El Presidente de la Sociedad Española de Geriatrìa y Gerontolgìa, Pedro Gil Gregorio afirma que el Alzheimer, como enfermedad crònica, irreversible y terminal, de la que se desconoce todo sobre su futuro, requiere de equipos de investigaciòn y de tratamiento multidisciplinares.
“Es una patologìa que representa un problema prioritario de salud pùblica”, dice, y añade al respecto que en el año 2011, un 3,9% de la población mundial y un 5,4% de la poblaciòn europea mayor de 60 años padece esta enfermedad, que se elevarà del 4,9% hasta un 10% de la poblaciòn mundial en el año 2040, fecha en la que sòlo en España dicha enfermedad afectar ya a 8 millones de personas.
Ante el incremento anual incesante de demanda de asistencia hospitalaria para personas con demencias, señalò, “los centros hospitalarios están tardando en adaptarse con la creaciòn de àreas especìficas destinadas a èstos y a sus familias o cuidadores”.
En su discurso inaugural, Gil Gregorio hizo un recorrido por la historia de las tècnicas empleadas para el diagnòstico del Alzheimer hasta el año 2007, en el que se hace la distinciòn sobre el deterioro cognitivo y el padecimiento de esta enfermedad sin sìntomas, o el llamado “Alzheimer sin Alzheimer”, que precisa documentar la enfermedad pese a la inexistencia de evidencias fisiopatològicas.
Futuro preclìnico
Segùn este experto, el futuro de la predicciòn de la enfermedad de Alzheimer es cada vez màs “preclìnico”, mediante “biomarcadores” como la punciòn lumbar “que, pese a su fiabilidad, hasta el momento se emplea muy poco y debiera emplearse màs” para conocer los volùmenes de aminodosis asintomàtica y los niveles de oxidaciòn de los linfocitos; la resonancia magnètica para conocer el grado de degeneraciòn neuronal, y finalmente a travès de la detecciòn neurofisiològica para calibrar el declinar cognitivo sub-lìmite de los pacientes por medio de tècnicas de neuroimagen.
Respecto del Alzheimer, señalò, “donde podemos avanzar es en la tarea de prevenciòn, evitando los precursores o factores de riesgo modificables como son la diabetes, la hipertensiòn, el tabaco, la obesidad, la depresiòn y, sobre todo, la nulidad intelectual”. Para eso se recomienda la pràctica de actividad fìsica y de actividad intelectual, y el seguimiento de una dieta nutricional de estilo mediterràneo. “El resto de tratamientos como las vacunas hasta ahora no ofrecen mejores resultados”, dijo.
Fuente: tirajanadigital.com
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