Como si fuera una película donde lo bizarro y la locura se confunden con la realidad, así parece ser el mundo del enfermo con Alzheimer.
Aquel ser querido a quien siempre vimos lleno de vida y entusiasmo, no importa que fuera serio y reservado o alegre y jovial, ahora lo vemos como un completamente distinto al que era antes.
Los días, las semanas, los meses y los años pueden ser dolorosos ya que hasta ahora la enfermedad es irreversible.
La personalidad parece haber cambiado totalmente, el individuo parece haber de cierta forma enloquecido, no sólo desconoce a los demás, sino que incluso se desconoce a sí mismo.
El enfermo pierde todo respeto por si mismo, su autoestima decae por completo, ya no tiene el orgullo ni el ánimo de antes y uno se pregunta ¿por qué?
La respuesta no es nada sencilla, los cambios de personalidad son síntomas características de la enfermedad de Alzheimer. A menudo estos cambios son observados antes que otras alteraciones en la memoria o en las habilidades intelectuales sucedan.
¿Y qué podemos hacer?
Desafortunadamente no hay nada que podamos hacer en el sentido de volver al enfermo a su estado anterior, cuando funcionaba bien; sin embargo, existen ciertas actitudes que debemos aprender a tomar:
He aquí algunas sugerencias.
- Acepte los cambios de personalidad como un resultado de una reacción o daño en el cerebro.
- Trate de satisfacer las demandas subyacentes del enfermo, tales como seguridad, apoyo, autoestima, comprensión, dignidad y amor.
- Perdónele, recuerde que él -su ser querido- está enfermo y no sabe lo que hace.
Este texto pertenece al 2º Boletín «Recuerdos» editado por Fedma. Los consejos que aparecen en la segunda parte de este articulo están tomados y editados del libro: “Alzheimer’s, a caregiver’s guide and source book”, Howard Gruetzner, John Wiley & Sons, Inc,
Somos información
Descubre más desde Alzheimer Universal
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.