Cada vez parece más claro el efecto terapéutico que la arquitectura juega en el tratamiento de diversas enfermedades. Una influencia que se acentúa aún más cuando la enfermedad que se diagnostica es Alzheimer. Esta es una de las principales ideas reflejadas durante el I Congreso sobre Alzheimer y Arquitectura que se ha celebrado en el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía (CAFRS), en Madrid, organizado por Clece.
I Congreso sobre Arquitectura y Alzheimer
18 de junio de 2010.- Bajo el título “La arquitectura de los recuerdos”, el evento estaba especialmente destinado a las Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer que, debido a la gran demanda, se están embarcando en proyectos de promoción y construcción de centros especializados en esta enfermedad. Se dieron pautas y consejos prácticos tanto de índole administrativa como de diseño, normativa, etc., con la participación de arquitectos de prestigio y de gestores especialistas en esta materia. Distintos colectivos implicados que han abordado cómo poner el diseño arquitectónico y la gestión de los espacios al servicio de los pacientes de Alzheimer. Más de 450.000 en España.
Entre otras cuestiones, los ponentes pusieron de relieve la importancia de adaptar, crear y/o ampliar centros especializados, donde el diseño arquitectónico es fundamental para los pacientes, ya que los estudios demuestran que la interacción con el ambiente físico puede minimizar algunos efectos negativos propios de la enfermedad. Asimismo, trataron otros temas de carácter técnico o administrativo ligados a estos proyectos.
Declaraciones
Según Manifestó José Ramón Menéndez Aquino, Director General del Mayor de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, “el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía tiene como gran objetivo hacer frente de modo integral a las consecuencias de la enfermedad no sólo entre quienes la sufre directamente, sino también entre sus familiares. De ahí el uso intencional de los colores, la iluminación, las texturas o los murales paisajísticos, sin olvidar las unidades de convivencia, concebidas como zonas de encuentro y relación en entornos hogareños”.
Por su parte, Carlos Lamela, arquitecto responsable del diseño del CAFRS, subrayó con relación al Centro que “el proyecto era todo un reto por la falta de experiencias previas realmente equiparables. Se buscaba un espacio en el que convivieran la investigación, la formación y, lo más importante de todo, la atención a los pacientes en un entorno lo más cercano posible a su propio hogar. A todo ello había que añadir la aplicación de un concepto de modularidad que permitiera ampliaciones futuras y su exportabilidad, para favorecer su replicación en otras ciudades y regiones”..
Un centro pionero
De los beneficios que el entorno puede tener en el paciente de Alzheimer, deja constancia la propia sede del Congreso: el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía (CAFRS). En funcionamiento desde 2007, se trata de un complejo asistencial pionero en España y en toda Europa en esta materia promovido por la Fundación Reina Sofía. Consta de cuatros espacios: una residencia de 156 plazas, un Centro de Día de 40 usuarios, un Centro de Formación y una Unidad de Investigación.
Entre las mejoras de arquitectura y diseño aplicadas al servicio de los enfermos de Alzheimer, la residencia distribuye a los residentes por grupos homogéneos según el estadio de la enfermedad. Además, las instalaciones cuentan con soluciones de iluminación y códigos de colores que favorecen la orientación de los pacientes.
La titularidad de los tres primeros espacios corresponde a la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, quien tiene adjudicada la gestión integral de los mismos a CLECE, compañía perteneciente a ACS y líder en España en prestación de servicios sociales. Según Laura Fernández Colmenero, Directora Técnica de CLECE y máxima responsable gerencial de esos tres espacios, “con este Congreso, que forma parte de una programación habitual de foros de debate y reflexión, hemos querido continuar con nuestro compromiso hacia los familiares de las personas enfermas de Alzheimer, merecedores de todo nuestro apoyo, facilitando a través de espacios adecuados, la convivencia de la persona enferma de Alzheimer con su entorno próximo”.
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