Científicos canadienses descubrieron por accidente un mecanismo que podría desentrañar los misterios del funcionamiento de la memoria y ayudar en el tratamiento de algunas enfermedades, reveló un estudio divulgado por la revista Annals of Neurology.
El descubrimiento ocurrió cuando los científicos realizaban una exploración quirúrgica en el cerebro de un hombre de 50 años en un intento por reducirle el apetito y neutralizar su creciente obesidad.
Para ello, utilizaron una técnica ya exitosa de «estimulación cerebral» en la que se insertan electrodos y se estimulan ciertos sectores mediante una pequeña carga eléctrica.
Esta estimulación cerebral se aplica desde hace más de diez años para tratar una amplia gama de trastornos, incluyendo la depresión, el mal de Parkinson y otros asociados al movimiento físico involuntario.
Pero, en vez de perder el apetito, el hombre recordó con amplitud detalles de sucesos ocurridos hace 30 años y las pruebas posteriores demostraron que había aumentado de forma considerable su capacidad de aprendizaje.
Según los científicos del Toronto Western Hospital, de Ontario (Canadá), la técnica ya se está aplicando en el tratamiento de pacientes del mal de Alzheimer, una enfermedad neurológica progresiva e incurable.
Según Andrés Lozano, profesor de neurocirugía del hospital, esta es la primera vez que se logra aumentar el proceso de la memoria de una persona a la que se han insertado electrodos en el cerebro.
El facultativo admitió que el aumento de la capacidad de memoria del hombre que pesaba 190 kilogramos «tomó por sorpresa totalmente» a los médicos que participaban en la operación.
Añadió que hasta ese momento habían fallado todos los otros esfuerzos por reducir su apetito y que la única opción que quedaba era incursionar en su cerebro.
En momentos en que se llevaba a cabo el proceso en la zona del hipotálamo vinculada con la sensación del hambre, el hombre repentinamente les informó de que los recuerdos se le agolpaban.
Según Lozano, el hombre que no fue identificado, manifestó que recordaba un parque y amigos de cuando tenía unos 20 años.
Además, esos recuerdos se hacían más claros en la proporción en que aumentaban los estímulos.
El hombre reconoció a la amiga de esa época en una escena de colores definidos claramente y la ropa que llevaba la gente, aun cuando no logró descifrar lo que decían, según relatan los científicos en la revista.
Los neurólogos continuaron haciendo pruebas con la capacidad de aprendizaje del hombre y después de tres semanas de estimulación en el hipotálamo determinaron que esta había aumentado de forma considerable.
Para los científicos canadienses fue una sorpresa por cuanto el hipotálamo no está directamente vinculado con el proceso de la memoria.
Según indicaron en su informe, los contactos que produjeron un mayor aumento de la memoria ocurrieron en una estructura cerebral llamada fórnix que transmite las señales al sistema límbico, vinculado particularmente a las emociones.
Según Lozano, este descubrimiento accidental podría tener importantes implicaciones en el campo de la neurocirugía.
«Nos proporciona un mayor conocimiento sobre las estructuras cerebrales involucradas en la memoria. Asimismo, nos permite intervenir como ya lo hemos hecho en casos del mal de Parkinson y para el tratamiento de trastornos emocionales, como la depresión. Asimismo, podría tener un beneficio terapéutico en personas con problemas de memoria», indicó.
Los científicos señalaron que el método de estimulación se está aplicando en pruebas clínicas a seis pacientes de Alzheimer en Etapa I y a tres de ellos ya se les han implantado los electrodos.
Estos están conectados con un cable que por debajo del cráneo llega a una batería instalada bajo la piel.
Este «marcapasos cerebral» suministra un estímulo eléctrico de bajo nivel pero constante que no puede ser percibido por el paciente, según señalaron
Vía: Salud.com
Fuente: EFE
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