La investigación científica necesita más cerebros
¿Sabías que pese a que cada año más de 1.500 personas en nuestro país donan sus órganos al morir, tan sólo 250 dan su cerebro a la ciencia? Y eso que en España más del 65% de la población es favorable a la donación, un porcentaje que nos sitúa a la cabeza del ranking mundial.
Sin embargo, la ciencia pide más. Según el director del Banco de Tejidos de la Fundación Centro de Investigación Enfermedades Neurológicas (CIEN), Alberto Rábano, las 250 donaciones anuales recibidas en los siete bancos de cerebro de nuestro país no son suficientes para el estudio de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis múltiple.
Madrid, Murcia, Cataluña, Navarra, Cantabria, Galicia y Andalucía son las únicas comunidades que cuentan con uno de estos bancos. En ellos, los tejidos son guardados para la investigación ya que en ningún caso se pueden emplear para transplantes. El banco asume, así, la responsabilidad de facilitar la extracción del tejido tras el fallecimiento del donante y de distribuirlo adecuadamente a los investigadores que lo soliciten, velando por el buen uso del mismo.
En la actualidad, la mayor parte de los cerebros recibidos proceden de pacientes con enfermedades neurológicas que pertenecen a alguna asociación de enfermos. Sin embargo, desde la Fundación CIEN y colectivos de neurólogos, insisten en la importancia de que también donen personas sanas, puesto que la comparación entre tejidos es necesaria para el estudio de cualquier patología, siendo mucho más útiles los cerebros de familiares directos, sobre todo en los casos en que se sospecha que la genética puede desempeñar un papel importante.
Desde la implantación de los bancos de cerebros hace unas décadas, son muchos los logros obtenidos en la investigación de enfermedades como el Pakinson y el Alzheimer. La reducción de dopamina en regiones cerebrales específicas en pacientes con Parkinson o la identificación de numerosas mutaciones responsables de casos genéticos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson son buenos ejemplos de ello.
Las personas que estén interesadas en donar su cerebro pueden informarse en la siguiente web del banco de la Universidad Complutense.
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