#CartasDelAlzheimer
Es duro
Es duro, ver como busca y busca durante horas, sin saber explicar lo que busca,
Es duro, que lea una y otra vez la misma noticia del periódico, sorprendiéndose alarmándose o alegrándose cada vez, como si fuera la primera.
Es duro, cuando te pregunta al terminar la jornada, si su madre fallecida hace más de 10 años se acostó ya.
Es duro, cuando al irnos a la cama te pregunta donde ¿están todos?, ¿ya se han ido? cuando solo ella y yo estamos en casa.
Es duro, cuando le comentas cosas ocurridas ayer o hace un rato y no las recuerda.
Es duro, cuando al salir de viaje sea yo solo el que organice el equipaje.
Es duro, que cuando pone la mesa, tenga la obsesión por poner los dos tenedores las dos cucharas y los dos cuchillos, así como los dos platos y los dos vasos exactamente iguales, desesperándose si no puede ser así.
Es duro, que una persona que realizo toda su vida con una habilidad y maestría extraordinaria, prendas y complementos de lana o de ganchillo con autentico arte para todos sus hijos nietos y amigos, ahora no sea capaz de ligar los puntos.
Es duro, ver a una persona que leía con auténtica fruición, una media de un libro diario, ahora solo lea las noticias del periódico una y otra vez.
Es duro, que cuando en su afán por ayudar recoge algo, lo coloque cada vez en un lugar distinto al no recordar donde se guarda.
Es duro, que se niegue a merendar porque diga que ya lo hemos hecho, o que pregunte por la merienda que acabamos de comer.
Todo esto es muy duro, pero el verla feliz aunque no sepa en qué día vive, me consuela y recompensa.
Lo más difícil de esta situación, lo que es extremadamente duro y produce en mi un profundo desasosiego, desesperación e impotencia, es cuando en esos afortunadamente escasos momentos la veo sufrir, porque durante unos minutos es consciente de su deterioro y llora desconsoladamente mientras me dice que me vaya, me dice amargamente que resulta un estorbo para mí, pidiéndole al Universo el fin.
Eso es lo que a mí me hace sufrir como nunca he sufrido, eso es lo que para mí resulta más difícil de soportar, todo lo demás se queda en pequeñas anécdotas, algunas incluso divertidas con las que a veces nos reímos los dos como tontos. Afortunadamente o desgraciadamente no lo sé muy bien, son pocos esos trágicos momentos que además, olvida enseguida.
Soy muy consciente de la falta que le hago por lo que no recuerdo haberme cuidado tanto en toda mi vida como lo hago ahora.
Sé que sois muchos y muchas, los que estáis pasando por momentos como estos, con problemas similares, con sufrimientos parecidos, os ruego que disculpéis el atrevimiento de contar los míos como si fueran únicos, pero es que escribir me da sosiego, me ayuda a iniciar un nuevo día cuando son las cinco de la mañana, ¡Feliz día a todos!
Paco Ascon
Cynthia Bogado dice
Así está mi madre y es duro ver lo que es ahora, cuando ella fue una mujer que hacía de todo y nunca se cansaba…
Mariela Galindo dice
Hacerlos felices es prioridad, no importa si olvidaron nuestro nombre, lo que importa es que los hagamos reír a diario y se sientan queridos en el tiempo presente…
Mi padre es lo mejor que tengo, el mejor regalo de la vida y le toca a diario vivir este olvido de personas, palabras y hasta la deglusión. Puro amor a entregarles y cuidado.