«Mi Querido Alzheimer»
Alzheimer aunque no te esperaba llegaste a mi vida sin previó aviso destrozando mil recuerdos y mil consejos.
Quién te escucha al principio dirá que serás fácil Alzheimer, porqué son muchos los que al mencionarte dicen «te entiendo», pero nunca te conocieron.
Conocerte a ti Alzheimer es verte día con día, hora tras hora, noche tras noche y son pocos lo que realmente lo han vivido o soportado.
Porque «No»…»No eres fácil Alzheimer».
No todos te han visto en tus noches más oscuras. Dónde quebrantas el corazón y el alma de quién te rodea. Dónde haces temblar y llorar hasta el más valiente. Donde apagas y quitas la esencia humana y la vida misma de dónde te instalas.
Son pocos los que te verán de frente y muchos los que sólo te verán a simple vista. No los juzgo por eso Alzheimer, porqué conocerte a ti y quedarse, es una de las partes más difícil para la vida de un esposo, de un hijo, de una hermano, de un nieto o de un cuidador principal. Pero sobre todo más cruel para dónde te instalas.
Porque cuando llegas, afectas y volcás tu entorno con tal magnitud que llenas de dudas, de preguntas, de egoísmo y de miedo a cualquiera a tu alrededor.
Pero si nos atrevemos a dar ese paso a «conocerte» también descubriríamos que fortaleces y renuevas la fe, la esperanza y sobre todo el amor. Trayendo paz y consuelo en los corazones de los que te ha mirado de frente.
De ser sincera nadie jamás quisiera conocerte, pero una vez llegas no queda más remedio que aceptarte y aprender a vivir contigo.
Ya son 15 años y medio que convivimos, muchos de los cuales no han sido fácil, pero me has enseñado a ser más valiente de lo que creí ser y aunque sé que aun me falta mucho por conocerte…sigo de pie, mirándote de frente.
«Mi Querido Alzheimer»
Querido porque…me has enseñado valorar y amar de diferentes maneras inimaginables a ti, mi «Querida MADRE»
Idaliz Nieves
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Paty dice
Sr. Alzheimer no sabe cuánto lo odio, hace 7 años se llevó a mi padre, y llegó a casa sin ser invitado. Si me quitó lo que más amo, pero nuestros recuerdos y bellos momentos, esos jamás me los quitará de mi corazón.
Cuánto te odio maldito Alzheimer.