La orceìna es un tinte natural que se extrae de los lìquenes y que se ha empleado durante años en la industria alimentaria. Ahora este compuesto, junto a otra sustancia muy similar llamada O4, podrìa emplearse para desarrollar nuevas terapias en la lucha contra el Alzheimer. Estas molèculas son capaces de reducir la toxicidad de unos pequeños agregados de proteìnas que causan la disfunciòn neuronal y la pèrdida de memoria a los afectados por la enfermedad.
El estudio aùn debe ser testado mediante ensayos clìnicos en animales, pero plantea un nuevo mecanismo para combatir el Alzheimer. Una de las hipòtesis màs aceptadas entre los cientìficos es la de que los causantes de la enfermedad son unos agregados de naturaleza proteica llamados β-amiloide. Estos compuestos, tòxicos para las cèlulas del cerebro, son los precursores en la formación de unas placas màs estables que no causan la muerte neuronal.
Ahora este nuevo trabajo, publicado en Natural Chemical Biology por un equipo de investigadores del Centro de Medicina Molecular Max Delbrück (Alemania), ha demostrado que la uniòn de la O4 a los β-amiloide acelera la formaciòn de dichas placas, de forma que se reducirìan los sìntomas de la enfermedad al disminuir ràpidamente la concentraciòn de pèptidos tòxicos en el organismo.
La orceìna, aislada de un lìquen que crece en las Islas Canarias, fue elegida de entre cientos de sustancias naturales que el equipo analizò para buscar candidatos potenciales en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. El descubrimiento se sus potenciales efectos biològicos llevò a los investigadores a la bùsqueda de compuestos parecidos, identificando asì la O4, un tinte azul de estructura muy similar a la de una de las molèculas que componen la orceìna y que fue empleado para los ensayos de laboratorio.
Tambièn se investigan las propiedades de los líquenes de Costa Rica con la esperanza de encontrar nuevas sustancias medicinales, segùn el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
«INBio iniciò el estudio de lìquenes hace seis años, con un inventario en todo el paìs. Desde el 2006, en asocio con investigadores de las universidades de Michigan y Harvard, investigamos los componentes quìmicos que los lìquenes producen«, dijo la coordinadora del àrea de Bioprospecciòn del INBio, Giselle Tamayo.
El equipo de investigadores ha logrado colectar cerca de un centenar de lìquenes, una asociaciòn de algas y hongos que viven en relaciòn simbiòtica y a los que en ocasiones se vinculan cierto tipo de bacterias.
Las muestras son enviadas a los analistas en Estados Unidos, que las someten a diferentes pruebas biològicas.
«En el caso de los lìquenes, nosotros estamos haciendo la caracterizaciòn de las molèculas, y en Harvard y Michigan se hacen las pruebas biològicas», precisò Tamayo.
La investigaciòn ya ha producido algunos resultados alentadores, como el descubrimiento de sustancias que podrìan tener propiedades antibiòticas o servir para el tratamiento de la malaria, el càncer o el Alzheimer.
En particular, se ha extraìdo una sustancia de un liquen en las formaciones rocosas del volcàn Arenal, unos 80 km al norte de San Josè, que tiene una acciòn antibiòtica nueva.
Sin embargo, Tamayo aclarò que la investigaciòn se encuentra aùn en una etapa muy temprana y que podrìan pasar de 15 a 20 años antes del desarrollo de nuevos productos medicinales a partir de estos organismos.
muyinteresante.es y lahora.com
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