Alimentación y Alzheimer
A medida que se van cumpliendo años, nos preocupa cada vez más la aparición de enfermedades asociadas directamente con la vejez, como es el caso del Alzheimer. Lo siguiente que nos viene a la cabeza es si, efectivamente, existe alguna manera de evitar su aparición y si la alimentación podría influir de manera definitiva.
Si buscamos una definición más técnica del Alzheimer, nos encontramos con la siguiente:
“Deterioro de tipo cognitivo relacionado con la disminución de las sinapsis neuronales”
Estas “sinapsis neuronales” son una especie de unión entre las neuronas, necesarias, entre otras cosas, para mantener una buena memoria. Los científicos han demostrado que las membranas neuronales (mediante las que se producen estas uniones entre las neuronas) están integradas por fosfolípidos.
Estos se forman a partir de nutrientes básicos como la colina, la uridina, el omega-3 o los ácidos grasos, los cuales necesitan, asimismo, de antioxidantes y vitaminas clave.
Muchos investigadores coinciden en señalar la dieta mediterránea como una de las mejores para prevenir este mal
Sin embargo, no está verificado del todo que la ingesta de tales nutrientes influya directamente sobre la aparición o no de la enfermedad. No obstante sí que se ha demostrado una mayor incidencia del Alzheimer en pacientes con una dieta baja en cinc o ácido fólico.
De hecho, muchos investigadores coinciden en señalar la dieta mediterránea como una de las mejores para prevenir este mal de tipo degenerativo e incluso mejorar hasta cierto punto los síntomas predemencia.
Por ello, los mismos consejos aplicables para la prevención de enfermedades metabólicas o cardiovasculares valen en este sentido.
Recomendaciones
Esto significa que resulta muy saludable en cualquier sentido consumir frutas, verduras sin almidón (brócoli, col, apio, espárragos, lechugas, espinacas o acelgas), pescado bajo en grasas y aceites vegetales.
En general, la alimentación de una persona de setenta años debería componerse de cinco comidas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Entre esas cinco ingestas a lo largo de la semana debe incluirse de cuatro a seis raciones de féculas (arroz, patatas, pan, pasta o cereales), cinco de frutas u hortalizas, de dos a tres de lácteos (leche, yogures o queso), dos de carnes (ternera, pollo, pavo, pescado y huevo) y de tres a cinco de aceite vegetal.
Legumbres
A esto se le debe sumar el consumo de legumbres, vitales por su aporte en hierro y fibra, de una a tres veces.
Tampoco se ha de olvidar el beber agua de forma abundante, entre un litro y medio y dos al día, teniendo en cuenta el agua incluida en las comidas, así, si tomamos sopa o frutas, sobre todo las más jugosas como la sandía, ya estamos consumiendo una importante cantidad del agua diaria necesaria.
Por otro lado, aunque no estén contraindicados, se ha de moderar el consumo de carnes grasas y embutido, la bollería y el azúcar o la mantequilla.
La vitamina C la encontrarás en el limón, la mandarina, la naranja o el pomelo; la E, en los frutos secos o en el aceite de girasol y la A, en la remolacha, los pimientos o la zanahoria. Opta antes por el pescado que por la carne, en especial el azul.
Estudio
Un estudio de la Universidad de Ulm, en Alemania, ha demostrado que la vitamina C, abundante en los cítricos, es significativamente menor en pacientes con demencia, por lo que concluyen que tiene una relación directa con el Alzheimer.
Por otro lado, la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, insiste en las propiedades del té verde por su liberación de antioxidantes en el organismo.
Curiosamente, se ha encontrado igualmente en el curry, elaborado a partir de la curcumina, una gran cantidad de antioxidantes.
El café también sería de gran utilidad por liberar proteínas al cerebro. Hasta una copita de vino sería buena por su capacidad antiinflamatoria. Por último, moras y bayas abundan en antioxidantes y flavonoides.
Sigue una dieta equilibrada y variada y disfruta y saborea cada plato, esto te reportará salud y bienestar
En resumen, como todo, los extremos nunca son buenos. Lo ideal es llevar una dieta equilibrada y variada, así evitaremos carencias. Y algo que también es muy importante: que nos guste lo que comemos, que disfrutemos del momento, porque si cada día la comida nos satisface de forma nutricional, pero no nos satisface a nivel emocional o anímico, también sufriremos esta carencia.
Por lo tanto, sigue una dieta equilibrada y variada y disfruta y saborea cada plato, esto te reportará salud y bienestar.
Eli dice
Es muy interesante saber que lo que consumimos diariamente se reflejará al paso de los años, aveces solo nos dejamos llevar por lo que es más fácil de obtener en cuanto a los alimentos (chatarra) y olvidamos que la verdadera comida es la que nos nutre y nos aporta beneficios. Todos deberíamos saber que es lo que nos ayuda a prevenir el Alzheimer, yo se por experiencia que es una enfermedad difícil de asimilar y dolorosa para quiénes estuvimos cerca de una persona con esa enfermedad; alimentarnos sanamente nos libra de padecer enfermedades como esta y nos brinda una vejez un poco más plena, empecemos desde hoy porque cuidar de nuestro cuerpo es algo que nadie va a hacer por nosotros.
ojala pudiera recibir respuesta de:
¿qué tanto influye la herencia genética en el desarrollo de alzheimer?
Almudena del Avellanal dice
Elisabeth, no es que la alimentación nos vaya a salvar de padecer esta enfermedad,…. Si se sabe que la llamada comida basura o chatarra es mala para el organismo( cerebro y corazón). Sabemos que una dieta correcta y adecuada es NEUROPROTECTORA, pero no la solución a este mal, desfraciadamente. Esto junto con hábitos de vida saludables ( no fumar, hacer ejercicio….) va a ser siempre beneficioso para nuestro cerebro, no olvides nunca que lo que es malo para el corazón es malo para el cerebro.
Respecto al componente genético decirte que existe un mayor riesgo, pero no es definitorio. Que los casos de alzheimer prematuro( es decir personas jóvenes) parece que la genética es importante. Sea lo que sea hay que procurar llevar, como ya te comente hábitos saludables de vida, hacer ejercicio, dieta sana( mediterránea), fuera colesterol, no HA…. Y tener esperanza en que pronto se encuentre un medicamento para esta enfermedad. Gracias por tu comentario y no olvides «todo lo que es malo para el corazón, es malo para el cerebro», un abrazo
M.Jose dice
muchas gracias ,por tu información ,
Almudena del Avellanal dice
A ti M Jose por seguirnos, un saludo de todo el equipo de Alzheimer UNiversal.