El antidepresivo Celexa podría ayudar a aliviar la agitación relacionada con el Alzheimer
- Un estudio halla que podría ser una alternativa más segura a los antipsicóticos estándares
healthfinder.gov
El antidepresivo Celexa se muestra promisorio para el alivio de la agitación que sufren con frecuencia las personas con enfermedad de Alzheimer, y podría ofrecer una alternativa más segura a los antipsicóticos, halla un estudio reciente.
“La agitación es uno de los peores síntomas para los pacientes y sus familias. Pone al paciente de Alzheimer en riesgo de otras sobrecargas sistémicas (del corazón, infecciones), los desgasta físicamente, y agota a los cuidadores y a los familiares”, anotó un experto, el Dr. Alan Manevitz, psiquiatra clínico del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
Manevitz comentó que aunque los antipsicóticos se usan normalmente para ayudar a aliviar la agitación, también están asociados con un mayor riesgo de muerte entre los pacientes de Alzheimer, de forma que unas alternativas más seguras serían una buena noticia.
El nuevo estudio fue liderado por el Dr. Constantine Lyketsos, director del Centro de la Memoria y el Tratamiento del Alzheimer de la Universidad John Hopkins, en Baltimore. Incluyó a 186 pacientes de Alzheimer con síntomas de agitación como distrés emocional, agresividad, irritabilidad y movimiento excesivo.
Durante nueve semanas, más o menos la mitad de los pacientes tomaron dosis crecientes del antidepresivo citalopram, que se vende bajo las marcas Celexa y Cipramil, y también como genéricos. La dosis máxima fue de 30 miligramos al día. Los demás pacientes tomaron un placebo.
Los pacientes que tomaron el fármaco mostraron un declive significativo en sus síntomas de agitación, y sus cuidadores reportaron menos estrés. En una medida de la agitación, alrededor del 40 por ciento de los pacientes que tomaron el antidepresivo mostraron un “alivio considerable”, frente al 26 por ciento de los que tomaron el placebo.
Pero los fármacos también conllevaron riesgos. Según el estudio, los pacientes que tomaron los antidepresivos fueron más propensos a tener una función mental ligeramente reducida y una función cardiaca anómala, lo que aumenta el riesgo de ataque cardiaco.
Pero los antipsicóticos, que son actualmente el tratamiento de primera línea para la agitación en los pacientes de Alzheimer, también aumentan el riesgo de ataque cardiaco, quizá incluso más que el citalopram, anotó Lyketsos.
Los antipsicóticos también aumentan significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular y muerte. En dosis más bajas que las usadas en el estudio, el citalopram podría ser más seguro que los antipsicóticos, concluyeron los investigadores.
“Si la agitación no responde a los tratamientos no farmacológicos y la agitación del paciente no mejora, no hay unas opciones magníficas”, lamentó Lyketsos en un comunicado de prensa de la Hopkins. “Pero esta es otra opción farmacológica que podría ser más segura que otros medicamentos, y que parece ser igual de efectiva”.
Manevitz, que no participó en el estudio, dijo que el caso de cada paciente podría ser distinto.
“Las familias y los médicos deben realizar la evaluación de ‘beneficio versus riesgo’ para el uso de este u otros fármacos ‘caso por caso’”, comentó. “Los medicamentos podrían sin duda ser necesarios a corto plazo para la atención aguda de muchos pacientes, y para estabilizar el ambiente de cuidados”.
Otro experto dijo que los hallazgos de la Hopkins no eran sorprendentes.
“El tratamiento de los efectos de la demencia, como la depresión y la agitación, están llenos de sus propios efectos secundarios y por tanto son de una utilidad limitada para muchos pacientes”, comentó el Dr. Theodore Strange, geriatra y presidente asociado del departamento de medicina del Hospital de la Universidad de Staten Island, en la ciudad de Nueva York.
“El citalopram, un antidepresivo, tiene ciertos efectos calmantes para la agitación, pero una vez más amerita su propia monitorización respecto a los efectos secundarios”, señaló Strange.
Manevitz también apuntó que hay opciones no farmacológicas que podrían ayudar a calmar a las personas con Alzheimer. “Educar a los cuidadores y a las familias sobre las intervenciones conductuales, como [la terapia] de realidad y orientación, el consuelo o la terapia con mascotas, es igual de importante”, aseguró.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., y aparece en la edición del 19 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.
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