José Luis Jordana, el agitador de los jubilados
Autor: José Antonio Ritoré
Filósofo, humanista, gerontólogo, blogger, museólogo y, sobre todo, comunicador: “Lo que más agradezco es que me han enseñado a hablar y a escribir” y doy fe de lo primero. José Luis es un torbellino, pasa de un tema a otro sin pausa, puede estar hablando de su etapa como educador en el Amazonas, al minuto siguiente de su última charla para jubilados en Teruel y luego de su lesión de menisco jugando al ping pong.
José Luis Jordana |
Este zaragozano de 72 años es, desde hace 30 años, el agitador de los pensionistas de Dominó, Mus y cognac. Sabe de lo que habla, ha visitado más de 300 clubes de mayores en toda España, ha dado charlas a miles de prejubilados y jubilados de grandes, medianas y pequeñas empresas, ha sido uno de los primeros en promover el envejecimiento activo, asunto del que ya hablada cuando dirigía la primera Aula para la Tercera Edad que se fundó en España, en 1978, y lo tiene muy claro:
Mi tema es la participación de los mayores en la sociedad, un derecho, un deber, más aún, una necesidad. Pero como necesidad de supervivencia. Cuando uno se hace voluntario mayor, aparte de la labor social, cultural, el mayor beneficiario es él mismo.
Empezó trabajando en el Amazonas peruano, en la frontera con Ecuador, durante 10 años y acabó gestionando más de 100 escuelas y tratando con todo tipo de etnias, jíbaros incluidos. Cuando las cosas se pusieron difíciles en aquel país, continuos golpes de estado, huelgas generales, se vino con su mujer y tres hijos a Madrid, a dirigir, primero, las citadas Aulas de Tercera Edad y, después, a compatibilizar su puesto de educador en el Museo de América con el de animador sociocultural y promotor de todo tipo de proyectos para personas mayores, como el que desde hace más de 15 años desarrolla en 130 museos de toda España “Voluntarios Culturales Mayores“, en el que 1.200 voluntarios enseñan el valor y significado de las obras de arte a otros mayores y grupos de escolares.
Los mayores tienen que estar siempre activos, siempre en movimiento. Envejecer es moverse cada vez menos. Si estás todo el día sentado, si estás todo el día con juegos sedentarios estás envejeciendo prematuramente y dentro de poco vas a necesitar ayuda a domicilio, telealarmas, teleasistencia y la Ley de la Dependencia.
En este punto de la entrevista José Luis se enciende y, a pesar de que a veces vuelve a su faceta de blogger (ha recibido ofertas de compra bastante sustanciosas), remata su discurso:
Se comienza a envejecer cuando pierdes el interés y la curiosidad por lo que te rodea, hay que leer, ir al cine, discutir. Se comienza a envejecer cuando se deja de reír, se comienza a envejecer cuando se deja de amar, y cuando te enclaustras en tu propia casa y tu vida es tan recortada que, llevado a un máximo, es de la cama al sillón, del sillón a comprar la barra de pan y de aquí a la cama otra vez.
En estos 30 años que lleva José Luis intentando mejorar la realidad social de las personas mayores, ha notado cambios muy significativos. En el 80 la esperanza de vida de un hombre era de 72, de la mujer, 78. Ahora ha pasado a 78 en el hombre y 83 en la mujer. Jordana afirma que en esa época solo un 15% de las personas que llegaban a la jubilación estaban sanos, ahora es al revés. Nos prejubilamos con 52 y 54 años y quedan por delante 25 – 30 años para los que hay que estar preparados.
Ahora hay más de 6 millones de jubilados, el mayor potencial humano que tiene la sociedad actual y están desaprovechados. A mí me da hasta miedo lo que pueden hacer. En todo faltan líderes, falta la máquina de tren.
La máquina de José Luis Jordana sigue echando carbón, pero cada vez tiene más “goteras” como él mismo dice. Sin embargo, mantiene la ilusión por lo nuevo, mantiene la curiosidad (síntoma para evitar el envejecimiento). De hecho, anda liado con un nuevo libro (ya ha escrito cerca de una decena) sobre los síndromes de los jubilados.
Tengo 20 recogidos, tiene mucho humor entre líneas. La gente me da pistas. El otro día me cuenta una señora que su marido era muy activo, pero ahora como no tiene nada que hacer se dedica a dar vueltas y vueltas a la manzana: “Síndrome tío vivo”. Hay humor, pero con total base gerontológico. El “Síndrome caracol”: cada día sale menos de casa, porque tiene un problema en un pie, en la rodilla… “Síndrome Carpanta”, en el que me incluyo, cuando vas de excursión, lo peor que puedes hacer es poner barra libre de comida para los mayores porque comen que parece que se va a acabar todo.
¿Cuándo se jubila José Luis Jordana?
Todo el mundo me pregunta cuando me voy a jubilar y a qué me voy a de dedicar cuando lo hago. Yo digo, voy a ser voluntario de un museo. De qué museo, del Museo del Jamón. En serio, hasta que el cuerpo aguante.
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