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Identificado un gen ‘puente’ entre el Alzheimer y el envejecimiento
Un gen conocido y relacionado con el envejecimiento está implicado también en el desarrollo de las placas amiloides que dañan el cerebro de los pacientes de Alzheimer. Es la primera que se identifica tal conexión entre los procesos asociados a la edad avanzada y esa enfermedad neurodegenerativa, aseguran los científicos que lo han descubierto. El gen se llama Sirt1 y estos investigadores, dirigidos por Leonard Guarente (del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT), han constatado que controla la producción de los nocivos fragmentos de proteína que forman las placas amiloides, causantes de los daños cerebrales asociados a la enferemdad.
Los experimentos con ratones muestran que se atenúan los síntomas de la enfermedad cuando el gen se sobreexpresa en el cerebro
Además, han hecho experimentos con ratones (transgénicos que desarrollan las placas y los síntomas del Alzheimer) y han comprobado que los problemas de memoria y aprendizaje típicos de la enfermedad se atenúan cuando el gen se sobreexpresa en el cerebro, mientras que empeoran cuando el Sirt1 se anula. Con esta perspectiva, dice Guarente, cabe pensar en el desarrollo de algún fármaco que active el gen en cuestión para tratar a los pacientes de Alzheimer, una enfermedad que afecta a un tercio de las personas que superan los 80 años, según informa el MIT.
Las placas amiloides se forman cuando unas proteínas precursoras se rompen en pequeñas moléculas amiloides, pero también pueden romperse en fragmentos de proteína inofensivos. Los científicos del MIT demuestran en su estudio que el Sirt1 activa la producción de una encima que rompe esas proteínas precursoras en fragmentos no dañinos, en lugar de las moléculas que forman las placas amiloides. Lo han comprobado con sus ratones modificados genéticamente y dan a conocer los resultados del trabajo en la revista Cell.
Guarente se fijo en el Sirt1 hace 15 años, cuando descubrió que la versión del gen en levaduras regulaba su longevidad. Más tarde comprobó que tenía similares efectos en gusanos, ratones y ratas.
Fuente: EL PAÍS – Madrid – 22/07/2010
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