[ctt template=»2″ link=»160On» via=»yes» ]Al inicio de la enfermedad, y posiblemente después del diagnóstico, los familiares intentan cuidar sin ningún tipo de ayuda. Hay muchas razones que le llevan a ello: se sienten capaces y quieren hacerlo todo; o bien no conocen a quién puede dirigirse para solicitar ayuda, o desconocen la ayuda disponible.[/ctt]
Ayudas a cuidadores
(Fuente: kNOW Alzheimer/Laboratorios Stada)
Al inicio de la enfermedad, y posiblemente después del diagnóstico, los familiares intentan cuidar sin ningún tipo de ayuda. Hay muchas razones que le llevan a ello: se sienten capaces y quieren hacerlo todo; o bien no conocen a quién puede dirigirse para solicitar ayuda, o desconocen la ayuda disponible.
A menudo, la persona con demencia preferirá ser atendido solamente por sus familiares cercanos. Sin embargo, es importante que la familia sea consciente de que el estrés y la carga asociada con la enfermedad son mejor afrontadas si son compartidas. La resistencia a recibir ayuda, sea práctica o emocional, aumenta el riesgo de caer física o emocionalmente exhausto. Es también fácil quedarse aislado en el papel de cuidador, lo que puede conducir a depresión y a la incapacidad de proporcionar los cuidados apropiados y necesarios al familiar afectado.
Asimismo, localizar ayuda puede ser un proceso largo y, en ocasiones, agotador, dado que no siempre hay facilidades para acceder a los servicios y ayudas de la comunidad. En este sentido, es importante estar informado de qué derechos y recursos están disponibles y organizarnos con tiempo suficiente para realizar las gestiones necesarias para acceder a ellos.
Es muy frecuente que la búsqueda de ayuda se viva como un fracaso; no obstante, es un objetivo común querer la mejora de salud y el bienestar de la persona con demencia y de su entorno familiar.
Los profesionales de los servicios de salud y/o servicios sociales pueden facilitar ayuda y consejo, así como informar de los recursos y servicios destinados a la atención integral del afectado y de sus familiares.
Los servicios y recursos que proveen asistencia y soporte a las personas con demencia y a sus familias incluirían programas, proyectos y servicios que facilitarían:
- Información, asesoramiento y soporte social (asociaciones de afectados y familiares, servicios sociales, servicios jurídicos, teléfonos consulta/soporte a cuidadores, entidades sociales que prestan servicios a las personas mayores y discapacitadas, grupos de ayuda mutua y soporte psicológico, conferencias y talleres de información a los familiares y cuidadores, programas destinados a dar soporte al cuidador, webs y otros materiales de información…).
- Recursos sociales y servicios (centro de día, centro residencial, respiro familiar, vacaciones terapéuticas…).
- Prestaciones y ayudas económicas (ley de dependencia y otras ayudas, según comunidad autónoma).
- Servicios de soporte a domicilio (servicio de atención a domicilio, teleasistencia, servicio de catering…).
- Ayudas técnicas y adaptación del entorno (prestaciones de la seguridad social sobre material ortoprotésico, bancos de ayudas técnicas, empresas que se dedican al asesoramiento de cómo superar las barreras arquitectónicas, tarjeta de estacionamiento de personas con movilidad reducida…).
La demencia puede conllevar a un gasto elevado para las finanzas familiares. Asimismo, es recomendable conocer los recursos y servicios públicos y privados disponibles en nuestra comunidad, y qué acceso tenemos a ellos.
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