José Mateos (Medico), dice:
«Quiero darle las gracias al autor porque hoy he aprendido a ser mejor medico…aunque me haya hecho llorar.»
Leyendo esto, también nos damos cuenta de que hay artículos que te eligen… y por eso lo traemos al blog sin cambiar, obviamente ni una coma !
Se está refiriendo a este libro del que abajo leemos esta reseña también de su autoría:
«Hay libros que te eligen, que deciden fijarse en ti. Cuando este libro llego a la librería decidí no abrirlo, no valorarlo, no leerlo. Con un titulo como “Cuidar siempre es posible” y frases en la portada como “hay enfermos incurables pero ninguno incuidable” estaba seguro que no era un libro mas. Decidí esperar a estar tranquilo y relajado porque sabia que es de los libros que me duelen, que tocan mis puntos flacos como persona y como medico… y no me he equivocado. Hace tiempo que no leía algo tan directo a mis entrañas y tan riguroso desde el punto de vista científico. No debería decirlo pero he acabado llorando.
Decir que “Cuidar siempre es posible” es un libro sobre cuidados paliativos escrito por un medico para médicos es quedarse solo en la portada. El autor, Julio Gómez es efectivamente un medico que trabaja en un servicio a domicilio de cuidados paliativos desde hace varios años. Y ha hecho un libro con todos los protocolos que debe seguir un medico para ayudar a los enfermos terminales en los últimos días de su vida. Enfermos con un pronostico de vida limitada como dice el. Pero si digo que en el libro no aparece ni una sola dosis de un fármaco y que el autor sabe lo que es perder a un hijo de corta edad…
Este no es un libro de eutanasia, es un libro de paliativos como nunca había leído. La frase que mas se repite y por donde empieza el libro es un buen ejemplo: los cuidados paliativos son ayudar a vivir bien hasta el final, a vivir dignamente. Son paliar el dolor total, el que aparece a nivel físico, psíquico, social y espiritual en las personas que sufren una enfermedad incurable y lo saben. Pero primero reparte cera a los médicos que cuando no pueden curar abandonan al paciente porque piensan que su trabajo ha terminado. Durante todo el libro demuestra que hay mucho que hacer desde la medicina, no solo con teorias si no con ejemplos reales que ha vivido y en los que yo habria fallado o abandonado…. he dicho ya que he llorado.
El autor repasa tema a tema todas las fases del cuidado del paciente con enfermedad incurable. Desde como dar las primeras noticias, a la familia y al paciente, a como ayudar a aceptar para que se pueda vivir bien, tranquilo y con la mayor paz posible lo que es irremediable. Con el símil de que es un viaje recorre como profesional con los pacientes y familiares las ultimas etapas de un ser querido. Describe los síntomas de la agonía, lo que es normal y lo que no, lo que podemos hacer para el dolor físico, lo que podemos para el psíquico, el social y el espiritual. No habla de resignación, habla de acompañar, de aceptar, de vivir bien dentro de un maremagnum de dolor, miedo, papeleo…. Y de hacerlo con la ciencia en una mano y con el corazón en la otra…
Pero que nadie se equivoque, no es un libro de autoayuda. Es un libro para profesionales. Incluso explica en un capitulo que hacer de forma protocolizada para no quemarse en ese trabajo. El libro esta lleno de protocolos de la OMS de cómo ayudar a vivir bien… la muerte. Se que suena muy extraño pero nunca había escuchado cosas como que las familias tiene que dejar que el paciente se vaya, o que los profesionales tiene que evitar la prepotencia de la medicina para poder ayudar, que a los niños no puedes negarles que se despidan de sus seres queridos… he dicho ya que he llorado.
Nunca me había planteado la medicina como cuidador exclusivamente y me ha dado un revolcón. Habla del sanador herido, del medico que se enfrenta a estos casos y que tiene 4 formas diferentes de reacionar y actuar como persona y cual es la mas adecuada para hacerlo mejor. Insisto en lo profesional y lo bien documentado… y lo que me ha dolido ver lo tonto que soy. Y lo que he aprendido en un solo libro. No quiero terminar sin mencionar que también habla del dolor espiritual, no de religiosidad si no de la espiritualidad de muchas personas que en esta situación también juega un papel que puede ser fundamental. Y en este sentido no habla de respuestas habla de dejar que los pacientes hagan las preguntas que necesiten. Habla de escucharlos y respetarlos en sus interpretaciones de la vida y de la muerte. Todo el libro esta dedicado al medico al servicio de la vida del paciente. De la vida que le quede, que sigue siendo vida. ¡no era eso ser medico!
Termino ya recomendando este libro a todos los médicos que trabajan con pacientes…todos. En todas las especialidades se tiene contacto con pacientes con enfermedades incurables, y aunque uno no este específicamente dedicado a los cuidados paliativos si esta dedicado a las personas en todos su procesos vitales. Y la muerte es un proceso vital, el ultimo de ellos.
Quiero darle las gracias al autor porque hoy he aprendido a ser mejor medico… aunque me haya hecho llorar.»
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Gracias José Mateos (por emocionarnos a nosotros también y alentarnos a adquirir este libro)
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