Un videojuego puede ayudar a frenar el deterioro cognitivo
sábado 15 de enero, 9:00 AM
www.neomundo.com.ar DICYT/SINC Investigadores de la Universidad de Salamanca y de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA Salamanca) de la ciudad han iniciado un estudio para evaluar la eficacia de programas de entrenamiento cognitivo que pretenden retrasar la aparición de síntomas de algunas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y otras demencias.
En concreto, una primera investigación ha comparado la eficacia de un videojuego en estas tareas frente a una técnica de entrenamiento cognitivo más convencional, con ejercicios de lápiz y papel, obteniendo mejores resultados en el primero.
La revista científica Psicothema recogerá próximamente los resultados de este estudio, que firman Bernardino Fernández-Calvo, Roberto Rodríguez-Pérez, Israel Contador Castillo, Alicia Rubio-Santorum y Francisco Ramos Campos.
Terapias No Farmacológicas
«Nuestro objetivo general es analizar terapias no farmacológicas en los pacientes y pretendemos centrarnos en las que están basadas en aspectos cognitivos, ya que en la actualidad están en auge los programas de estimulación cerebral y el entrenamiento cognitivo de las personas con demencias», ha declarado a DiCYT Israel Contador, especialista de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca.
Estas intervenciones se basan en realizar diferentes actividades cognitivas relacionadas con la memoria, la atención o el razonamiento. Sin embargo, «muchos de estos programas no han demostrado una eficacia contrastada», advierte la investigadora.
La idea es investigar sobre la eficacia de este tipo de programas a la hora de retrasar el deterioro o el avance de la enfermedad. «Actualmente las demencias no tienen curación, pero se trabaja sobre la idea de buscar instrumentos que nos ayuden a retrasar la evolución sintomática de la enfermedad», comenta el experto.
El estudio realizado pretendía evaluar la eficacia del Big Brain Academy (BBA), un programa de entrenamiento cognitivo computarizado basado en un videojuego, frente al Programa de Psicoestimulación Integral (PPI), un instrumento típico de entrenamiento cognitivo, en pacientes con alzhéimer.
Un total de 45 pacientes en fase leve fueron asignados de manera aleatoria a tres condiciones experimentales. Se establecieron dos grupos de tratamiento, donde los pacientes recibieron o bien un programa de estimulación con BBA o bien un programa de estimulación tradicional, basado en tareas de papel y lápiz, durante 12 semanas. A un tercer grupo, que no recibió ningún tratamiento durante este período, se le asignó la condición de grupo control.
Un declive más lento
La eficacia diferencial de los programas se evaluó antes y después a través de medidas neuropsicológicas, conductuales y funcionales estandarizadas.
«El grupo que utilizó el videojuego mostró un declive cognitivo significativamente más lento en comparación con los otros», señala Contador. Además, también manifestó una reducción de la sintomatología depresiva significativamente mayor. En definitiva, fue más efectivo que el tradicional para reducir el declive cognitivo y los síntomas depresivos en los pacientes con Alzheimer.
El entrenamiento cognitivo, al que se refiere esta investigación, es la práctica de una serie de tareas estandarizadas orientadas a aspectos específicos de la cognición, por ejemplo, la memoria. Las tareas, que varían en niveles de dificultad, van orientadas a mejorar el rendimiento en las tareas entrenadas. Se trata de una actividad orientada a estadios leves y moderados de la enfermedad, según los expertos.
Frente a esta idea, la estimulación cognitiva es un concepto más global, comprende un conjunto de actividades de grupos y discusión con el objetivo de mantener activa la mente de modo más global, pues las tareas dependen de diferentes procesos cognitivos. No sólo persigue una mejora cognitiva sino también la conductual y se aplica fundamentalmente en estadios moderados de la demencia, comenta Contador.
Eficacia dudosa
«Aunque actualmente no existe tratamiento que permita curar o detener el avance del deterioro cognitivo, el objetivo que se persigue con éste tipo de terapias es intentar retrasar, en la medida de los posible, la evolución de la enfermedad», indican los especialistas. Sin embargo, recuerdan que la eficacia de estas técnicas, más allá de los aspectos entrenados, sobre la cognición y las actividades de la vida diaria del paciente es dudosa.
El equipo de Israel Contador pretende, en un futuro, investigar sobre algunas variables que permitan mejorar la eficacia de los programas y herramientas existentes. Para ello se ha firmado un acuerdo con la AFA de Salamanca cuyo objetivo es promover la investigación en terapias no farmacológicas centradas en aspectos cognitivos en la enfermedad.
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