Un placebo puede ser definido como ‘una intervención diseñada para simular una terapia médica, la cual no tiene un efecto específico para la condición que está siendo aplicada’.
Vale decir, corresponde a un procedimiento o intervención que no tiene un efecto fisiológico ni bioquímico sobre la enfermedad o condición en estudio. Si bien el placebo es una sustancia o intervención en teoría inerte y sin efectos sobre el curso de la condición en estudio, puede mostrar un perfil de efectos secundarios similares al fármaco estudiado. En estos casos se habla de “placebo activo”, para diferenciarlo de aquel sin esta propiedad, conocido como “placebo pasivo”. Los placebos activos se utilizan para mantener »el ciego», impidiendo que pacientes o clínicos adivinen o sepan que paciente recibe la terapia en estudio, a través del relato de efectos secundarios del medicamento (Ejemplo; Sequedad bucal en caso de antidepresivos triciclicos).
En estudios que comparan dos fármacos efectivos para una patología, el ciego se puede lograr mediante el uso de dos placebos, método conocido como doble simulación o “Double Dummy”. Por ejemplo, si se están estudiando dos fármacos A y B, donde el primero es de color rojo y el segundo de color azul, los pacientes que reciben la droga A de color rojo reciben además un placebo de color azul, situación inversa ocurre con el otro grupo, de modo de mantener el enmascaramiento de la intervención. Otro ejemplo puede ser el de un estudio que compara un medicamento inyectable con uno administrado por vía oral, en este caso el método de doble enmascaramiento se logra aplicando a ambos grupos placebos, por vía oral (en el grupo con medicamento inyectable) e inyectable (en el grupo con tratamiento oral). Por cierto, lo anterior requiere exhaustivo análisis desde el punto de vista ético de los protocolos de investigación.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, no hay reglas.
El Prozac (fluoxetina), el más popular de los medicamentos antidepresivos (es tomado por más de 40 millones de personas) no da mejores resultados que un placebo.
El estudio, se basó sólo en la documentación existente de la medicación incluyendo las de las pruebas cínicas que realizó el laboratorio fabricante y que decidieron no publicarlas en su momento.
Las pruebas revelaron que sólo en casos extremos el Prozac era apenas eficiente con respecto a los placebos, pero la mejoría que se percibió en la mayoría de los pacientes no fue diferentes a la de los placebos.
La prueba abarcó las siguientes drogas: fluoxetina (Prozac), paroxetina (Seroxat), venlafaxina (Effexor) and nefazodona (Serzone) y todos los estudios concluyeron que los beneficios de todas ellas se encontraba por debajo del criterio clínico mínimo.
El prozac mueve millones en todo el mundo, las ganancias y los intereses son increíblemente altos. Yo me pregunto, así por lo bajo, ¿cuántos de los medicamentos que hay en circulación son más beneficiosos para el laboratorio que para los mismos pacientes?
Conclusión
En resumen, el placebo es la medicina pensada para complacer al enfermo. En la práctica clínica, cuando los pacientes están expectantes y condicionados a recibir un tratamiento efectivo, el efecto placebo, la historia natural de la enfermedad y la efectividad del tratamiento empleado, actúan en forma conjunta en la mejoría clínica del paciente, siendo difícil determinar en qué medida contribuye cada uno de los puntos mencionados.
Si añadimos a esto que los laboratorios están fomentando mediante la publicidad el consumo de medicamentos al margen del médico, en un entendimiento directo entre el laboratorio a través del anuncio y el consumidor (“si tiene alguna duda, consulte con su farmacéutico”), tenemos que cada vez son más las medicinas que tienden a convertirse en placebos, que se auto administran por tics consumistas, y que se compran como tantísimas otras cosas que no hacen falta, pero que la publicidad te induce a consumirlas poniendo en juego toda la capacidad seductora de sus anuncios: “al primer síntoma, usted ya sabe, tire de medicamento, y verá qué maravilla”.
Fuente: enciclopedia.us.es/ Annals of Internal Medicine/es.wikipedia.org
Escrito por Jacqueline Salerno-Taupin
Leido en: BitacoraMedica.Com
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