Tener un propósito en la vida protege contra el mal de Alzheimer
Tener un objetivo en la vida puede ayudar a reducir el riesgo de una persona a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, según un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush (UR) de Chicago.
El estudio, publicado en la edición de mayo de la revista Archives of General Psychiatry, señaló que las personas que se han trazado objetivos en la vida mostraron mayores conocimientos respecto a los que no tienen propósitos. Incluso las personas del primer grupo muestran una menor acumulación de placas y nudos neurofibrilares en su cerebro. “Estos hallazgos sugieren que quienes tienen mayores motivaciones en la vida se protegen contra de los efectos nocivos de la formación de placas y nudos/ovillos en la memoria y otras pérdidas de habilidades en el pensamiento”, dijo Patricia A. Boyle, del Centro de Enfermedad de Alzheimer de la UR.
“Es alentador confirmar que la participación en actividades significativas y con un propósito promueve la salud cognitiva en la vejez”, agregó Boyle, la autora principal del estudio.
En la investigación participaron 246 pacientes del Proyecto Vejez y Memoria del Centro Rush, que no tenían demencia y que después de morir fueron sometidos a una autopsia para poder estudiar su cerebro y cuantificar la formación de placas y nudos cerebrales. Los participantes recibieron una evaluación clínica anual de hasta aproximadamente 10 años, que incluyó pruebas detalladas cognitivas y exámenes neurológicos, además de que respondieron preguntas acerca de cuál era el propósito en su vida.
Para el estudio, los investigadores examinaron si el tener un propósito en la vida desaceleró la tasa de declive cognitivo, pese a que las personas acumularon placas y nudos neurofibrilares. Los científicos afirman que gran parte de la investigación de la enfermedad de Alzheimer que está en curso busca identificar formas de evitar o limitar la acumulación de placas y ovillos en el cerebro, una tarea que ha resultado bastante difícil. Indicaron que se necesitan estudios como el actual, ya que hasta que se descubran terapias preventivas efectivas, se necesitan urgentemente estrategias para minimizar el impacto de las placas y de ovillos neurofibrilares en la cognición.
De acuerdo con Boyle, estos estudios son difíciles porque muchos factores influyen en la cognición y las investigaciones carecen de los datos necesarios para cuantificar los cambios de la enfermedad del Alzheimer en el cerebro. La identificación de factores que promueven la salud cognitiva ayudará a combatir este gran problema de salud pública que crece rápidamente, como es la enfermedad de Alzheimer, dijo.
El Proyecto Vejez y Memoria comenzó en el Centro Médico Rush en 1997, es un estudio longitudinal clínico-patológico de las enfermedades crónicas comunes del envejecimiento. Los mil 500 participantes son personas de edad reclutados de cerca de 40 comunidades de cuidado de retiro continuo, así como de viviendas subsidiadas para adultos de la tercera edad en Chicago y su área metropolitana.
Fuente | Notimex | 8-5-2012
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