Como se combatió en su día la tuberculosis toca hoy luchar y atender a los enfermos de demencia. Es el mensaje de Juan José Calvo, director médico de la Residencia Zorroaga, en la jornada celebrada ayer en San Sebastián por el XX aniversario de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Gipuzkoa (Afagi). «Hay que utilizar los recursos sin cargo de conciencia», dice.
La Sociedad debe atender la Demencia y Desdramatizarla
Pregunta: ¿Cuál es el objetivo de la jornada?
P. ¿Hay indicadores para saber cuándo las cosas se hacen bien?
R. En las residencias de Gipuzkoa, un 75 u 80% de las personas acogidas sufre deterioro cognitivo. Y de ellos, un 60 ó 65% tiene un diagnóstico de demencia. Es una enfermedad prevalente en las residencias.
Tenemos que estar preparados para atenderles bien. Y para saber qué estamos haciendo necesitamos una comparación entre centros. Se revisan temas de nutrición, número de residentes con trastornos de conducta y cómo están controlados, consumo de recursos sanitarios externos o tasa de mortalidad.
Saber la edad y las circunstancias de los fallecimientos o si las personas mueren en hospital o en residencia ayuda a conocer el tipo de atención que se ofrece.
P. En una residencia hay tareas fundamentales…
R. Un papel crucial es el del profesional de enfermería geriátrica, que diseña y gestiona el plan de atención individual. La enfermera geriátrica es quien mejor sabe cómo hay que adecuar el medio a las necesidades de la persona, aunque hay muchos otros especialistas…..
P. Demencia y Alzheimer. ¿Cuáles son las diferencias? …….
R. Cuando empiezan a detectarse fallos en el entendimiento, podemos hablar de un deterioro cognitivo. Existe una pérdida respecto a la situación previa. Y cuando hay dificultad para que la persona se valga por sí misma podemos hablar de demencia. Es un diagnóstico general.
P. Hay tipos de demencia…
R. La causa más frecuente de demencia es la enfermedad de Alzheimer, que supone el 50% del total, pero hay otras: vascular, de tipo mixto, por cuerpos de Lewy o frontotemporal, por ejemplo.
P. Entre los mayores, ¿cuántos sufren deterioro cognitivo?
R. De las personas mayores de 80 años, aproximadamente el 30% sufre algún deterioro cognitivo y, entre éstos, un 20% sufre demencia.
P. Fomentar la independencia del mayor, ¿tiene algún lìmite?
R. A nivel preventivo se recomienda que las personas mayores hagan todo el ejercicio fìsico posible, que se mantengan lo más socialmente activas que puedan, el cultivo de amistades y que vivan en su entorno. A partir de ahí las intervenciones deben hacerse según cada caso.
P. ¿La intervención temprana…ayuda?
R. En casi todos los temas de salud, la intervención temprana es adecuada. Si se detecta un deterioro cognitivo o una demencia en un estadio inicial, interesa entrenar y rehabilitar las pérdidas. Si hay dificultad para la memoria, son buenos los ejercicios de memoria. Si hay dificultad en la relación social, interesa fomentarla. Todo lo que intenta reconstruir o minimizar lo que se ha perdido, es favorable.
P. En Alzheimer o demencias, ¿cuál es su mensaje al cuidador?
R. La sociedad debe adecuarse para atender las necesidades de los ciudadanos. Y éstas son diferentes. Hay personas con demencia que pueden ser atendidas en casa. Pero cuando las dificultades son mayores y el sistema empieza a claudicar, la sociedad y las instituciones ofrecen respuestas para ayudar. No hay que tener cargo de conciencia para utilizar el recurso necesario.
P. La Administración alerta de que faltan medios para la demanda…
R. Las personas que llegan a las residencias, que son un medio de atención caro, son cada vez más dependientes. Y muchas de ellas tienen demencia. Ha cambiado la tipología de usuario.
P. El dinero no llega, dicen…
R. El debate està si se destinan los recursos a asistencia, carreteras u otras àreas. Es una cuestiòn de prioridades, de recaudaciòn o del tipo de financiaciòn que quiere adoptarse. Al final quien tiene la llave es el ciudadano con su voto. Los partidos políticos no pueden ser ajenos a esta necesidad social.
P. ¿Su mensaje?
R. Hay que normalizar la existencia de las personas con demencia, desdramatizar la situaciòn y adecuar el medio a sus necesidades. Se trata de atenderlas como en otras circunstancias històricas se adecuò la sociedad para atender enfermedades como la lepra o la tuberculosis. Nadie pensò en dejar de tratarlas. Pues ahora, lo mismo.
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