Para salvar las noches en que estas enfadada
y en éstos años que te llevo de ventaja…
voy a obligarte mi niña, a mirarme la cara
y hasta que no te lo diga, no me des la espalda.
Cuando seamos viejos, vas a llorar con rabia
de verte en el espejo, la cara tan cambiada,
se llenaran de arrugas, tus risas de muchaha
y será más insegura, esta voz que hoy te manda.
cuando seamos viejos, no habrá tanta distancia,
sentirás menos miedo, sintiendome en tu cama
ya ni discutiremos, no servirá de nada
te reñiré bajito, lo que antes te chillaba.
Cuando seamos viejos, estarás más cansada,
seremos compañeros, nos haremos más falta,
y cuando no esté contigo, te sentirás muy rara
me encontraré perdido, si un dia nos separan.
Cuando seamos viejos, veremos con nostalgia
sentados en un banco, como la vida pasa..
yo, hablando con álguien que… que no me entiende nada..
tu, inventandote prisas, para volver a casa.
Para salvar las noches, que entonces serán más largas
Y cuando mis más de veinte años de diferencia, se vuelvan desventaja
porque… me faltan fuerzas, o a ti gracia.
Entonces… entonces niña vieja, podrás darme la espalda.
Alberto Bourbón
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