Cuatro consejos para convivir con un enfermo de alzhéimer
El entorno de un enfermo de alzhéimer también se ve afectado por la situación que vive el paciente. El alzhéimer en sí mismo también es una experiencia enriquecedora que nos ayuda a tomar conciencia del valor de lo humano, dejando de medir a las personas por su utilidad y tomando conciencia del valor del amor.
Cuatro consejos para cuidar al cuidador
1. Nadie puede cuidar de otra persona si se siente débil. Por ello, es fundamental tomar conciencia de este tema y practicar el autoamor para evitar el agotamiento crónico. Anímate a formar parte de alguna Asociación de Afectados por el Alzheimer ya que tener un entorno de pertenencia de personas con las que poder hablar y recibir información de forma regular sobre posibles charlas y conferencias también puede servirte de gran ayuda.
2. En la actualidad, existe una tendencia bastante frecuente a ingresar a las personas mayores en residencias. Sin embargo, un enfermo de alzhéimer recibe en casa un cariño que no recibe en una residencia. Existe una alternativa excelente que es la que ofrecen los centros de día. En ese caso, el enfermo está atendido durante el día por profesionales que con juegos le ayudan a estimular el cerebro.
También puedes contratar a una persona por horas para que cuide del enfermo mientras tú te vas a pasear, al cine o a disfrutar.
3. No asumas tú solo toda la responsabilidad. Una cosa es que tú te hagas cargo del cuidado principal de tu padre o tu madre y otra muy diferente que tus hermanos no colaboren en nada. Plantea la situación de forma clara y recuerda que hablando se entiende la gente.
4. Hoy día, se imparten cursos sobre este tema. Por tanto, puedes hacer un curso sobre cuidar al cuidador porque te servirá para pensar en ti, quererte más y así poder disfrutar mucho más de ese presente, que también puede ser muy feliz a pesar del alzhéimer.
Darte amor para poder ofrecer afecto
Tienes que darte amor a ti mismo para poder ofrecer afecto a un familiar. De lo contrario, puedes terminar agotado por sentir que no tienes nada de espacio para ti. Si tu padre puede caminar no dudes en hacer una vida lo más normal posible. Sal a la calle con él para pasear y a su vez, eso te viene de maravilla a ti.
Si tiene algún problema de movilidad, puedes llevarle a pasear en silla de ruedas. Simplifica tu vida y vive el día a día.
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