera sola luchando una batalla que es de muchos, que es de todos, porque a cualquiera puede pasarle.
Gracias universo por permitirme conocer a personas tan bonitas en este recorrido, en la distancia, pero que hoy siento como grandes amigos.
Un Gracias muy especial a la enfermedad de Alzheimer por enseñarme a amar más de lo que creía, estoy segura de que no esperabas que lucháramos con tanta vehemencia contra ti, te hemos ganado la batalla, porque su mente, cuerpo y alma ahora son libres.
Hoy mi Madre ya no está entre nosotros, pasó de mis brazos a los brazos del Señor, ahora tocará una a una las estrellas hasta convertirse en una de ellas, la más bonita, la más brillante, la más bella, recuperará uno a uno sus recuerdos y desde donde esté cuidará de todos nosotros.
Te amamos, te amaremos y recordaremos siempre mamita chula, hermosa mujer.
Gracias vida por permitirnos cuidar de Ella cuando más nos necesitaba.
Gracias Dios por regalarnos todo este tiempo a la mejor Madre y esposa, su vacío no lo llenara nunca nadie.
Magdalena López Quiroz.
Marga dice
Precioso mi niña, Gracias siempre por encontrarnos en este camino tan difícil,se como te sientes sabes que ya pasé por eso y es tan duro….te quiero preciosa
Marilu Ramírez dice
Mi querida hermana.
Mamá estuvo en el instante preciso cuando la necesitamos, nunca nos falló. Hermosa mujer! Que cada uno de nosotros éramos su preferido. Ella nunca titubeo ni una sola noche para darnos su bendición para que nos fuera mejor al otro día, y creo que aún enferma no dejó de rezar por nosotros.
Ella esposa perfecta, siempre al lado de Papá…
Ella abuela incondicional.
Ella con su hermosa sonrisa.
Ella con su belleza.
Ella con su cuerpo escultural.
Ella chula de bonita.
Ella hermosa mujer.
Ella amor eterno.