La grasa corporal escondida que podría predecir el Alzheimer décadas antes
La relación entre la grasa corporal escondida, también conocida como grasa visceral, y el Alzheimer está revolucionando el ámbito de la salud. Este tipo de grasa, ubicada en el interior del abdomen y alrededor de los órganos vitales, no solo se asocia con enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos, sino que investigaciones recientes sugieren que podría ser un indicador temprano del Alzheimer, hasta 20 años antes de los primeros síntomas.
Para mujeres de mediana edad, especialmente cuidadoras de personas mayores, entender esta conexión y tomar medidas preventivas puede ser clave para garantizar su bienestar.
¿Qué es la grasa corporal escondida y cómo afecta tu cerebro?
La grasa visceral es más peligrosa que la grasa subcutánea, ya que libera sustancias inflamatorias que contribuyen al deterioro cognitivo y la resistencia a la insulina. Estas condiciones, a su vez, aumentan el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
A menudo, esta grasa no es visible a simple vista, lo que la convierte en un «enemigo silencioso». Las cuidadoras, que suelen enfrentarse a altos niveles de estrés y agotamiento físico, son especialmente vulnerables a acumular grasa visceral sin darse cuenta.
Señales de advertencia: ¿podrías estar acumulando grasa corporal escondida?
Aunque no se puede ver directamente, estas señales pueden ayudarte a identificar si tienes un exceso de grasa visceral:
- Perímetro abdominal elevado (más de 88 cm en mujeres).
- Peso corporal desproporcionado respecto a la altura.
- Fatiga frecuente y falta de energía.
- Historial familiar de enfermedades metabólicas o neurodegenerativas.
Reconocer estos indicadores es el primer paso para tomar acción.
Cómo reducir la grasa corporal escondida y proteger tu cerebro
La buena noticia es que la grasa visceral responde rápidamente a cambios en el estilo de vida. Aquí te dejamos algunas estrategias:
- Sigue una dieta equilibrada
Una alimentación rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables como las del aguacate o los frutos secos ayuda a reducir la grasa visceral. Evita los azúcares refinados, los alimentos ultraprocesados y las grasas trans. - Incorpora actividad física regularmente
El ejercicio es una herramienta poderosa para quemar grasa corporal escondida. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son ideales, combinadas con entrenamiento de fuerza para potenciar los resultados. Solo necesitas 30 minutos al día para notar cambios significativos. - Gestiona el estrés
El estrés crónico eleva los niveles de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa visceral. Prácticas como la meditación, la respiración profunda o el simple hecho de desconectar con una actividad relajante pueden ser de gran ayuda. - Duerme lo suficiente
La falta de sueño afecta el equilibrio hormonal y fomenta el almacenamiento de grasa. Asegúrate de dormir entre 7 y 8 horas por noche para mantener tu metabolismo en buen estado.
Cuidadoras: no olvides cuidarte a ti misma
Para quienes dedican su tiempo a cuidar a otros, es fácil dejar de lado su propio bienestar. Sin embargo, priorizar tu salud es fundamental no solo para protegerte del Alzheimer, sino también para mantenerte fuerte y enérgica para quienes dependen de ti.
Reducir la grasa corporal escondida es un paso importante para proteger tu cerebro y garantizar una vida más saludable y plena.
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