Aunque podría no parecer alarmante, el DCL se debe tomar en serio, sobre todo entre los pacientes que ya luchan por gestionar otros problemas de salud, señalan los expertos. El declive mental «de cualquier tipo es grave, y requiere una mayor atención médica y personal», explicó en un comunicado de prensa de los organizadores de la reunión el Dr. Ronald Petersen, miembro de la junta de directores de la Asociación de Alzheimer. «Estos estudios validan los desafíos de las personas que viven con DCL y sus familias, y hablan de la necesidad de educación médica para manejar mejor su deterioro cognitivo y su impacto más amplio sobre la salud física, mental y social de una persona», apuntó Peters.
Un estudio fue llevado a cabo por investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva en la ciudad de Nueva York. Investigadores liderados por Mindy Katz dieron seguimiento a más de 700 hombres y mujeres mayores de 70 años durante hasta 16 años (el paciente típico recibió un seguimiento de unos cinco años). Al inicio del estudio, casi una cuarta parte ya había desarrollado alguna forma de DCL o demencia completa. El equipo de Katz halló que los que tenían o desarrollaron demencia o DCL tenían «significativamente» más probabilidades (alrededor de dos a tres veces más probabilidades) de morir que los que conservaron su salud mental. El DCL con cierta pérdida de la memoria «se asoció con el doble de riesgo de muerte», anotó Katz en el comunicado de prensa.
«Las personas con otros tipos de dificultades no relacionadas con la memoria no estaban en mayor riesgo de mortalidad. Esto respalda más los beneficios de una detección y monitorización tempranas del deterioro cognitivo, no solo posiblemente para la prevención de la demencia del Alzheimer, sino también para prolongar la vida». El segundo estudio fue liderado por el Dr. Jeffrey Kaye de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHS) en Portland. Su equipo se enfocó en 148 pacientes con una edad promedio de unos 84 años, 28 de los cuales habían sido diagnosticados con DCL. Usando tecnología de sensores de movimiento dispersados por la casa de cada paciente y en las principales puertas de salida, el equipo dio seguimiento a la actividad y al movimiento de cada paciente durante hasta tres años.
El resultado: los que tenían DCL pasaban cada vez menos tiempo fuera de casa, en relación con los que estaban mentalmente sanos. «Estos hallazgos sugieren una disminución progresiva de la interacción con el mundo externo», señaló Kaye. «Es muy probable que esto disminuya la calidad de vida, y podría potencialmente afectar el avance de la enfermedad». Aunque estos estudios observacionales sugieren una relación entre el DCL y unos resultados negativos de salud, no pueden probar causalidad. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas por lo general se consideran como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
El ‘deterioro cognitivo leve’ se relaciona con un mayor riesgo de muerte y aislamiento social
Incluso el estado de deterioro cognitivo leve, que con frecuencia precede a la demencia, se asocia con una amplia variedad de efectos negativos de salud, sugieren dos nuevos estudios. Según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., el deterioro cognitivo leve (DCL) se define como «la etapa entre el olvido normal debido al envejecimiento y el desarrollo de demencia». Las personas con DCL (que no necesariamente progresa a demencia) tienen problemas leves con el pensamiento y la memoria que no les impiden realizar las actividades diarias. Los dos estudios sobre el DCL fueron presentado el lunes en Vancouver en la reunión anual de la Asociación de Alzheimer (Alzheimer’s Association).
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Alzheimer’s Association International Conference 2012, July 16, 2012
HealthDay (c) Derechos de autor 2012, HealthDay
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