CARTA A MI MADRE
Por ELIANA PEREZ GALLEGUILLOS
Mamita, hoy quiero escribir esta carta que marcara el término de una etapa de nuestras vidas juntas para poder continuar hasta que Dios así lo quiera, dándote todo lo que necesitas; cuidados, comprensión, y sobre todo el amor que te mereces.
Hoy quiero agradecerte por darme la vida, por darme un ambiente sano, durante toda mi niñez y adolescencia. Gracias por evitarme cualquier situación de preocupación de dolor.
Siempre fuiste una buena madre, aunque tengo que decirte que me faltó más cariño, más abrazos, más besos, y esa palabra que tanto añore “HIJA TE QUIERO”.
Comprendo que a lo mejor tú tampoco los tuviste, por hacerte cargo de tus hermanitos desde que mi abuelo Ernesto falleció a tus 8 añitos. Tal vez eso impidió que crecieras con poco afecto y saltar de esa infancia a la madurez y por eso faltó el calor de hogar.
Para ti madrecita la vida fue muy dura junto a tus hermanitos.
Juntas para siempre
Cuando mi padre se fue a buscar mejor suerte a Bolivia, no lo pasamos bien, estábamos pasando una crisis que sólo tú y yo sabemos, pero siempre estuvimos juntitas en las buenas y en las malas.
Fuiste un apoyo fundamental cuando nació mi hijo Rodrigo, mientras yo trabajaba, tú lo cuidabas. Gracias por tu apoyo madrecita mía, pues así crecí y gracias a mi trabajo nunca más pasamos necesidades, viajamos, tomamos chicha nos reímos mucho, de alguna manera fuimos muy felices mientras estuvimos juntitas.
A tus 75 añitos comenzaste a tener problemas fuertes de memoria y alteraciones en tu forma de ser, ahí poco te comprendía, no tenía idea que era el comienzo de una enfermedad mental, no entendía por qué hacías cosas tan extrañas.
Y HOY quiero pedirte perdón por toda mi ignorancia y no entenderte en esos momentos, la poca paciencia y la desesperación de no poder saber qué era lo que estaba pasando. Esa enfermedad no me dejaba entenderte y demostrarte el cariño que tanto necesitabas.
Al principio
Los primeros años de tu enfermedad fueron para mi muy desgastantes, al tratar de entender, aceptar y a la vez tratar que tus otros hijos participaran y reaccionaran de la misma manera, creyendo que al dividir las tareas y los tiempos todo sería más llevadero y tú podrías siempre estar bien atendida… Y tardé en comprender que eso sería solo un sueño y que no sería así, que cada uno diría lo que era capaz de hacer y aunque renegué muchas veces de ser a mí a quien le tocara lo más pesado, o más bien casi todo lo relativo a tus cuidados, ahora doy gracias a Dios por el privilegio de poder atenderte, de velar día a día, minuto a minuto por tus necesidades.
Con la ayuda de Dios he logrado ver la enfermedad de una manera diferente, he podido expresar todos los sentimientos de tristeza, rabia, impotencia, desesperación, etc. En los cultos de oración, me he dado cuenta que esta enfermedad es solo dar amor y darlo de corazón.
Dios me ha encaminado a entender esta enfermedad que no es para nada una enfermedad maldita, solo es una opción no deseada. Siempre pensé que esta era una enfermedad intolerable, insoportable, desgarradora y muy desgastante.
11 años
Ahora a los 11 años desde que se te manifestó la enfermedad, puedo ver que sólo el amor que siento por ti, madrecita mía, puedo tolerar esta situación tan desgarradora. Pido a mi Dios creador entender su voluntad, aceptarla y si él así lo dispone, poder ayudar a otros que estén pasando por la misma situación.
Gracias por enseñarme a amar a DIOS, participamos juntas en rezos y oraciones, pues ahora entiendo lo importante que era conocer a nuestro creador, ya que, gracias a ti tengo fe y esperanza. La vida es corta y cada paso que doy trato de amar y expresar amor a los míos.
Hoy, de hija pase a ser Madre de mi Madre, te has convertido en una hija a la que amo con todo mi corazón, te amé como madre y ahora te amo como hija.
No sé si llamar bendita o maldita enfermedad de Alzheimer, pero por el amor que le tengo a Dios acepto su voluntad, el dirá cual y cuando será el desenlace, mientras tanto amarte y poder besarte es el momento que vivo cada día.
Feliz día, Mamá
Feliz día madre mía, no solo hoy es tu día sino que todos los días del año.
[easy-tweet tweet=»Hoy voy a decir adiós a mi madre como yo la conocí y creí que siempre sería igual.» user=»AlzUniversal»]
A d i ó s a ser hija para pasar a ser madre de ti.
Adiós a contar con una madre para ahora ser parte importante de su vida.
A d i ó s al sueño de una familia perfecta y al mismo tiempo aceptar con paz lo que me tocó vivir.
Adiós a recibir de ti y dedicarme solo a dar.
A d i ó s a todo lo que necesito de ti madre mía (un abrazo, un beso).
Para terminar solo quiero decirte que espero que durante el tiempo que te quedes junto a mí, pueda yo darte todo lo que mereces y devolverte aunque sea un poco de lo mucho que siempre me diste tu a mí. Espero que el día que Dios te llame a su lado me sienta con la satisfacción de haber cumplido y con eso me regale su Paz y con esa Paz esperar el día que estemos todos juntitos nuevamente.
TE AMO MAMA,
TU HIJA MIRIAM
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