Un calvario para una donación de cerebro
Una viuda valenciana ha sufrido una odisea para cumplir el último deseo de su marido y donar su cerebro a la ciencia. La mujer tuvo que ir a las cinco y media a la casa de la juez de guardia para que autorizara el traslado del cadáver a Murcia.
Ramón Ferrando, Valencia
El marido de María Prieto murió en la madrugada del viernes tras sufrir durante siete años esclerosis lateral amiotrófica -ELA-. El hombre decidió hace un mes y medio donar su cerebro a la ciencia para poder ayudar a otros enfermos. El problema es que en la Comunitat Valenciana no hay ningún banco de cerebros y tuvo que realizar la donación en Murcia, que cuenta con un centro de referencia.
La viuda contactó con la funeraria a la una menos cuarto de la mañana y comunicó que debían trasladar inmediatamente el cadáver al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia porque iba a donar su cerebro. «En la funeraria me dijeron que necesitaban una autorización que expide la conselleria para poder trasladar el cadáver de una comunidad autónoma a otra. El problema es que no nos daban el papel hasta las ocho de la mañana y el cerebro se iba descomponiendo», lamentó ayer María Prieto.
La viuda decidió desplazarse al Hospital Clínico de Valencia, donde habían seguido la enfermedad de su marido, para pedir a los médicos que autorizaran el traslado. Un médico residente le comunicó que no podían hacer nada y le recomendó que se dirigiera al juzgado de guardia para que autorizaran el traslado del cuerpo.
María Prieto explicó que «la juez estaba durmiendo en su casa y a los funcionarios les pareció una historia increíble. Llamaron al Hospital Clínico de Valencia y al Virgen de la Arrixaca de Murcia para comprobar que era verdad. Al final me tuve que desplazar siguiendo a un coche del juzgado a la casa de la juez de guardia para que firmara la autorización a las cinco y media de la madrugada».
La viuda insistió en que «fue horrible pasar toda la noche en el juzgado de guardia para que firmaran la autorización. Para mi marido era muy importante donar su cerebro. Al final llegamos a Murcia a las ocho y media de la mañana».
Fuentes de la Asociación Valenciana de Esclerosis Lateral Múltiple (Adela-CV) explicaron que el marido María Prieto sufrió mucho con la enfermedad y que para él «la donación fue como darle utilidad al calvario que padeció. La burocracia a la que se han enfrentado su viuda es lamentable».
Victoria Martínez, trabajadora del Banco de Cerebros de la Región de Murcia, precisó que el tiempo corre en contra de las donaciones por la descomposición. «Los tejidos van perdiendo propiedades según trascurre el tiempo. Nosotros necesitamos que el traslado sea lo más rápido posible. En este caso pasaron más de ocho horas, aunque el cerebro servirá para algunas investigaciones», apuntó.
Dieciséis donantes en un año
El Banco de Cerebros de la Región de Murcia ha recibido dieciséis donaciones en el año que lleva funcionando. Dos donaciones son de valencianos. La Comunitat Valenciana carece de un centro de referencia para el estudio de la ELA, según informó el presidente de Adela-CV, Emilio Ferreres.
«En la Comunitat Valenciana no hay absolutamente nada. Sólo la Universidad Miguel Hernández está realizando un programa de autotrasplante de células», apuntó Ferreres. El presidente de Adela-CV incidió en que «debería haber un centro de referencia para que los pacientes valencianos no tengan que ir dando tumbos». En la Comunitat Valenciana hay cuatrocientos enfermos de ELA y en toda España son cuatro mil.
Victoria Martínez, del Banco de Cerebros de Murcia, reconoció que están teniendo problemas con las donaciones de otras comunidades, aunque todas son muy útiles. El cerebro llega en dos horas cuando el fallecimiento es en Murcia.
Enlace | Levante-emv
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