Señales y cambios de conducta que pueden alertar de la enfermedad de Alzheimer
La detección precoz y la aplicación de remedios terapéuticos y farmacológicos en una fase inicial pueden marcar diferencias fundamentales.
Ana Romaz | Neuronas OffLine | Desde Neuronas Off-Line siempre hemos insistido en la importancia de detectar las primeras señales de que algo no va bien, en relación al Alzheimer. La detección precoz y la aplicación de remedios terapéuticos y farmacológicos en una fase inicial pueden marcar diferencias fundamentales, tanto en la manifestación de la enfermedad como en la velocidad a la que esta se desarrolle.
Una vez más vamos a observar aquellas conductas y cambios de comportamiento que nos van a alertar de que un familiar o un amigo puede estar enfermo. Y nadie mejor que los más cercanos para saber cuando algo no es normal en la actitud de una persona.
1. La primera señal nos la da la pérdida de memoria para los hechos recientes: olvidos de citas, de acontecimientos familiares, de un encargo que se les ha hecho, de comentarios importantes. Puede ser un despiste momentáneo, pero si se repiten deberemos estar atentos.
2. Cuando no logran recordar las respuestas a preguntas que han hecho. ¿Cuándo vienes? ¿Qué hora es? ¿Cuándo comemos?… preguntas sencillas cuyas respuestas no quedan registradas en su memoria.
3. Un día nos encontramos unos calcetines en el frigorífico o unas llaves en la basura, objetos dejados en cualquier lugar porque no recuerdan su ubicación correcta. Otra señal significativa de que debemos estar pendientes de cómo van las cosas.
4. Si observamos que su léxico empieza a fallar y no recuerda los nombres de objetos cotidianos -“dame eso” o “dame el, el, el….” en lugar de nombrar lo que quiere que le acerquemos-. En ocasiones esa dificultad para dar con la palabra adecuada puede exteriorizarse en un silencio creciente, la persona deja de hablar para que no quede de manifiesto su dificultad.
5. Cuando pierde la noción del tiempo,- no sabe ni que día ni que hora puede ser-, o se desorienta en espacios conocidos como su propia casa, o el barrio donde ha vivido muchos años.
6. Otra señal de aviso es que tenga dificultad en hacer cosas habituales como conducir o cocinar. Un buen día no recuerda como arrancar el coche o cambiar una marcha, o se queda en blanco ante la lavadora o el microondas. Aquello que ha sido una actividad cotidiana es un buen indicador si empezamos a ver que plantea dificultades.
7. Cuando las cosas que le interesan o con las que disfruta dejan de tener atractivo y va abandonando su práctica: el deporte que le encantaba, la música que antes le emocionaba, las reuniones con buenos amigos, los libros que eran su compañía, su hobby, leer el periódico…¡Atención a estos cambios en la vida diaria!.
8. Si un buen día nos piden que hagamos por ellos cualquier acción sencilla, que siempre han realizado sin problema: gestiones en su banco, llamadas de teléfono, tareas administrativas básicas, manejar su correspondencia… ¡Prestemos atención! La dependencia creciente para tareas fáciles podría ser una señal de que algo no va bien.
9. Cuando los objetos habituales, -de higiene, cubiertos, llaves, tijeras o bolígrafos y tantos otros-, plantean dificultades para saber que es lo que hay que hacer con ellos. De pronto no recuerda como utilizar el cepillo de dientes, o para que sirven las gafas de sol… Una señal clara de que existe un problema.
10. Si quien nos preocupa ha tenido buen carácter y humor, debemos prestar mucha atención a los cambios en estos aspectos. Cuando se enfada sin motivo, -y puede que sea de manera muy notoria-, cuando el mal humor le acompaña con cierta frecuencia, cuando nos responde de manera airada sin un motivo… señales de que algo está ocurriendo y debemos intervenir.
Todos los puntos mencionados pueden ser señales de alerta a las que deberemos prestar atención. Tendemos a pensar que los olvidos son cosas de la edad y pueden serlo, pero también pueden ser indicadores de un mal funcionamiento biológico que se pueda tratar.
Y, una vez más, la intervención rápida en una fase inicial es la mejor protección que podemos ofrecer si el Alzheimer aparece en nuestro círculo familiar.
Ana Romaz
Neuronas Off-Line
Imagen/Ilustración Eva Fajardo
Ayúdanos a mejorar…Escribe aquí tu comentario!