«Cuando te dicen que padeces de Alzhéimer te anuncian un futuro malo y eso siempre es muy deprimente»
El ex presidente catalán y ex alcalde de Barcelona pasa unos días en el sur de Gran Canaria donde recibió ayer un homenaje. En esta entrevista repasa sus vivencias tras diagnosticársele que padece alzhéimer, su lucha por lograr que esta enfermedad tenga cura y señala con humor que es difícil que se pierda aunque quiera porque es muy conocido.
– Usted ha sido el alcalde de las Olimpiadas de Barcelona, el presidente no nacionalista de Cataluña y ahora el abanderado de la lucha contra el alzhéimer. ¿Cuál de estas facetas le ha motivado más?
La última, porque es la más cercana, la más urgente. Lo demás está todo hecho. Fui alcalde de Barcelona durante 15 años y tres años presidente, pero esta enfermedad tiene 100 años de vida y no se ha descubierto un remedio todavía.
– En el documental Bicicleta, cuchara y manzana aborda su enfermedad con entereza, con naturalidad. ¿Cómo reaccionó cuando le comunicaron que padecía alzhéimer?
– Te encuentras igual el día antes que el día después, pero cuando te comunican que la padeces te anuncian un futuro malo y eso siempre es deprimente. La afronté como pude, pero gracias a mi mujer, Diana, que me es de gran ayuda y se ha volcado. Hago todo lo que puedo y lucho contra el alzhéimer, para que en el futuro no les ocurra esto a mis nietos. La enfermedad la han padecido también Ronald Reagan, Solé Turá y Adolfo Suárez, cuatro políticos. Quizás tenga que ver con el estrés, aunque tampoco podemos afirmar que sea un porcentaje significativo el que lo padezcamos varios políticos.
– ¿Qué acogida ha tenido el documental?
– Ha tenido muy buena acogida en Madrid y Barcelona, la gente o bien ha destacado su calidad cinematográfica o bien ha resaltado el lado humano de la historia, aunque no sólo soy yo el protagonista, hay más casos. Se está proyectando en muchos cines y recorre toda España.
– ¿Cuáles serían las armas para ganar la batalla a esta enfermedad?
– La investigación, el hacer seguimiento de los casos desde chiquitos de miles de personas para descubrir qué concomitancias hay entre las determinadas características de las persona, neuronales y físicas. Con las muestras de estos estudios se podría entonces conocer cómo se va desarrollando y a qué tipo de personas afecta. Si yo hubiera nacido hace 100 años habría estado hecho probablemente un guiñapo, un pelele, pero ahora hay formas de atender a los enfermos de alzhéimer y atenuar la enfermedad.
– ¿Se preocupan las administraciones por esta patología o los actos que realizan son de cara a la galería?
– Con la crisis económica en la que llevamos inmersos estos años, las administraciones se están apretando el cinturón y no hay dinero que se destine para la investigación. Espero que esta crisis acabe pronto y se pueda dedicar más fondos a la investigación. En España existen dos fundaciones. Una es la de la Reina, dedicada a los tratamientos paliativos y las residencias y la otra es la Fundación Pasqual Maragall, que se dedica plenamente a la investigación del alzhéimer. También hay fundaciones en Italia y en otros países, pero la investigación avanza lentamente.
– ¿En qué nivel está la investigación en España?
– Se ha avanzado, pero muy lentamente, es una enfermedad que lleva 100 años y ahora es cuando estamos empezando a conocerla. En mi caso hay factores que no se dan y que me convierten en un caso atípico. Al ser ex alcalde y ex presidente del Gobierno catalán es muy difícil que nadie no me reconozca por la calle, por lo que es improbable que me pierda porque todo el mundo me conoce. En Canarias y en el extranjero sí corro ese riesgo. Sin embargo, hay otras enfermedades no visibles, como las hepáticas y algunas demencias que con el aumento de la esperanza de vida han aparecido ahora, con lo que puede haber una correlación entre la edad y algunos tipos de enfermedades. El director de la Fundación, Jordi Camí, quiere ampliar la investigación en algún que otro establecimiento. Mi doctora personal, Teresa Gómez Isla, está en Boston y está muy relacionada con la investigación, por lo que estoy en la punta de lanza de la investigación del alzhéimer. Ojalá mi caso atípico sirva para ayudar al resto de los enfermos, que los casos más típicos se puedan beneficiar.
– ¿Cómo es su día a día?
– Me mantengo activo y no tengo tiempo para caer en la depresión. Es difícil que me pierda, aunque algunas veces he tenido ganas de hacerlo, pero no hay ni tiempo ni lugar. Es interesante potenciar el aspecto deportivo y participar en actividades diarias. Yo voy mucho al fútbol y tengo la suerte de que por haber sido presidente me dan una buena entrada para ver al Barça y también juego al ping-pong todos los miércoles con un chico de Hospitalet que fue campeón de España. Nos reunimos por parejas y la que pierde paga la cena. También me encanta el cine y los lunes en la oficina vemos películas en DVD y hacemos un pica pica. Me gusta mucho Woody Allen, películas italianas que veo en versión original con subtítulos. En la oficina tenemos muchas actividades y siempre estoy ocupado. Aunque yo también aconsejaría venirse a Canarias, que son unas islas maravillosas y que con este clima se está muy bien.
– ¿Qué es lo que le preocupa más del alzhéimer?
– Me preocupa del alzhéimer que aún no se cura y que queda mucho camino para combatirlo. También esa correlación que parece haber entre longevidad y demencia senil y otras enfermedades. Esto supone una carga primero para la familia del enfermo, pero también para el resto de la sociedad y para el Estado.
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!