Los avances en biología molecular se están traduciendo en herramientas que ayudarán a la detección precoz de enfermedades neurodegenerativas del Sistema Nervioso Central, como el mal de Alzheimer. A pesar de conocer cada día más el entramado molecular de esta demencia senil, todavía no se ha conseguido un tratamiento farmacológico que detenga su curso evolutivo. Por ello, el diagnóstico precoz de la enfermedad es, por ahora, el arma más eficaz. El profesor Jorge Matías Guiu, director del departamento de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recuerda que, actualmente, la detección de esta enfermedad se basa en la aplicación de criterios diagnósticos, en función de información clínica, neuropsicológica y de pruebas de neuroimagen.
No obstante y aunque existen ciertas técnicas bioquímicas que se asocian a la enfermedad, éstas no tienen una alta especificidad y sensibilidad, salvo que se apliquen en el líquido pero no discriminan con claridad otras demencias degenerativas. En los últimos años se han aprendido dos conceptos importantes para la interpretación de la biología molecular. En este contexto, Matias Guiu explica que hay genes que se hiperexpresan en los territorios cerebrales donde se produce la patología y que, probablemente, tienen que ver con la enfermedad. Este acreditado neurólogo subraya que se pueden rastrear los mecanismos a través de la expresión de determinados genes durante los procesos.
Bajo este segundo concepto, científicos de Ferrer y Gendiag han desarrollado la primera herramienta que detecta un perfil de expresión genética característico del Alzheimer. Este análisis, que se ha mostrado específico para detectar el cambio de déficit cognitivo leve a demencia, explica, ayudará al clínico a establecer un diagnóstico precoz antes de que se presente la sintomatología clínica.
* José María Fernández-Rúa es periodista científico. (31-07-2010) intereconomia.com
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