Los ácidos omega-3 retrasan el envejecimiento del cerebro
A medida que envejecemos nuestro cerebro va perdiendo volumen con los años. Y esta pérdida es mucho más acusada en patologías como el alzhéimer. Varios estudios han atribuido a los ácidos omega-3 del pescado azul un papel neuroprotector frente a este proceso.
Ahora otro estudio publicado en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología, aporta nuevas pruebas.
Al parecer, los niveles altos de omega-3 en sangre se relacionan con una menor pérdida de volumen cerebral. Lo que significa que el cerebro envejece algo más lentamente, y se ha cuantificado ese retraso en uno a dos años.
El estudio de Neurology se ha llevado a cabo con 1.111 mujeres con una edad media de 70 años, que participaban en una investigación sobre la memoria (Women’s Health Initiative Memory Study). A estas mujeres les midieron el nivel en glóbulos rojos de dos de los ácidos grasos más importantes del aceite de pescado: el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA).
Mayor volumen
Ocho años más tarde determinaron su volumen cerebral mediante una resonancia magnética. Y lo que vieron fue que las personas que en la primera prueba dieron niveles más altos de EPA y DHA en sangre ahora tenían un cerebro de mayor volumen que las de niveles más bajos. En concreto, las mujeres cuyos niveles de ácidos grasos eran dos veces el de la media (7,5% frente al 3,4%) tenían un volumen cerebral un 0,7% mayor. Y esta cantidad, que puede parecer insignificante, equivalía “a retrasar la pérdida normal de las células cerebrales que tiene lugar con el envejecimiento en uno a dos años,” según el autor del estudio James V. Pottala, de la Universidad de Dakota del Sur. Estos niveles más altos y ventajosos de ácidos grasos se pueden lograr tanto a través de la dieta como con el uso de suplementos.
Además los niveles más altos de omega-3 se correspondían también con un volumen en el área del hipocampo un 2,7% mayor. El hipocampo desempeña un papel clave en la formación de la memoria y en la enfermedad de Alzheimer comienza a atrofiarse incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Retrasar el envejecimiento del cerebro en uno o dos años pueden parecer poco, pero puede contribuir a retrasar la aparición del deterioro cognitivo asociado a la edad. Los neurólogos señalan que si se lograra retrasar en cinco años la aparición de los primeros síntomas del alzhéimer, no aparecería su cara más despiadada. De hecho, algunos especialistas utilizan supementos de omega-3 como complemento a la medicación existente par esta patología neurodegenerativa.
Un estudio previo publicado también en Neurology en 2012, mostraba que altos niveles en sangre de uno de los principales omega-3, el EPA (ácido eicosapentaenoico), se correspondían con una menor pérdida de neuronas en la amígdala, una estructura del cerebro próxima al hipocampo que también se ve afectada en las primeras etapas de la enfermedad de Azlhéimer.
Reducen la inflamación
El aceite de pescado, rico en DHA y EPA, los dos componentes más saludables, tiene efectos beneficiosos sobre los sistemas inmunológico, nervioso y cardiovascular. Se cree que contribuye a reducir la inflamación que de forma natural aumenta con el envejecimiento y está detrás de muchas patologías crónicas. Pero cómo lo logra exactamente se desconoce.
Un trabajo con ratones publicado en abril del año pasado en Journal of Leukocyte Biology sugería que el efecto favorable sobre la inflamación de los omega-3 no necesitaría reducir la respuesta inmune, sino que podría deberse a que potencian la actividad de los linfocitos B, células especializadas del sistema inmune que producen inmunoglobulinas.
Los ácidos grasos omega-3 están presentes en los llamados pescados azules, como atún, sardina, boquerón, salmón, caballa o palometa, entre otros.
Un artículo de Pilar Quijada para abc.es en Cosas del Cerebro
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