Un estudio halló variaciones en la pérdida de materia del cerebro y en el declive mental temprano
Un campo emergente conocido como medicina según el sexo ha mostrado que hay diferencias notables entre los sexos con respecto a la enfermedad cardiaca y otras afecciones. Estos últimos hallazgos, si finalmente las investigaciones posteriores los confirman, pueden tener implicaciones significativas en el diagnóstico y tratamiento del Alzheimer según el sexo. Cuando las personas desarrollan el Alzheimer, su cerebro se atrofia o se encoge. En el estudio de 109 personas a las que se les acababa de diagnosticar Alzheimer, los exámenes cerebrales mostraron que esta atrofia se producía en las mujeres de manera más temprana que en los hombres. Las mujeres también perdieron más materia gris de su cerebro el año previo al diagnóstico. Sin embargo, la habilidad de pensamiento de los hombres parecía presentar más problemas que las mujeres al diagnosticarles Alzheimer. Y más aún, los hombres y las mujeres perdieron materia gris en distintas áreas del cerebro. «Se sabe que una pérdida del volumen en el hipocampo coincide con el declive cognitivo, pero esto es así más en los hombres que en las mujeres«, señaló la autora del estudio, la Dra. Maria Vittoria Spampinato, profesora asociada de radiología en la Universidad Médica de Carolina del Sur.
El hipocampo es la parte del cerebro que se encarga de la formación, organización y almacenamiento de la memoria. «El siguiente paso consiste en integrar esta información sobre la pérdida de volumen del cerebro junto con otros marcadores del Alzheimer para comprender si existen diferencias de sexo en otros aspectos o solo con respecto al volumen del cerebro», afirmó Spampinato. El estudio fue presentado el domingo en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (Radiological Society of North America), en Chicago. El Dr. Clinton Wright, director científico del Instituto del Cerebro Evelyn F. McKnight de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, señaló que es demasiado pronto para extraer conclusión alguna sobre las diferencias entre sexos en el Alzheimer. «Se necesitaría que se aportara información adicional para saber si los hallazgos se pueden atribuir a las diferencias de sexo o a otros factores», aseguró Wright.
«En concreto, no está claro si los autores tuvieron en cuenta la edad. Si las mujeres eran mayores, entonces podrían haber perdido un volumen mayor durante el período en que se realizó el estudio». El hallazgo de que las mujeres pierden más volumen cerebral y que las funciones mentales de los hombres se encuentran en peores condiciones cuando se les diagnostica Alzheimer también es difícil de explicar, según Wright:»se esperaría que la atrofia fuera mayor en los que tuvieran las habilidades cognitivas en peores condiciones, a menos que otros factores adicionales, como el daño vascular, explicaran las diferencias». En una presentación relacionada con este tema, el lunes, investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles informaron sobre el hecho de que llevar un estilo de vida activo puede ayudar a detener el envejecimiento del cerebro y a preservar el volumen de materia gris incluso en aquellos que ya presentan signos de demencia. El estudio contó con 876 personas adultas con un promedio de edad de 78 años. Las funciones mentales de los individuos variaban desde un estado de normalidad hasta la demencia provocada por el Alzheimer. Los investigadores usaron exámenes del cerebro por IRM y una técnica llamada morfometría basada en vóxel optimizado para ver de qué manera la actividad física influye sobre el volumen de materia gris. Esta técnica permite que una computadora analice el examen cerebral para crear un modelo matemático que ayuda a los investigadores a entender la relación entre un estilo de vida activo y el volumen de materia gris. Los participantes en el estudio que quemaron más calorías gracias al deporte, la jardinería, las tareas en el patio, ir en bicicleta, bailar y usar una bicicleta de ejercicio perdieron menos materia gris en las áreas claves de su cerebro. Esto fue así incluso en aquellos que ya presentaban signos de declive mental. El hallazgo se mantuvo después de que el equipo controlara otros factores conocidos que influyen en el volumen cerebral, entre los que se incluyen el tamaño de la cabeza, la discapacidad mental, el sexo, el peso corporal, la educación y enfermedades en la materia blanca. El ejercicio probablemente mejora el flujo sanguíneo en el cerebro, y fortalece las conexiones entre las células cerebrales, concluyeron los autores del estudio. Debido a que estos estudios se presentaron en una reunión médica, los datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
FUENTES: Maria Vittoria Spampinato, M.D., associate professor, radiology, Medical University of South Carolina, Charleston, S.C.; Clinton Wright, M.D., M.S., scientific director, Evelyn F. McKnight Brain Institute, University of Miami Miller School of Medicine; Nov. 25-26, 2012, presentations, Radiological Society of North America annual meeting. Chicago HealthDay
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