“Cuando llega una persona le hacemos la prueba para evaluar el olor umbral. Le decimos que levante un papelito y lo huela. ‘¿Huele?’ ‘Sí’. Luego le damos otro papelito con un olor diferente. ‘¿Sabe qué olor es?’ ‘Me parece que es de rosas, nardo o yerbabuena’. Si es capaz de identificarlo, su memoria olfativa está funcionando.
“Es decir, recuerda el olor a agave, pues ya guardó esa información. Ésta es la prueba más importante de que es capaz de recordar un aroma”, añadió la investigadora.
Pruebas gustativas
“Es como cuando uno tiene gripa: además de padecer los síntomas (dolor de cabeza y cuerpo cortado), no olemos ni encontramos sabor a la comida”, apuntó la investigadora.
“Si se prepararan los alimentos de manera que fueran agradables a su gusto, probablemente se los comerían”, acotó.
Compartir |
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!