Estos son conceptos principales que dejò, en diálogo con «La Nueva Provincia» , el doctor Diego Sarasola, mèdico especialista en neuropsiquiatrìa y del staff del Cemic, de Buenos Aires, quien disertò en Bahìa Blanca, en charla organizada por ALMA. (Asociaciòn Lucha contra el Mal de Alzheimer y demencias semejantes)
* Cada cinco años, se duplica la prevalencia del Alzheimer.
* Se conocen los pasos del Alzheimer, pero no su origen.
* Un padre con Alzheimer no necesariamente tendrà hijos con esa afecciòn.
* No sòlo hay que pensar en olvidos, sino, tambièn, en cambios de conducta.
* El familiar es fundamental en la etapa de diagnòstico y de tratamiento.
-Doctor Sarasola, ¿se puede decir que estamos ante una epidemia de Mal de Alzheimer?
Sì. No es un error pensarlo. No hay una epidemia si pensamos en funciòn de lo que podrìa ser, por ejemplo, una de sarampiòn (en la que hay un brote y la gente se contagia), sino que tiene que ver con la alta cantidad de casos en base al aumento del promedio de vida. A partir de los 65 años, cada cinco años, duplica su prevalencia.
-¿Cuàl es el panorama en la Argentina?
Las estadìsticas muestran que aproximadamente del 40 al 45 por ciento de la poblaciòn mayor de 85 años padece Alzheimer. Al envejecer la piràmide poblacional, todas las enfermedades asociadas con la vejez aumentaràn su incidencia. La expectativa de vida de hace 70 años era casi la mitad de la actual. Y esto genera problemas no sòlo sanitarios, sino sociales, econòmicos y de todo tipo. En muchos paìses, la discusiòn pasa por la edad jubilatoria. Cada vez menos trabajadores deben sostener a un jubilado.
-En funciòn de que se recomienda mantener la mente activa, ¿perjudica o beneficia la idea de atrasar la edad jubilatoria?
Econòmicamente, no puedo responder. Lo que sì digo es que la gente se jubila a màs edad y en mejores condiciones. Pensar hoy que una mujer de 60 años no pueda ser activa, por ejemplo, constituye un anacronismo.
Sì. Esto tiene que ver con el rol de los medios y con el trabajo de entidades como ALMA, que hacen difusiòn a nivel social. Ademàs, tenemos un tema clave: Los sìntomas de inicio son inespecìficos.
-¿Se dan casos màs prematuros de Alzheimer?
No. Sucede que antes probablemente no se diagnosticaba. Sòlo lo hacìan cuando el estadío era moderado a severo. Olvidarse màs seguido de determinadas cosas, puede ser un signo de estrès. En general, lo que decimos es que si esto tiene un caràcter progresivo, hay que hacer la consulta.
-¿Cuàndo debemos pensar en la consulta?
Hay dos grupos de sìntomas. Estàn los cognitivos, que tienen que ver con fallas de la memoria o del lenguaje. Si estos problemas alteran nuestra vida cotidiana, conviene ir al profesional. Otro motivo, que muchas veces no se toma en cuenta, sobre todo en los familiares, es el cambio de conducta. La mayorìa se preocupa por fallas en la memoria, pero muchos pacientes que cambian su conducta deben ser estudiados.
-¿A què cambios se refiere?
Irritabilidad y mayor desinhibiciòn. Una persona que fue cuidadosa con el lenguaje y que, de pronto, dice cosas que nunca dijo, que no tiene filtros ante una situaciòn social. Muchos abuelos que se muestran desnudos, cosa que antes no hacìan.
-Doctor, ¿cuàl es el rol del familiar? Porque el paciente, a veces, no se da cuenta o no quiere ir a la consulta…
El familiar resulta fundamental en la etapa de diagnòstico y de tratamiento. Muchos pacientes a veces padecen anosognosia, que es falta de toma de conciencia de la enfermedad. El individuo llega con un paciente y responde «fenòmeno» cuando uno le pregunta còmo està, aunque ante alguna consulta responde cosas que niega el acompañante desde atràs. Y no es que mienta, sino que no tiene conciencia de lo que le està ocurriendo.
-Es que ustedes estàn sòlo un rato con esa persona…
Obvio y el familiar pasò 50 años con èl. Nosotros nunca realizamos una primera entrevista sin el paciente. Su informaciòn es fundamental. Inclusive, a veces, mandamos a alguien a la casa, para que observe particularidades fìsicas y còmo es la interacciòn familiar. Una vez hecho el diagnòstico, el rol del familiar serà relevante, frente a una enfermedad que es progresiva y generarà cada vez màs dependencia.
-Pero no debe ser muy fàcil para el entorno.
Esta enfermedad es como una mancha de aceite, que va cubriendo todo lo que toca. Saca lo mejor y lo peor del grupo familiar. En algunas familias, todos tiran para el mismo lado. Otras se disgregan, en muchos casos, por intereses econòmicos. Por lo tanto, no atendemos a una sola persona, sino al resto y no es fàcil. Hay consecuencias en la salud de los cuidadores. Esta es una enfermedad que no se ve externamente. No se llega a entender. Se piensa hasta en caprichos, pero esto es parte de la afecciòn.
-Y esto, ¿requiere de un tratamiento psicològico del entorno familiar?
Sin dudas. Esta es una enfermedad muy importante como para dejarla en manos de los mèdicos, solamente. Lo ideal es un equipo multidisciplinario, con psicòlogos, fonoaudiòlogos, terapeutas ocupacionales. Es todo muy complejo.
-¿Cuàl es la importancia de un diagnòstico a tiempo?
Es importante por dos motivos. El primero, porque uno prepara a la familia para lo que viene, sin que esto signifique hacer futurologìa. El segundo, porque hoy existen tratamientos farmacològicos y no farmacològicos.
-¿De què sirven esos tratamientos?
Frenan la evoluciòn de la enfermedad durante un tiempo. No es poco en una persona de 80 años, que gane 3 años de buena calidad de vida.
Ellas y ellos.
-El Alzheimer, ¿marca diferencia de sexos?
Hasta hace poco, se hablaba de una prevalencia de la mujer. Hoy està claro que perjudica tanto a hombres como a mujeres.
-Usted hablò de factores ambientales. ¿En què medida el estrès puede influir?
Hay relaciòn. No es que el estrès cause Alzheimer. Como concepto global, afecta indirectamente en muchas cosas. Por ejemplo, a nuestro sistema cardiovascular.
-¿Influye la preparaciòn?
Hoy, podemos definir cuàn afectado està un cerebro. A igual nivel de lesiòn, quien tiene estudios universitarios tiene menos perjuicio clìnico, porque su cerebro està màs preparado y con màs conexiones. Por lo tanto, se recomienda estimularlo todo lo que sea posible.
-¿Què sucede con las personas que viven solas?
Este es un gran problema. Vivir solo es un factor de riesgo agravante. El cerebro es el ùnico òrgano del cuerpo que se estudia a sì mismo. Èl nos dice que anda mal. Si tengo una alteraciòn y fallo en el monitoreo, ¿còmo accedo a la consulta? Por eso es complicada la soledad.
-El paciente con Alzheimer, ¿tiene tendencia a aislarse?
Tiene tendencia a la depresiòn. Es comùn que no hable; sencillamente, porque comienza no sòlo a tener problemas en la emisiòn, sino en la recepciòn. No entiende y esto lo limita màs.
Nosotros recomendamos a los familiares no llevarlos a grandes reuniones, porque por lo que decimos, no se va a sentir bien. Tampoco que lo dejen arrinconado. Hay que buscar un equilibrio.
-¿Los favorece la rutina?
Sì, porque la flexibilidad mental es una capacidad cerebral y se va perdiendo.
¿Crucigrama o caminata?
-Doctor Sarasola, ¿en què medida nos puede favorecer la actividad fìsica?
En el ùltimo Congreso Mundial de Alzheimer, se hablò mucho de la caminata como efecto protector. Muchas investigaciones demuestran que, como ejercicio aeròbico, genera un notable beneficio cerebral.
-Caminar, entonces…
Sì. Es màs, si un paciente tiene media hora libre y me pregunta què hacer, le digo que deje de lado el crucigrama y camine. A veces, los mèdicos no somos muy enfàticos. Caminar tiene que ser una indicaciòn con igual potencia que un fàrmaco. Quienes caminan terminan ingiriendo menos fàrmacos, ya que ese movimiento regula el sueño, la presiòn y otros paràmetros.
-¿Què injerencia tiene el tabaquismo en esta enfermedad?
A los factores de riesgo hay que verlos con mucho cuidado. No podría decir yo que una persona que fuma va a tener Alzheimer. En absoluto. Sì, claro, afecta secundariamente el aparato circulatorio y terminarà perjudicando al cerebro. Tambièn es cierto que la gente que fuma muere antes; entonces, posiblemente, tenga en ellos menor prevalencia el Alzheimer.
-¿Se ha podido determinar el origen del Alzheimer?
Se sabe que no es un envejecimiento precoz, como se decìa antes. Se conocen los pasos, pero no se conoce el origen. En esto hay una mezcla de factores ambientales y genèticos, lo que no significa hereditarios. Antes, se pensaba que la hipertensiòn no tenìa nada que ver. Hoy, se sabe que es un factor de riesgo màs. En definitiva, conocemos muchas cosas, pero no todos los mecanismos, por lo que resulta muy difìcil encontrar una cura.
-¿Por què no puede ser hereditario?
No es en el sentido determinista. Salvo en el 1 o 2 por ciento de los casos, llamados Alzheimer familiar, que puede afectar a menores de 50 años, en el resto son situaciones de riesgo. Por lo tanto, si mi padre tuvo Alzheimer, puedo tener màs probabilidades de otros cuyos padres no lo tuvieron, pero puedo no tener Alzheimer y mi padre haberlo padecido y a la inversa.
1 de cada ocho individuos mayores de 65 años, en la Argentina, padece de Mal de Alzheimer.
DAVID ROLDAN droldan@lanueva.com
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